Se envidian mutuamente. Joan Manuel Serrat quisiera tener el talento de Joaquín Sabina, y lo mismo sucede al revés. También se quieren mucho, congenian a la perfección, han aprendido algo nuevo del otro desde que empezaron a tocar juntos y cada tanto tiempo les dan ganas de volver a emprender una gira, porque las disfrutan enormemente. "Cuando estamos juntos, si uno tiene un día regular el otro le echa una mano, o le hace unas bromas. Y fuera del escenario, las comidas y los viajes son muy divertidos", dijo Sabina, cerveza en mano, sombrero en la cabeza y calaveras en anillos y colgantes.
Serrat, con camisa estampada y un saco que deja pronto en el respaldo de su silla, apuntó, "estas giras son una magnífica excusa para regresar a lugares que uno quiere y ver gente que uno desea ver".
Esta gira, que como su nombre No hay dos sin tres indica, es la tercera en conjunto, luego de Dos pájaros de un tiro (2007) y La orquesta del Titanic (2012). Los trae a Montevideo para tres shows en el Antel Arena, el 20, 21 y 23 de noviembre, esa última función agotada (aún hay boletos en Tickantel para las otras dos). Y ha sido también una gira involuntariamente convulsionada, porque les tocó llegar a Sudamérica en un momento de cambios electorales y en los peores casos, de crisis sociales y políticas, al punto que tuvieron que suspender su presentación en Santiago de Chile.
"Cuando empezamos esta gira no sabíamos que nos íbamos a encontrar aquí con un balotaje, ni sabíamos que íbamos a tener que suspender en Chile por la situación que se produjo, ni teníamos idea de los planes de golpe de Estado contra Evo Morales. Nosotros también somos pobres víctimas del calendario y de las circunstancias. Preferiríamos ver en casa esa Bolivia con un crecimiento del 3,5% ejemplar, o con la disminución del analfabetismo, y con una incursión del indigenismo en la vida pública como el que había, a estar cerca y contemplar el desastre al que están sometiendo a los bolivianos, como una nueva repetición de políticas que creíamos superadas", dijo Serrat. A su lado, Sabina agrega que vivirlo estando aquí también les permite estar más interiorizados y conscientes de la situación.
De todos modos, el de Úbeda reconoce que le sorprendió lo que pasó en Chile. "Igual que a ustedes", dice. Su colega cree que el presidente Sebastián Piñera aún no es consciente de la magnitud de lo ocurrido. "Esto suele suceder bastante en aquellos que viven encerrados en su burbuja", comentó Serrat.
En Uruguay se encuentran con una situación diferente. "A mi me parece dentro de lo que es América Latina un país que tiene algo de ejemplar. Es el único país que sigue teniendo una clase media culta, unas librerías extraordinarias y que se las arregla para tener un tipo de civilización política que no hay en otros lugares. En fin, no voy a doraros la píldora, pero tenemos un lado del corazón muy oriental", elogió Sabina.
Recién llegados, y con una estadía algo más extensa de lo habitual (se quedarán toda la semana), Serrat y Sabina protagonizaron una conferencia de prensa en la que participó El Observador, y en la que compartieron sus reflexiones sobre la situación actual en España, la música y la poesía actual, el hacer música juntos y hasta de la futura serie biográfica que se hará sobre Sabina.
Serrat: Ha sido no solo inesperado, sino indeseado. Hemos perdido, como siempre, muchísimo tiempo en nada y en este momento no hay mayoría para gobernar, entonces hay que buscarla. Todos son rehenes de estas alianzas para gobernar. Creo que esto ha tardado en suceder, pero este partido de ultraderecha no apareció de la nada, los votantes estaban en otro partido.
Sabina: Era una buena noticia que habiendo partidos de ultraderecha en Francia, en Italia, en Alemania, en España no lo hubiera, porque el PP - donde estaban esos votantes - los había civilizado un poquito. Ahora se van a ir al monte de nuevo.
Serrat: Discrepo. No los han civilizado, y recuerdo la frase del emperador romano Claudio que decía "hay que dejar que la mierda aflore", y esto es eso. Se vive mejor teniendo enfrente, midiendo e incluso discutiendo con el adversario que teníendolo oculto dentro de otro grupo, con el que en el fondo estaban incómodos, y hagan que otra gente de derecha tenga que radicalizarse para estar a la altura.
Sabina: Lo que ocurre es que la derecha española no ha sabido hacer lo que hizo la derecha europea, que es hacer un círculo para no incluir a la ultraderecha y a sus alianzas. En España no se ha hecho eso, contra el consejo de (Emanuel) Macron y el de (Ángela) Merkel, están aliados y ese es el problema.
Sabina: Pasado un determinado tiempo a los dos nos van entrando ganas de hacerlo otra vez, sobre todo recordando lo felices que fueron las dos primeras giras. Porque creo que nuestros conciertos cuando estamos juntos no son exactamente de música, son fiestas populares intergeneracionales e interclasistas. Es una fiesta.
Sabina: A veces, modestia aparte, por lo que oigo en la radio, me gustaría que esto hubiera tenido más influencia de la que tuvo. Porque se está perdiendo el amor por la palabra bien escrita, el amor por la poesía, en España ahora lo que está por todos lados es eso que llaman música urbana, que son unas rimas más hechas de gente que en su puta vida ha leído un poema y que hablan de quien la tiene más larga. No creo que tengamos tanta influencia, lo siento.
Sabina: Yo pasé de ser presidente de su club de fans y de admirarlo por sobre todas las cosas y de cantar sus canciones cuando estaba en el exilio en Londres, a compartir escenario con él de igual a igual, y eso fue una emoción increíble.
Serrat: Y empezó a conocer partes del oficio como por ejemplo la palabra "prueba de sonido".
Sabina: La palabra "ensayar".
Serrat: Yo descubrí las medias a rayas.
Sabina: Yo descubrí que dentro de su enorme talento hay una enorme disciplina.
Serrat: Yo sé dónde voy a pasar el domingo, será fuera de Montevideo con unos amigos. Y atendiendo el resultado de la elección. El balotaje no admite tantos pronósticos, puede ser al revés de lo que se viene anticipando.
Sabina: Esta vez estoy más despistado que otras veces, porque conocíamos a Tabaré Vázquez y yo conozco personalmente al Pepe (Mujica), que me visitó en el hotel la otra vez, pero no tengo ni idea de Martínez y eso me tiene despistado porque no tengo una opinión personal. Y desde luego preferiría que ganara el Frente Amplio.
Serrat: Creo que el artista en general ha ocupado un lugar cuando la sociedad no puede, estos países que han vivido dictaduras y los artistas fueron tan reprimidos como los líderes políticos o como militantes, donde cualquier opinión era motivo suficiente para ser procesado, el artista ha tomado una significación que era la de estar a favor de su pensamiento siempre, y creo que tiene derecho a hacerlo. ¿Por qué un médico si y un artista no? ¿Por qué un mecánico si y un artista no? Sea cual sea su postura y la bandera que defiende. Yupanqui tenía una frase: "Aunque canto en todo rumbo, tengo un rumbo preferido", pues eso.
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