Te invito a degustar este Pícnic! con un poco de honestidad intelectual. Hace frío y es feriado mientras escribo esta edición, la combinación perfecta para no hacer NADA más que acurrucarse con un libro. En estos días es más difícil levantarse temprano para ir a caminar, para hacer gimnasia, para terminar de leer ese artículo o para empezar el trabajo que posponés desde hace una semana. En estos días me descubrí en más de una oportunidad recurriendo al mecanismo de evitar para no enfrentar, lo que en vez de apagar la ansiedad la enciende aún más. Evitar una tarea o decisión importante porque es “demasiado”, porque “no me da la vida”, casi siempre tiene consecuencias negativas.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá