El Ministerio de Relaciones Exteriores evalúa extender el subsidio mensual que se les otorga a los seis ex presos de
Guantánamo refugiados en Uruguay. El Estado paga el alquiler de cada uno de ellos -que ronda los $ 18 mil- y también les brinda una partida de $ 5 mil por mes, pero el beneficio debería terminarse el 31 de enero, informó el portal
Ecos.
Christian Mirza, nexo entre los exreclusos y el gobierno, dijo a
El Observador que los refugiados cobran la cuarta parte de lo que recibían cuando llegaron en octubre de 2014. El acuerdo con
Estados Unidos preveía que podrían insertarse en el mercado laboral durante este tiempo, pero eso no ocurrió.
La inestabilidad laboral de los ex presos hizo que Mirza se reuniera hace tres semanas con el vicecanciller, Ariel Bergamino, y con representantes de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu). Según afirmó, Cancillería mostró "una muy buena disposición" para prolongar el subsidio y el ministerio se comprometió a contestar antes del 31 de enero si aprueba el pedido o no.
Los ex presos piden que el Estado les pague el equivalente a un salario mínimo nacional por mes ($ 12.265) y también se haga cargo de sus alquileres. De concretarse, el nuevo beneficio duraría un año más y se terminaría si alguno de ellos consiguiera trabajo durante 2018.
"El estigma de Guantánamo los sigue condicionando y por eso no consiguen trabajo", afirmó. Desde que el subsidio del gobierno empezó a mermar -a principios de 2017-, los refugiados reciben ayuda de redes de apoyo y en algunos casos viven de sus parejas uruguayas.