Se lleva adelante la mayor huelga británica de la última década

Cada sector tiene reclamos particulares, pero todos coinciden en el pedido de un aumento salarial inmediato con el que poder paliar la inflación que ya superó el 10% en el Reino Unido y reivindicaciones laborales.

Este lunes pasado, las suspensiones de tareas y los reclamos habían comenzado con los ambulancistas, gremio que de ser aplaudido durante la pandemia del covid-19, pasó a ser uno de los que tiene más bajos salarios y peores condiciones laborales. Al conflicto, se sumaron enfermeros y enfermeras y otros profesionales de la salud. 

Ante la falta de respuestas, otros gremios sumaron sus reclamos particulares. Esto ocurrió con los docentes, que vienen en estado de asamblea hace meses estudiando los modos efectivos de protesta. En su caso, la inflación superior al 10% les generó un recorte salarial del 23% en términos reales desde 2010.

Los docentes exigen un aumento, que debe ser financiado por el Estado para que las escuelas puedan invertir en otros gastos de primera necesidad. Libros de texto, por ejemplo.  

La respuesta del gobierno británico llegó por boca de la secretaria de Educación, Gillian Keegan, que el mes pasado señaló que sólo serían asignadas 2.000 millones de libras esterlinas para escuelas británicas en los próximos dos años, lo cual supone un aumento del 5%. La demanda continuaba insatisfecha.

Jo Grady, secretario general del Sindicato de Universidades y Colegios (UCU), dijo que los profesores sólo volverían a trabajar “si los rectores universitarios utilizan la gran riqueza del sector para abordar más de una década de caída salarial, prácticas de empleo inseguras y devastadores recortes de pensiones”.

En el mismo sentido, la secretaria general adjunta del Sindicato Nacional de Educación (NEU), Mary Bousted, denunció que está expuesto el deterioro del sistema educativo británico: “Ante los recortes de fondos, sólo tenemos la repuesta de huelga: estamos desenmascarando un servicio que está de rodillas”.

Este miércoles, en el primero de los siete días de huelga convocados por el NEU (que agrupa cerca de 300.000 profesores), 23.400 escuelas en Inglaterra y Gales se verán afectadas. Lo que significa más de 4 millones de alumnos sin clase.

A la jornada de huelga se suman también maquinistas de una docena de compañías de trenes, el personal administrativo de 150 universidades y no menos de 100.000 funcionarios de ministerios, puertos y aeropuertos.

La masiva jornada de paro ocurre en medio de los primeros 100 días en el poder del primer ministro Rishi Sunak, líder del Partido Conservador. Sunak fue nombrado el 25 de octubre de 2022 por Carlos III, tras la dimisión de su predecesora Liz Truss.

Los ministros británicos insisten en la vieja fórmula que señala que aumentar los salarios al nivel que exigen los sindicatos impulsaría la inflación y que se encuentran empeñados en reducir ese nivel de porcentaje en el corto plazo.