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SMU, en alerta porque el fideicomiso de Casa de Galicia aún no se ejecutó
El Poder Ejecutivo autorizó en junio de 2019 la creación de un fideicomiso de US$ 28 millones para que Casa de Galicia resolviera las dificultades económicas que atraviesa. La institución se comprometió a destinar parte de este dinero al pago de los salarios de médicos y funcionarios, así como a saldar antes de terminar 2020 la deuda contraída con algunos médicos que no perciben salario vacacional desde por lo menos 2013.
Sin embargo, el fideicomiso todavía no se ejecutó. El Sindicato Médico del Uruguay le transmitió su "preocupación" al Ministerio de Salud Pública, ya que cinco meses atrás el gremio había calculado que a fines de noviembre el fideicomiso comenzaría a ejecutarse, lo que finalmente no pasó.
La directora técnica de Casa de Galicia, María José Cancela, dijo a El Observador que la ejecución se vio demorada por los trámites administrativos que debieron hacer en estos meses. Además señaló que la aprobación del Poder Ejecutivo supone que el fideicomiso "seguro" se ejecute y transmitió la necesidad de la institución de que eso pase "lo antes posible". No obstante, Cancela prefirió no dar más detalles.
Una de las condiciones acordadas en junio fue la creación de una comisión de seguimiento de la que participaran el SMU y la Federación Uruguaya de Salud, que está integrada por la Asociación de Funcionarios de Casa de Galicia. Su tarea principal es –por un mínimo de cinco años– controlar cómo la empresa gestiona el dinero y resuelve la situación crítica en que se encuentra, para reportar eventuales irregularidades a la Junta Nacional de Salud.
Los integrantes de la comisión se reúnen cada dos o tres semanas desde entonces. Soledad Iglesias, la directora de la Unidad de Negociaciones del SMU, contó a El Observador que en el último encuentro el Ministerio de Salud Pública se comprometió a pedirle más información a Casa de Galicia acerca de los pasos que dio en estos meses. El presidente de la Junta Nacional de Salud, Arturo Echevarría, se negó a responder al ser consultado para esta nota.
Casa de Galicia tiene un grado inversor categoría A hasta el 30 de abril de 2020, según el análisis de CARE Calificadora de Riesgo publicado en la Bolsa de Valores de Montevideo. "La probabilidad de cambios desfavorables previsibles en el entorno es baja y compatible con la capacidad de la entidad de manejarlos, aunque incrementando también levemente el riesgo. (Es un) grado de inversión con observaciones", concluyó la calificadora.
Casa de Galicia atiende a una población de 46.500 usuarios y cuenta con 1.700 funcionarios, entre médicos y personal no médico. Según el acuerdo firmado en junio, la institución médica deberá cumplir con 74 puntos que pretenden asegurar su reestructura.
Parte de su reestructura depende de la Asociación Española y de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), que acordaron comprarle servicios. La institución privada le compra camas de internación para adultos en cuidados moderados; para niños y adultos en la emergencia, y le va a vender sus servicios de laboratorio. El convenio con ASSE, en tanto, supone que el prestador público le compre camas para adultos en cuidados intermedios e intensivos.
La gerencia de Casa de Galicia seguirá siendo la misma; los acuerdos con ASSE y la Asociación Española no modifican su estructura. El análisis de riesgo señala que en el último tiempo se produjo una "muy fuerte reducción de personal por vía voluntaria" y una disminución de la cantidad de afiliados.
