El próximo 8 de setiembre, el veterano líder socialista del Partido Demócrata de los Estados Unidos Bernie Sanders cumplirá 84 años. Supera en edad a quienes encabezan las simpatías en los dos partidos mayoritarios del país, Joe Biden, que en noviembre llegará a los 81, y Donald Trump, que con sus 77, aspira su retorno a la Casa Blanca y desplazar así a Biden, que irá por la reelección el año próximo.
El cambio climático es una crisis global y ningún país solo puede resolverlo. “Si los Estados Unidos, China, y otros países industrializados no se unen para reducir drásticamente las emisiones de efecto invernadero, el mundo que dejaremos a nuestros hijos, hijas y a las generaciones futuras será cada vez más insalubre e inhabitable. Trágicamente, la cooperación que se necesita para abordar esta amenaza existencial está siendo socavada por indolentes tanto de los Estados Unidos como de China, lo cual nos están llevando hacia una desastrosa guerra fría”, comienza.
Es momento “de repensar radicalmente la geopolítica para reflejar la realidad de que la cooperación internacional no sólo está en el interés de todos los países, sino que es absolutamente necesaria para la supervivencia del planeta”, continúa.
“Los últimos ocho años fueron los más calurosos jamás registrados. En los Estados Unidos, julio batió más de 3.200 récords de temperatura diaria y docenas de ciudades estadounidenses rompieron o empataron sus registros anteriores de temperaturas diarias tres o más veces. Phoenix experimentó 31 días seguidos a 43,3°C o más, 13 días más que el récord anterior. El Paso, Miami, Austin y muchos otros lugares también sufrieron períodos de temperaturas extremas que rompieron récords de calor”, advierte Sanders.
El humo de los incendios en Canadá “se extendió por medio mundo, provocando una calidad de aire nocivo para la salud. Vermont, el Estado que represento, experimentó inundaciones que dañaron 4.000 hogares y 800 negocios, el peor desastre natural del Estado desde 1927”. En Maui, Hawai, “los incendios se cobraron más de 100 vidas, lo que se convirtió en el incendio forestal más mortífero en los Estados Unidos en más de un siglo”, afirma.
El mes pasado, “China atravesó temperaturas de hasta 52,2°C y las recientes inundaciones mataron a unas 100 personas y destruyeron casi 200.000 hogares. Desde Tokio a Roma, Túnez o Tirana, ciudades de Asia, Europa y el norte de África tuvieron los días más calurosos jamás registrados. En Irán, el índice de calor alcanzó los 70°C. En Cuba, República Dominicana y El Salvador se vieron récords de temperatura”, consigna el artículo.
Nuestros océanos “nunca estuvieron tan calientes. En este momento, el 44% de los océanos del mundo está pasando por una ola de calor marina”, advierte Sanders, quien menciona que las temperaturas del Mediterráneo y otros mares amenazan con “devastar más aún los arrecifes de coral, las pesquerías y los ecosistemas marinos de todo el mundo”.
En medio de esta crisis global, hay buenas y malas noticias, dice Sanders: “La buena noticia es que en los últimos años se dieron pasos largamente esperados para hacer la transición de la economía global de los combustibles fósiles a fuentes de energía más eficientes y renovables. En los Estados Unidos, el Acta de Reducción de Inflación (Inflation Reduction Act) incluyó una cantidad histórica de 300.000 millones de dólares en inversiones en energía limpia y eficiencia energética, lo que podría ayudar a aumentar la energía solar estadounidense por 500% y más del doble de la energía eólica para el año 2035, reduciendo las emisiones de carbono por aproximadamente 40%”.
Sanders reconoce que otros países también realizaron importantes inversiones: “China gastó US$ 546 billones en energía limpia el año pasado y continúa fabricando e implementando más energía renovable que el resto del mundo combinado. Para 2030, China podría desplegar suficiente energía renovable para prácticamente triplicar toda la red eléctrica de los Estados Unidos. La Unión Europea presentó un plan para invertir más de US$ 1 millón de millones durante la próxima década en energías renovables y eficiencia energética, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por 55% en comparación con 1990”.
Respecto del mundo empresarial “se alejaron de las inversiones en combustibles fósiles y ahora están gastando cientos de miles de millones en energía sostenible. En total, la Agencia Internacional de Energía (International Energy Agency) espera que la comunidad global invierta US$ 1,6 millón de millones en energía eólica, solar, vehículos eléctricos, baterías y redes eléctricas este año, en comparación con sólo US$ 1 millón de millones en combustibles fósiles”.
