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Silencio y dolor en el entierro de la mujer que murió esperando un ómnibus
El silencio era total. Algunos pasaban la mano por la espalda de otros para darles tranquilidad. "Qué dolor, qué dolor", fueron algunas de las pocas palabras que se repitieron una y otra vez entre los familiares, compañeros y conocidos que se acercaron este lunes al Cementerio del Norte a despedir a Rosa Rodríguez, quien murió luego de que una bala perdida le diera en la cabeza causándole una muerte instantánea.
Rosa Rodríguez era enfermera en el Hospital Pereira Rossell y el sábado pasado iba a trabajar como hacía siempre. Pero mientras esperaba el ómnibus que la llevaría al centro de salud, en el lugar se produjo un tiroteo entre policías y unos delincuentes que acababan de robar, y un disparo tomó otra dirección.
Rodríguez era el sostén de su familia, compuesta por su hija y su madre. Gisella Duarte, compañera y amiga cercana de la fallecida, contó que la mujer era la jefa de familia. La víctima era la responsable de que no le faltara nada a su hija -para que pudiera continuar con la carrera de Odontología- y a su madre de 90 años.
Unas cien personas concurrieron al cementerio y algunos de ellos se acercaron a dar el pésame a la familia. Entre lágrimas y llantos, los conocidos de la mujer la despidieron pero sin querer irse a la vez.
El entierro duró aproximadamente treinta minutos. Entre los presentes hubo quienes no pudieron contener las lágrimas cuando el ataúd fue retirado del lugar. "Qué pena que sucedan estas cosas para que nos juntemos pero bueno, así son las cosas", le dijo un hombre a otro mientras lo abrazaba.
Paro en la salud
La Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) decretó un paro de 24 horas para este lunes por el fallecimiento de Rodríguez y realizó una concentración esta mañana frente al hospital reclamando un alto a la violencia. Por la tarde, los compañeros de la fallecida se trasladaron en dos ómnibus contratados que ingresaron en el cementerio para que puedan despedirse de quien compartió sus días de trabajo con ellos durante 25 años.
La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) también dio sus condolencias a la familia. A través de un comunicado divulgado este domingo, el directorio y la gerencia general de ASSE desearon "su más profunda congoja" y dieron sus "más sentidas condolencias a familiares, amigos y compañeros".
"Rosa será recordada por su espíritu solidario, por una trayectoria ejemplar de 25 años de servicio en el Pereira, por su generosidad y por su gran compromiso con la Salud Pública", agregó la publicación. Ese mismo mensaje se repitió varias veces entre las personas que asistieron a despedir a Rodríguez, quienes recordaron en voz baja lo buena persona que fue y que no se mereció este final.
