Sumida en el largo, doloroso e irresoluble, hasta ahora, asunto de los abusos sexuales, la Iglesia Católica enfrenta un debate en ciernes que podría derivar en una grave crisis interna.
Un extenso trabajo del diario El País de Madrid, fechado en Berlín y Roma, da cuenta de las tensiones entre los obispos alemanes y el Vaticano. La Conferencia Episcopal Alemana sigue adelante con una suerte de debate reformista, surgido precisamente de la investigación de los abusos sexuales, en el que se pretenden abordar temas tan espinosos como el papel de la mujer en la jerarquía eclesiástica, la homosexualidad y el celibato.
Roma ha advertido, según el diario, que esas cuestiones son competencia de la Iglesia universal y no de una especie de sínodo nacional.
Sin hacer referencia a esa discusión entre los obispos alemanes y el Vaticano, el Superior General de la Compañía de Jesús, la orden a la que pertenece el papa Francisco, el venezolano Arturo Sosa, admitió este lunes en un encuentro con la prensa en Roma que existe "una lucha política" dentro de la Iglesia con el objetivo de influir en la elección del próximo pontífice, de acuerdo a un despacho de la AFP.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, Reinhard Marx, miembro del reducido consejo que asesora al Papa en las reformas de la Iglesia y hombre teóricamente cercano a Francisco, viajará esta semana a Roma para defender el diálogo reformista, continúa El País.
Para los obispos alemanes, que han constatado como su iglesia ha perdido más de 200.000 miembros, se trata de abrirse a la sociedad actual para no perder sensibilidad social.
El jefe de los jesuitas siguiendo en su línea argumental afirmó que la lucha es "entre los que quieren la Iglesia soñada por el Vaticano II y los que no". La referencia de Sosa al Concilio Vaticano II, convocado por Juan XXIII en 1959 y concluido por Paulo VI en 1965, establece un marco conceptual entre conservadores y progresistas en la amplia comunidad católica que ha permeado por más de medio siglo.
Como ahora, hace 50 años, se trataba de adaptarse a los tiempos.
Los obispos alemanes hablan de desarrollar un "camino sinodal" que encontraría su sustento en que más allá de los "crímenes individuales" que demostró la investigación de los abusos sexuales, hubo "también causas estructurales dentro de la Iglesia que los permitieron”, como explicó Theodor Nolzenius, portavoz del Comité Central de los Católicos Alemanes (Zdk, por sus siglas en alemán).
El Zdk, explica El País, agrupa a más de 140 organizaciones católicas, así como personalidades de la política y del mundo académico y sostuvo el fin de semana pasado una reunión con los obispos de la que surgió una respuesta a las advertencias del Vaticano en el sentido de que tienen en mente "la unidad de toda la Iglesia".
Francisco les había alertado del peligro de poner en marcha procesos que acaben alejando a la Iglesia alemana. "El papa, recordó el Superior de los Jesuitas, propone una Iglesia sinodal (es decir participativa y que toma en forma colegiada las decisiones) contra el clericalismo",
Los obispos siguen sin embargo adelante. Del 23 al 26 de setiembre, el “camino sinodal” deberá recibir una probación formal por parte de los obispos en la reunión de la conferencia episcopal de Fulda, en el centro de Alemania. A final de noviembre, deberá aprobarlo la ZdK.
Fuentes: AFP, El País de Madrid
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