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Qué es Huggy Wuggy, el personaje del peligroso juego que llevó a cortarse a siete niños de una escuela de Montevideo
Dos niños de sexto año de una escuela en Barros Blancos fueron internados en distintos hospitales de Montevideo luego de participar de un videojuego que los incentivaba a autolesionarse. En total fueron siete niños que se provocaron lesiones, principalmente cortes (con la hoja de un sacapuntas), que fueron atendidos por los médicos que se trasladaron hasta el centro educativo.
Esto despertó la alerta de docentes y, eventualmente, de los padres. El juego, llamado Poppy Playtime, tiene como protagonista a Huggy Wuggy, un muñeco azul, terrorífico y de dientes puntiagudos.
El primer capítulo del juego de terror está disponible gratis en Steam, una de las mayores plataformas de videojuegos para computadora (el segundo cuesta $ 229). El 77% de las reseñas dejadas por los usuarios son positivas, ya que lo destacan justamente por su aspecto tenebroso. Además, uno de los principales focos está puesto en resolver puzzles, no en luchar.
La mecánica del juego no incluye nada relacionado a cortes y, mucho menos, a un sacapuntas; consiste en sobrevivir, escapando de los monstruos —entre ellos Huggy Wuggy— quienes, si alcanzan al jugador, lo abrazan hasta asfixiarlo, lo que genera el "game over" o que se pierda la partida. Luego se puede comenzar nuevamente, como cualquier otro videojuego.
En la tienda de aplicaciones de Android el juego cuesta US$ 2,99.
No obstante, en esa plataforma también está lleno de spin-offs o "copias" del juego, a lo que se le suman también docenas de videos en YouTube relacionados con este título, que escapan al control de los creadores. Uno de ellos es el que incentivaba a las autolesiones.
La revista Forbes entrevistó a uno de los creadores del juego, Zach Belanger, quien sostuvo que la "inmensa mayoría" de la controversia que se generó en escuelas en torno al personaje de Huggy Wuggy son "completamente falsas o groseramente exageradas". "Una de las cosas que hemos leído es que Huggy Wuggy susurra cosas tétricas en el oído del jugador, pero cualquier persona que haya jugado sabría que Huggy Wuggy ni siquiera tiene voz en el capítulo 1, así que es imposible que lo haya hecho", comentó el desarrollador.
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Otros ejemplos
No es el primer juego de este tipo. En Uruguay ya ha habido casos de actividades lúdicas que terminan con niños en situaciones críticas.
Tal es el caso de Ballena Azul: el reto establecía 50 desafíos para realizar en 50 días y causó temor alrededor del mundo, ya que la última tarea es que el usuario se suicide.
En Uruguay, psicólogos avisaron a los padres para que estos generaran confianza con sus hijos en busca de evitar que participen de este juego. No obstante, la situación obligó a que el Ministerio de Salud Pública (MSP) emitiera recomendaciones y registrara casos de adolescentes internados en cinco departamentos. En un momento, llegó a requerir la atención de cuatro ministerios —Defensa, Educación, Interior y Salud— y el ministro del Interior en aquel entonces, Eduardo Bonomi, incluso derivó un caso a la Interpol.
Por otro lado, el segundo juego que despertó alarmas fue Momo. Este reto viral implicaba escribirle a un número desconocido a través de WhatsApp, que eventualmente “respondía con imágenes violentas y agresivas” e incluso con “amenazas y revelando información personal”, según alertó en ese momento la Unidad de Investigación de Delitos Informáticos de la Fiscalía General del Estado de Tabasco, en México (UIDI).
Si bien este último no causó tanto revuelo como su predecesor, se registraron casos en Brasil, Colombia y México, por ejemplo. Al igual que la Ballena Azul, se extendió rápidamente a través de internet y de las redes sociales.
