Fútbol > ENTREVISTA A GABRIEL BLANCO
Presidente de Wanderers: "Si fuéramos una empresa, ya deberíamos haber cerrado"
En julio pasado asumió como presidente de Wanderers, luego de ser tesorero de Jorge Nin en el anterior período de gobierno bohemio, y a sus 35 años vive el fútbol con la pasión del hincha y la responsabilidad de conducir la institución. En un mano a mano con Referí, Gabriel Blanco habló de la necesidad de profundizar cambios en el fútbol, pide resolver rápidamente el próximo presidente y bajar costos en la organización de los espectáculos.
Wanderers sigue siendo un club modelo en la AUF, porque en la última semana Bordaberry repitió una y otra vez que el único club que respondió a una consulta que le hicieron a todos los integrantes del Congreso fue la institución que usted preside. ¿Por qué lo hicieron así?
El tema lo consideraron nuestros delegados, porque tenemos un gran equipo de trabajo en la AUF, con activa participación en todas las decisiones que se toman allí. Analizaron lo que había enviado la comisión normalizadora para estudiar y plantearon sugerencias. Eso fue lo que hizo Wanderers, solo eso, responder la consulta de la AUF. Me sorprendió lo que dijo Bordaberry que habíamos sido los únicos que respondimos, pero entiendo que también había otros clubes que optaron por no contestar y de esa manera argumentaban que estaban de acuerdo. Para nosotros nos pareció correcto responder.
¿Cómo ve hoy el tema político en la AUF?
Entreverado. Y esperando que haya luz verde para empezar a jugar. Estaba todo dado para comenzar en la fecha prevista (9 de febrero), porque así estaba programado desde el año pasado, pero se postergó en una votación por 9 a 7 aduciendo que no había fechas claras para las elecciones, cuando nosotros entendíamos que había un camino trazado por la comisión normalizadora para que cuanto antes se establecieran las nuevas autoridades. Porque es imperioso que haya elecciones cuanto antes debido a que entendemos que debemos atacar temas profundos en la AUF, que se deben atender con las nuevas autoridades.
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¿Por ejemplo?
Los costos que tenemos los clubes por jugar. Increíblemente, en estos meses en los que no jugamos fueron los que menos dinero perdimos. Es absurdo que tenemos una empresa que se dedica a organizar partidos de fútbol y da pérdidas. Es como tener una empresa de turismo en Uruguay y me vaya mal en enero y febrero, eso quiere decir que estoy haciendo algo mal.
Perdimos menos en estos meses porque no tuvimos los déficits de organizar los partidos que significan pérdidas de $ 150.000 a $ 200.000 por encuentro. Cuando nos toca jugar dos o tres partidos al mes, puedo tener hasta $ 600.000 de pérdida. Y además tengo que pagar traslados, concentración, alimentación, inversiones que en otra época del año vas dosificando, no la hacés siempre y terminás gastando menos dinero. Sin dudas, es absurdo.
Uno de los grandes problemas que nos llevan a esta situación son los altos costos por la seguridad privada, por la Policía, por la venta de entradas, por el costo de personal de la AUF. En Wanderers fuimos los pioneros en venta de entradas online, también que los socios pudieran entrar gratis sin canjear entradas porque lo hacían a través de un código qr. Fuimos los primeros en vender entradas los días de partido cuando se instaló aquél sistema que no se podían comercializar el día del encuentro. Para eso invertimos en sistemas informáticos y profesionalizamos el club. Sin embargo, no encontramos con que no podemos reducir los déficit porque hay costos fijos que tenemos que pagar igual. Le cuento más, porque nos sucedió algo que quisimos ajustar para reducir costos y no pudimos. El partido de los domingos empezaba a las 15 y vimos que abrir las puertas dos horas antes no tenía sentido. Realmente no lo tenía porque entre la hora 13 y las 14 no accedía ningún espectador a la cancha, ¡ninguno! ¿Qué hicimos? Pusimos en marcha un plan para ajustar los costos y que las puertas se abrieran a las 14, sin embargo terminamos pagando lo mismo que si trabajaran desde las 13 porque estaba estipulado que cobraban dos horas antes del partido el personal de recaudación y la guardia policial.
