Productores resaltan la buena implantación de trigos y cebadas

Tras las dificultades que hubo en el inicio de la siembra de cultivos de invierno, dados los frecuentes episodios de lluvias –básicamente en mayo y al inicio de junio–, el estado del tiempo mejoró y de la mano de un trabajo sin pausa en las chacras la tarea va concluyendo, lo que generó un mejor ánimo en los agricultores.

No obstante, se precisó, que en líneas generales la implantación haya sido de buena calidad no es sinónimo de un buen resultado.

Edgardo Rostán, productor y contratista de maquinaria, en tanto cargaba los tanques de una sembradora dijo a El Observador que "una buena implantación es el 15% o el 20% de un partido que recién comienza".

Detalló que ahora, en el resto del invierno, se precisa que no haya un exceso de lluvias que de suceder lava el nitrógeno en los campos y ahoga las raíces.

Después se precisa que en la primavera haya un estado del tiempo luminoso, con días secos y frescos, para dar lugar a un buen llenado de grano en las plantas.

En tanto, acostumbrados a que siempre puede suceder algo que perturbe el ánimo, en los últimos días los agricultores se han enfrentado a un nuevo escollo: dificultades para adquirir un volumen extra de semilla de trigo, en el caso de quienes decidieron incrementar la superficie que originalmente proyectaron.

Carlos Dalmás, productor y asesor de otros productores, también durante una leve pausa en la tarea de siembra dijo a El Observador que "el negocio del trigo estaba un poco pinchado", pero las perspectivas mejoraron y "la gente se entusiasmó", por lo que varios salieron a buscar semilla "y no se consigue", porque "la gente no guardó y las empresas no arriesgaron demasiado".

La decisión de hacer algo más de trigo responde, además, a que "a quien le fue mal con la soja y tiene la necesidad de hacer caja la manera más rápida es con un cultivo de invierno". También incidió que lugares en los que la colza se instaló mal o no se sembró quedaron libres para trigo.

En cebada la posibilidad de crecer a último momento es limitada, dado que el área responde a contratos que las malterías admiten, en tanto que en colza medió un estado del tiempo muy adverso en el período ideal para sembrar.

La colza sembrada en abril está muy bien. Lo que se sembró en mayo, tanto de esa oleaginosa como en trigo y cebada, se perdió casi todo por las lluvias y hubo que resembrar.

Luego de la semana inicial de junio el tiempo mejoró y se pudo avanzar con fuerza. En algunos casos las labores concluyeron y en otros finalizarán en los próximos días. Dalmás, por ejemplo, señaló que en las chacras donde opera el miércoles se había completado la tarea en el 85% a 90% del área.

"Lo que sembró en las últimas semanas está lindo, estamos contentos, hay buenas expectativas", comentó.

Rostán comentó que se está culminando de sembrar el área de cebada, "unas 165 mil hectáreas en total", lo generado desde las malterías. En el caso de las colzas dijo que hay un claro contraste entre la buena calidad de las sembradas temprano con las que se implantaron después. En relación a las siembras de trigo y cebada, "lo que se hizo ahora está excelente", opinó.

Coincidió en que hay algo de interés de hacer ahora un poco más de trigo, aunque se choca con la falta de oferta adicional de semilla, como dijo Dalmás.