Sólo un tercio de los franceses aprueba la gestión del presidente Emmanuel Macron

Según un sondeo de la consultora IFOP, publicado por el diario Le Journal du Dimanche, la aceptación de Macron cayó dos puntos porcentuales desde enero pasado con el trasfondo del rechazo a su propuesta de elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación, además de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años para cobrar una pensión completa.

"Es el final de una larga fase de inmunidad presidencial", evaluó el responsable de la encuestadora, Frédéric Dabi, en declaraciones publicadas junto al sondeo. "Se vuelve a caer en la lógica clásica de la Quinta República, con un jefe de Estado que paga una reforma impopular", agregó Dabi, en declaraciones a la prensa local recogidas por la agencia de noticias AFP.

El análisis señala que la situación de Macron, quien asumió en 2017 y consiguió la reelección en 2022, recuerda a las atravesadas por los expresidentes Alain Juppé en 1995 y el exmandatario conservador Nicolas Sarkozy en 2010, también afectados por sendas reformas del sistema de pensiones que, al igual que ahora, fueron rechazadas por la mayor parte de la sociedad.

El trabajo de IFOP recuerda que, en comparación, los dos últimos presidentes reelectos para un segundo mandato, ocho meses después de sus respectivas reelecciones estaban muy por encima de Macron: 48% en el caso de François Mitterrand en febrero de 1989 y 57% para Jacques Chirac en febrero de 2003. El análisis, además, puntualiza que también cayó el apoyo entre sus propios simpatizantes.

Los votantes de La República en Marcha, el partido del presidente, redujeron en 12 puntos porcentuales su respaldo al mandatario, descenso de popularidad que incluso se registra entre quienes votaron por Macron en primera vuelta, entre los que cayó cuatro puntos. Su primera ministra, Elisabeth Borne, no vive una situación mucho mejor. Según IFOP, su popularidad descendió tres puntos, hasta el 29%, su nivel más bajo desde que asumió el cargo en mayo último.

Pese al repudio generalizado a la reforma previsional, el gobierno mantiene su plan, que ya se debate en el Parlamento, y que busca evitar un déficit de unos US$ 14.600 millones en la caja de las pensiones para 2030 y acercarse a la realidad en otros países europeos, en momentos en que la deuda pública de Francia se ubica en el orden del 112% del Producto Interno Bruto (PIB).