La Agencia Internacional de Energía pronosticó que las energías renovables “superarán al carbón y se convertirán en la mayor fuente de generación de electricidad mundial a principios del 2025, mucho más rápido de lo previsto anteriormente”, dice el artículo.
“La mala noticia es que todavía estamos muy por debajo del tipo de inversiones necesarias para enfrentar esta crisis. Todavía no estamos actuando lo suficientemente rápido para salvar nuestro planeta. El último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático proyecta que, sin acciones de mayor urgencia, el mundo superará el umbral clave de 1,5°C a principios de la década de 2030, poniendo en riesgo un futuro fatal para nuestros niños y niñas y el futuro”, continúa.
“Seamos claros: desde el comienzo de la Revolución Industrial, los Estados Unidos emitió más carbono a la atmósfera que cualquier otro país. Mientras las nuevas tecnologías sustentadas en combustibles fósiles mejoraron nuestro nivel de vida, nosotros sembramos las bases para la calamidad climática que ahora vive el planeta”, enfatiza.
En los últimos años, advierte Sanders, “la economía china, que está creciendo rápidamente, eclipsó a la de los Estados Unidos como principal emisor de carbono del mundo. En este momento, China está construyendo seis veces más centrales eléctricas alimentadas con carbón que el resto del mundo combinado: el equivalente a dos nuevas plantas de carbón cada semana”.
El año pasado, “cuadriplicaron el número de nuevas plantas de carbón aprobadas en comparación con 2021. Los planes actuales prevén que China agregue a su red tanto carbón nuevo como el que se utiliza en toda la India, el segundo mayor usuario de carbón, y cinco veces más la capacidad de carbón que utiliza los Estados Unidos”, dice el veterano líder socialista.
Agrega que “no es ningún secreto que el gobierno chino está adoptando muchas políticas a las que nosotros y la comunidad internacional deberíamos oponernos. Están reprimiendo e internando cruelmente a los uigures, y sofocando la libertad de expresión en Tíbet y Hong Kong. China intimidó a sus vecinos, abusó del sistema de comercio global y está construyendo un Estado de vigilancia distópico”.
“Los Estados Unidos está organizando apropiadamente a sus aliados para presionar a Beijing sobre estas y otras cuestiones. Pero es poco probable que organizar la mayor parte de nuestro esfuerzo nacional en torno a una confrontación global de suma cero con China cambie el comportamiento chino y vaya a alienar a aliados y socios”, opina Sanders. Y continúa: “Lo más importante es que podría condenar a nuestro planeta al hacer imposible la cooperación climática entre los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo. Necesitamos avanzar en una nueva dirección. La historia reciente proporciona algunos ejemplos instructivos”.
Tras historiar los conflictos de la guerra fría, considera que “hoy nos enfrentamos a una dinámica similar: nos enfrentamos a una catástrofe colectiva si no cambiamos de rumbo. En los últimos años, tanto los Estados Unidos como China aumentaron considerablemente sus presupuestos militares. Los Estados Unidos gasta ahora unos US$ 900.000 millones en el Pentágono, más que los próximos diez países juntos gastan en armas. China, con el segundo mayor presupuesto militar del mundo, gasta casi US$ 300.000 millones”.
Casi como una conclusión que no puede pasarse por alto, Sanders dice que “ambos países están perdiendo la guerra contra la crisis climática. En el futuro, los científicos nos dicen que grandes ciudades como Shanghai y Nueva York quedarán bajo el agua si no actuamos eficazmente contra la crisis climática”.
“Sé que los políticos del establishment de ambos países me dirán lo ingenuo y poco sofisticado que soy al ofrecer tal sugerencia y me darán un millón de razones de por qué no se puede hacer. Mi respuesta es la siguiente: vayan a hablar con las personas de Vermont que perdieron sus hogares debido a inundaciones y con las familias de Hawai que perdieron a sus seres queridos en los recientes incendios. Vayan a hablar con las más de un millón de personas en China que fueron desplazadas por inundaciones catastróficas. Vayan a hablar con la gente del sur de África que muere de hambre debido a la terrible sequía y las inundaciones que están teniendo o con los agricultores de todo el mundo que ya no pueden cultivar debido a la escasez de agua”, continúa.
“Nelson Mandela dijo: Siempre parece imposible hasta que se logra. Si queremos salvar el planeta, ahora es el momento de actuar audazmente. Hagámoslo”, concluye Sanders.