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Sobre el viaje del hombre a la luna: qué dice la ciencia y qué dicen las teorías conspirativas
A lo largo de la historia se han creado cientos de teorías conspirativas. Entre ellas, la teoría de que el hombre nunca llegó a la luna. Esto ha sido casi una "certeza" para muchos desde hace casi medio siglo.
Si bien el profesor de Astronomía de la Universidad de California, Michael Rich, afirmó a BBC Mundo que "es un hecho científico comprobado que sí sucedió. Y no una sola vez, sino seis, entre 1969 y 1972", muchos afirman que se trató de un montaje del gobierno de Estados Unidos, y que fue grabado en un desierto de Nevada y filmado por el mismo Stanley Kubrick.
Sin embargo, este mes se cumplen 45 años del último aluzinaje, la serie de expediciones de la Tierra a la Luna que representó uno de los hitos más trascendentales de la carrera espacial.
"Fue un hecho tan relevante en su momento que reconocieron su importancia y veracidad hasta las agencias científicas y de inteligencia soviéticas, enemigas de las estadounidenses durante la Guerra Fría. Ellos hubieran sido los primeros en denunciar un fraude", aseguró Rich.
Además, el especialista manifestó que pese a que han pasado muchos años desde el último viaje del hombre a la Luna, todavía existen muchas evidencias científicas del hecho.
Unas de las misiones Apollo era tener más conocimiento de la estructura y sus movimientos alrededor de la Tierra.
En julio de 1969 Neil Armstrong y Edwin Aldrin depositaron en la superficie lunar unos dispositivos para un programa denominado Sísmica Pasiva y Sísmica Lunar de Perfiles, con el objetivo de detectar movimientos tectónicos en las placas. Gracias a esos dispositivos, en 2011 se pudieron detectar señales de un sismo ocurrido a más de 1.500 kilómetros de profundidad, casi el mismo centro de la Luna.
Aldrin y Armstrong depositaron, además, unos retrorreflectores, una especie de espejos que reflejan señales de rayos láser que son enviadas desde la Tierra y permiten calcular la distancia entre ambas. Si bien la Luna es atraída por la gravedad de la Tierra y rota alrededor de ella, no siempre lo hace a la misma distancia: hay ciclos en las que se aleja a un punto máximo (apogeo) y otros en los que se acerca (perigeo).
"Estos aparatos permitieron medir con gran precisión la distancia entre la Tierra y Luna. Y lo más curioso es que todavía están operativos. Cualquier científico con un buen telescopio podría incluso hoy ver cuando las luces láser se reflejan en esos equipos", aseguró Rich.
Pero hay más evidencias, como por ejemplo, la "basura" lunar.
Laurie Castillo de la NASA contó a BBC Mundo que se continúa investigando a la Luna a pesar que no haya presencia humana. Castillo contó que existe el "Lunar Reconnaissance Orbiter que está haciendo cosas asombrosas". Se trata de una sonda colocada en 2009, que permite realizar una profunda exploración del satélite.
Entre las imágenes enviadas por el orbitador a la Tierra, se pueden ver lugares a donde llegaron los tripulantes de Apollo, ya que se ven los equipos con los que se desplazaban los astronautas para sortear la débil gravedad lunar.
"Como todos los lugares a los que va el hombre, allí también dejamos basura. Y allí ha estado por casi medio siglo. Con la sonda lunar hemos podido ver cómo se encuentran después de tanto tiempo", indicó Rich.
Además, en la segunda misión tripulada, Apollo XII, los astronautas trajeron a la Tierra un poco de ese "desecho lunar". Recogieron unos 10 kilogramos de fragmentos de Surveyor 3, la primera sonda en cavar un agujero en la superficie del satélite en 1967. Rich aseguró que en esos años, muchas agencias internacionales confirmaron que se trataba de fragmentos de la sonda y que efectivamente había estado sometido a las condiciones del clima lunar.
Y esta no es la única evidencia. Además de la "basura" lunar, Rich contó que también trajeron una gran cantidad de material de la superficie del satélite, según contó Rich.
Más de 380 kilogramos de piedras lunares fueron traídas de las misiones, que luego fueron repartidas para su estudio a universidades, agencias espaciales, museos e instituciones científicas en todo el mundo.
En todos los análisis, las rocas presentaron elementos químicos que son difíciles de encontrar en la Tierra. Además de que se demostró que habían estado sometidas a temperaturas y clima distintos a los que puede llegar a presentar el planeta Tierra.
Ante todas estas evidencias de que efectivamente el hombre sí pisó la luna, Rich manifestó que "si nada de lo anterior fuera suficiente, pensemos que en los programas Apollo se gastaron millones y millones de dólares y trabajaron en ellos más de 40 mil personas. Creo que no se puede engañar a tanta gente ni tirar dinero por la borda para justificar algo que no ocurrió".
Por su parte, las teorías que argumentan que el hombre no llegó a la superficie lunar, se basan en peculiaridades de las fotografías que fueron tomadas por la expedición Apollo XI.
De estas imágenes, hay cuatro detalles que fundamentan su argumento:
- Que la bandera clavada por Neil Armstrong parece moverse cuando en la Luna no hay viento por la ausencia de atmósfera.
- La huella dejada por Armstrong. Algunos indican que no es posible por la sequedad del suelo satelital.
- No se ven las estrellas.
- No se puede ver ningún cráter lunar, bajo el módulo del descenso cuando alunizó.
No obstante, según afirmó Rich, para cada uno de esos fundamentos hay una respuesta y explicó.
- La bandera se mueve por la inercia.
- El polvo lunar es similar a la ceniza volcánica y sí se puede dejar huella en él.
- La luz utilizada era demasiado débil para que captara las estrellas.
- No se formó cráter porque el módulo descendió a tan lenta velocidad que solo levantó polvo.