¿Qué otros aspectos deben ajustar?
La distribución del dinero de la televisión, y esto lo planteo más allá de discutir si es mucho o poco lo que pagan por esos derechos. No estamos de acuerdo que se distribuya en partes iguales cuando en países más desarrollados se hace un ranking de acuerdo a distintas variables, como cantidad de socios y actuaciones deportivas, y se premia de acuerdo a lo que hace cada club. Se premia, sí, se premia no se iguala. Actualmente, en Uruguay todos recibimos lo mismo, cuando deberíamos distribuir el dinero de otra manera.
Todos no. Nacional y Peñarol…
Así como están planteados los contratos hoy, es muy complicado. Peñarol-Nacional se emparejan por un lado, Danubio-Defensor por otro, y el resto de los los ingresos se reparte para todos igual sin importar si un equipo participó o no en el torneo, si está al día o no.
Su reclamo parece una voz aislada.
No crea. Hay otros clubes que están en la misma línea que nosotros. Liverpool, River Plate, Defensor Sporting, Danubio y nosotros, que por algo trabajamos juntos, tenemos una misma filosofía y somos clubes ordenados. Tenemos una visión parecida de los temas.
¿Qué presupuesto tiene su el club?
El presupuesto de Wanderers es US$ 160.000 mensuales, que al año equivale a unos US$ 1.900.000. El porcentaje más grande de egresos se lo llevan los salarios porque tenemos a todos los jugadores en regla y una carga impositiva de BPS y DGI muy importante. Eso es algo que se puede trabajar. El básquetbol y el carnaval no pagan por el salario real, por eso entiendo que también deberíamos buscar la forma de poder pagar sobre fictos en el fútbol, así pagamos todos y no se genera competencia desleal.
De acuerdo a los ingresos, ¿cuánto cubren del presupuesto?
Tenemos ingresos fijos por US$ 45.000. La brecha entre ingresos y egresos es de cerca de US$ 120.000 por mes. A partir de eso, y lo venimos haciendo desde hace años, Wanderers tiene que ser un club formador y vendedor de jugadores para que se pueda mantener la rueda en movimiento, y volver a invertir el dinero para cubrir la brecha y generar los nuevos valores como Bruno Méndez, Maxi Rodríguez, Gastón Rodríguez, Edgard Elizalde, Chino Rivero, Manu Castro, los últimos que salieron, que forman parte de esa política. Si el club transcurriera de otra forma, no habría manera de sobrevivir. Porque hay una realidad muy clara: si fuéramos una empresa y consideráramos ingresos y egresos, ya tendríamos que haber cerrado las puertas. Sin embargo, está el sentimiento y amor por el club atrás que hace que mucha gente haga esfuerzos para poder pagar y cumplir con las obligaciones para seguir en movimiento. Eso sí: cuando no se vende, estamos complicados.
Siempre digo que en el fútbol uruguayo es indispensable tener conducta, porque los ingresos son tan bajos que hay que cuidar mucho los gastos. Wanderers tiene esa conducta, por esa razón, para todo lo que brinda en su plantel principal, el Viera, el complejo deportivo, las formativas, el femenino, la concentración, y demás, tiene un presupuesto acotado. ¿Sabe que sucede? Cuando los jugadores vienen al club saben que si les decimos que les podemos pagar determinado monto, es porque lo podemos afrontar, y ellos dan por descontado que van cobrar. Eso permitió que vinieran jugadores por salarios más bajos de lo que podrían cobrar en otros clubes, pero saben que vienen a una institución que tiene un proyecto, en el que se van a revalorizar, van a intentar jugar bien al fútbol, que van a cobrar la mayoría de los meses al día -salvo algún atraso puntual- y con un mínimo de aspiración a copas internacionales. Todo eso ofrece un plus además del salario.
¿El próximo presidente de la AUF será de Wanderers?
No sé. Habrá que ver quiénes se postulan. Estamos empezando de nuevo con este tema y esperando que termine pronto. Lo único seguro es que entre todos tenemos que encontrar un consenso para que haya un presidente lo antes posible para atender los temas que realmente importan, y no seguir en temas políticos y reincidiendo en la postergación de campeonatos que no generan valor.
