Federico Elduayen (2004)

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Que las hay, las hay

El vicepresidente de Peñarol, Edgar Welker, expresó a Observa que nunca escuchó comentarios sobre la “brujería de los goleros”, pero señaló que hay gente que cree en esos rituales. En el mundo hay varias historias sobre supuestas maldiciones deportivas
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11 de abril de 2011 a las 19:04

Para algunos es motivo de risa, otros las respetan y algunos recurren a ellas para tener una ayuda extra. Se trata de las brujerías o las “macumbas”, algo que desde hace muchos años ha estado vinculado al fútbol en distintas partes del mundo y que tiene a Peñarol en medio de una historia de brujas por la cual estaría siendo perjudicado desde hace unos años.

“Que las hay, las hay”, expresó el vicepresidente aurinegro, Edgar Welker, al ser consultado sobre los rumores que señalan que los carboneros sufrieron una brujería en 2004 que ha afectado a distintos goleros que pasaron por el club y que no le ha permitido ganar títulos.

“Nunca había escuchado nada sobre ese tema”, expresó el dirigente a Observa. “Me enteré hoy escuchando la radio mientras leían los titulares de los diarios”, agregó.

Según publicó este jueves Últimas Noticias, la historia comenzó en 2004, luego que el año anterior Peñarol se llevara el Campeonato Uruguayo por última vez con Diego Aguirre como DT. Ese año los que disputaban el arco eran Federico Elduayen y Juan Obelar. Luego de una racha negativa, uno de los goleros perdió la titularidad y en su lugar ingresó el arquero suplente. Según el periódico, la madre del guardameta afectado recurrió a una “bruja”, la cual recomendó que se colocaran cenizas en el guante del uno titular. Al poco tiempo la supuesta “macumba” dio resultado y el arquero recuperó su puesto.

Pero a las pocas semanas el golero volvió a bajar su rendimiento y a partir de ahí sus colegas que llegaron al club tuvieron mala suerte: Juan Castillo sufrió fractura de caballete y costilla, Claudio “Popi” Flores retornó al club y no rindió, Damián Frascarelli tuvo problemas en la rodilla, Nicolás Biglianti se quebró un dedo, Gonzalo Salgueiro y Alejandro Reyes tuvieron malas actuaciones, Sebastián Sosa se lesionó, lo sustituyó Gonzalo Noguera que se desgarró en el clásico y entró el argentino Pablo Cavallero, quien se fue del club molesto con Julio Ribas y declaró que en el vestuario se usaba agua bendita. Sosa defendió el arco aurinegro en los dos partidos de la copa Bimbo.

“A mí los jugadores nunca me comentaron nada, no tengo ni idea, no sé de dónde salió el tema”, señaló Welker, quien dijo que a este asunto se lo tomaba “a las risas”. Sin embargo, reconoció que “creencias son creencias” y sobre las brujas comentó “que las hay, las hay”.

El dirigente señaló que no cree en esas cuestiones y que nunca se habló del tema en la comisión directiva del club. “Tal vez si hay alguien que crea debe hacer algo para contrarrestar eso”, destacó.

Un recurso extradeportivo
Desde hace muchos años se han relatado historias de brujerías o maldiciones vinculadas al fútbol. Animales enterrados en las canchas, ajo en los arcos y “macumbas” realizadas por chamanes han superado el paso del tiempo y llegado a la actualidad, luego de que recientemente el mediático Crisitnao Ronaldo fuera “víctima” de un conjuro.

Uno de los casos más conocidos en Sudamérica es el de América de Cali de Colombia y la maldición de Garaboto. El club cafetero en sus inicios vestía los colores blanco y celeste, en honor a Racing argentino, pero luego cambió para el rojo, color de Independiente de la vecina orilla y archirrival de Racing. Luego el club que fue ideado en un campo de juego sobre un cementerio, en su escudo luce la imagen de un diablo, lo que llevó a que recibiera es apodo. En 1948 América decidió pasarse al profesionalismo lo que no fue visto con buenos ojos por algunos de sus socios. Uno de ellos, el odontólogo Benjamín Urrea, más conocido como “Garabato”, se fue de la asamblea molesto y echó una maldición: “Que lo vuelvan profesional, que hagan del América lo que quieran, pero juro por mi dios que nunca serán campeones...”.

Recién en 1980 y luego de un exorcismo en su estadio, América pudo ganar títulos a nivel local, pero en el ámbito internacional nunca levantó un trofeo pese a que estuvo cuatro veces (1985, 86, 87 y 96) en la final de la Copa Libertadores.

En Argentina hay varias historias de brujerías en el fútbol y varios entrenadores que utilizan todo tipo de cábalas para que sus equipos obtengan buenos resultados.

Una de las leyendas más recientes involucra a hinchas de Gimnasia y Esgrima de La Plata. En 1996 una mentalista tuvo un percance y fue socorrida por dos hinchas del Lobo en la previa de un clásico ante Estudiantes.

La señora le dijo a uno de los hinchas cómo podía ayudarlo y el aficionado le pidió que su equipo no volviera a perder un clásico. También le indicó que si en dos años volvían a su “casa” iban a ser campeones. Gimnasia nunca más perdió un clásico en su cancha hasta 2006, cuando pasó a jugar en el Estadio Único de La Plata y cayó 7-0 ante los pinchas, que luego fueron campeones.

Recientemente en España, el brujo Pape saltó a la fama al anunciar que iba a realizar “trabajos” contra el astro de Real Madrid Cristiano Ronaldo. A los cuatro días el futbolista portugués sufrió una lesión en su tobillo. El hechicero también expresó que su próximo ritual afectaría la rodilla izquierda del jugador.

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