El salario real todavía se encuentra en niveles inferiores a los registrados en 2019. Con este disparador y ante el inminente inicio de una nueva ronda de Consejos de Salarios que determinará la política salarial de los próximos dos años, el instituto Cuesta Duarte se dedicó a estudiar cuánto ganan los uruguayos, cómo se distribuyen los salarios en función de las características de las personas y los empleos, y qué proporción del total se considera que percibe remuneraciones sumergidas.
A los efectos de determinar cuánto es un salario sumergido el instituto fijó una cifra de ingreso líquido que "resulta insuficiente en relación al costo de vida". “Para este informe, se considera salario sumergido a aquel inferior a $ 25.000 líquidos al mes por una semana laboral de 40 horas de trabajo”, indica el informe.
Del estudio al que accedió El Observador se desprende que, a lo largo de 2022, unos 549.000 ocupados percibieron ingresos por su trabajo por debajo de los $ 25.000 líquidos al mes por 40 horas de trabajo semanal, representando un 33% del total de ocupados. Entre ellos, 173.000 no alcanzaron los $ 15.000 (11%) mensuales. Por su parte, unos 371.000 percibieron ingresos líquidos entre $ 25.000 y $ 35.000, 319.000 ganaron entre $ 35.000 y $ 50.000, mientras que 407.000 ocupados recibieron ingresos mensuales por encima de los $ 50.000 líquidos. Al analizar los trabajadores en relación de dependencia, la cantidad con salarios sumergidos menores a $ 25.000 líquidos al mes asciende a unos 322.000, lo que representa un 28% del total. En el otro extremo, unos 297.000 asalariados perciben ingresos mensuales por encima de $ 50.000 líquidos.
El estudio señala que "la proporción de trabajadores con ingresos laborales sumergidos se ha intensificado en los últimos años". En este sentido el análisis compara la situación actual con la observada en 2019, año previo a la pandemia.
Este análisis comparado muestra que mientras en 2019 la proporción de ocupados y asalariados con ingresos laborales menores a $ 25.000 se correspondía con el 28% y 23% respectivamente, en 2022 los porcentajes pasaron a ubicarse en 33% y 28%. Los ocupados que ganan menos de $25.000 fueron en 2022 casi 100.000 más respecto a 2019, pasando de 452.000 a 549.000 en 2022. Por su parte, el incremento en la cantidad de asalariados con salarios sumergidos fue de 55.000, pasando de 267.000 en 2019 a 322.000 en 2022.
Al profundizar en el análisis el estudio apunta también que las mujeres presentan una mayor proporción de ingresos sumergidos. Entre las ocupadas, un 35% no alcanzan los $ 25.000 líquidos al mes, un guarismo mayor al 32% correspondiente a los hombres. Entre los asalariados, la proporción de mujeres con salarios sumergidos también es 3 % mayor a la de los hombres (29% frente a 26% respectivamente).
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