Después de bajar bolsas con zucchinis, fideos, harina y maples de huevos, en la olla Nuevo España tres soldados se sientan en la parte trasera del camión. No tienen más de 22 años y llevan menos de tres de trabajo en el batallón de infantería N.º 2 Resistencia.
"Un plato de comida no se le niega a nadie", dice uno de ellos, que se prepara para ascender a cabo. Los tres destacan lo "linda" que es la actividad que llevarán a cabo desde este viernes.
El Ejército dispuso que 60 efectivos y cinco camiones transportaran 20 toneladas de alimentos a 89 ollas populares. La Armada movilizó tres camiones, una camioneta y 16 efectivos. El apoyo del Ministerio de Defensa al de Desarrollo Social (Mides) se dio luego que este último decidiera retirar el apoyo a la Coordinadora Popular y Solidaria.
Otro militar, que lleva más de 25 años en el batallón N.º 1 Florida –y que está a siete meses de retirarse–, coincide con la visión de sus compañeros. Porque, al igual que en las inundaciones o en los incendios, la gente les "da para delante".
Raquel, la encargada de Nuevo España, dijo que es "un alivio" que ahora les lleven los víveres a la casa donde cocinan y reparten merienda y cena tres veces por semana. Antes, un vecino tenía que manejar 15 o 20 cuadras para retirar los alimentos. Raquel dice que "nunca faltó nada", pero ahora que suben las temperaturas con la primavera y el verano, espera recibir ingredientes como "arvejas o atún".
En el patio de la vivienda hay varias montañas de botellas de plástico. Llevan los recipientes a un depósito y con el dinero que reciben compran gas, útiles para la cocina o incluso huevos.
"Es mucho más positivo que nos traigan las cosas acá", reconoce Patricia, encargada de la olla que funciona en la Planta Géminis, donde trabajan recicladores que fueron contratados. Antes, ellos también tenían que hacer un viaje de 15, 20 minutos. En la olla se alimentan "casi todos" los trabajadores de la planta y sus familias desde que comenzó la pandemia: en total son 120 personas.
Virginia, compañera de Patricia, enumera otros cambios. Por ejemplo, esta vez les dieron dos litros más de aceite, pero menos leche. Cada 15 días les daban una bolsa de 25 kilos de leche en polvo, pero este viernes, afirma, les dieron cuatro kilos y medio. La entrega es semanal, y el próximo viernes volverá a estar en manos de las Fuerzas Armadas.
Así lo harán los militares "hasta que nos pida el Ministerio de Desarrollo Social... sin problema ninguno", dijo el ministro de Defensa, Javier García. El secretario de Estado se mostró satisfecho en el centro de acopio de Uruguay Adelante, antes de que comenzaran los recorridos. "Esta es una de las cosas que hay que cuidar del Uruguay", afirmó a El Observador.
La olla Manuel Pérez y Curis es otra de las visitadas por los soldados del batallón Florida; cuyo teniente primero pide permiso para sacar fotos, orgulloso, cada vez que se baja del camión.
Sin embargo, en Manuel Pérez y Curis, la visión de la responsable del lugar dista de la que se percibe en las otras ollas. La encargada, Gabriela, advierte que allí comen casi 500 personas todos los días. Este viernes le dieron cuatro paquetes de fideos. Gabriela le mostró a El Observador el papel con el registro de lo que le llevaron. "Nueve paquetes de arroz –lee– Solo una olla lleva nueve paquetes y si le pongo abundante verdura", subraya, entre otros reclamos: menos aceite, menos leche.
"Cuando estaba la coordinadora llegaba otra cantidad de cosas", asegura. "A esta altura no puedo hablar con nadie. Somos un cero a la izquierda".
"El apoyo (a las ollas) se mantiene. Acá se terminó el intermediario", afirma el jerarca del Mides, Martín Lema. El ministro fue consultado en rueda de prensa sobre la polémica de las últimas semanas. La cartera retiró el apoyo a la Coordinadora Popular y Solidaria porque no había acreditado "la información solicitada sobre la distribución de los insumos".
Y tras esa decisión se determinó que –de ahora en más todos los viernes– sean las Fuerzas Armadas las que se encarguen de la distribución. "Se sabe lo que sale, se sabe a dónde llega y se sabe quién lo recibe", resaltó García.
Mientras el ministro defendía la trazabilidad del nuevo sistema, los camiones cargados se preparaban para salir rumbo a diferentes partes de Montevideo. Contra una pared, un mapa tiene las zonas delimitadas y marcados los puntos donde están las ollas. Son 89.
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