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Surgió como una huerta escolar en la crisis de 2002, empoderó a un pueblo y llegó a ser mipyme del año
En 2002, tras sentir los estragos de la fiebre aftosa y la crisis financiera, un grupo de familias del pueblo artiguense Baltasar Brum —de poco más de 2.500 personas y a una hora y media de la capital departamental— decidió apoyar la idea de un maestro del lugar.
La idea del docente del pueblo Marcos Azuaga era montar una huerta en los alrededores de la escuela para cosechar verduras. "Creíamos que esta huerta podía superar algunas deficiencias", narró el maestro en diálogo con Café & Negocios.
Muchas personas del pueblo disponían de tierras, que ellos podían utilizar para el proyecto. Y así se fue formando la comunidad.
Esa zona del país es ganadera, por lo que las hortalizas provenían de otros lugares: en aquel entonces, de las 129 familias de Baltasar Brum que tenían hijos en la escuela, solo 29 contaban con huerta, puntualizó Azuaga. Gracias al impulso del emprendimiento, hoy ese número trepó a 84.
El tiempo pasó y esta iniciativa continuaba en pie, no solo gracias al esfuerzos de las familias y del maestro, sino por el apoyo de varias organizaciones como la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE).
Con la evolución del emprendimiento a lo largo de prácticamente 15 años, las seis familias que contribuían con las plantaciones, además de Azuaga, decidieron dar uno de los pasos más importantes: institucionalizar la iniciativa.
Así fue como se fundó formalmente Conseisp de Baltasar Brum, bajo el rótulo de cooperativa, en 2016, con el apoyo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Según expresó el maestro, el nombre se debe a los ejes que articulan al emprendimiento desde el comienzo: pensamiento positivo (las dos primeras “p”), pasión, paciencia, perseverancia y participación.
Cooperación Conseisp fue concebida con una impronta agroecológica desde el comienzo, ya que producen de forma orgánica verduras, frutas y huevos, entre otros productos. A su vez, reciclan sus residuos a través de un trabajo conjunto con la Fundación Logros.
Este desempeño hizo que la cooperativa fuera reconocida con el premio a la Mipyme del Año en la categoría Mipyme con Impacto por parte de ANDE.
El desarrollo de Conseisp trajo empleo al pueblo, incluyendo a muchos de los que, cuando eran niños, comenzaron plantando en el 2002 y luego se incorporaron como emprendedores y trabajan en diferentes posiciones dentro de la cooperativa.
En la actualidad, no solo ya no hace falta que Baltasar Brum “importe” vegetales, sino que los exporta gracias a la organización y a la profesionalización de las familias que integran el emprendimiento.
De hecho, el 85% de lo producido en las huertas de Conseisp se vende a comercios de Montevideo y Canelones, y, además, también se venden sus cosechas a los alrededores del pueblo.
Según expresó Azuaga, el dinero que ganaron a través del reconocimiento de ANDE será empleado para levantar otro invernáculo que se incorpore a las áreas de producción de la mipyme. Además, el maestro adelantó a Café & Negocios que para el mediano plazo esperan llegar a Salto con alimentos naturales.
Hoy por hoy, el maestro y emprendedor calcula que los productos de Conseisp llegan a 250 familias uruguayas. Y reflexiona que esto es lo que se produce cuando pueblos, como Brum, “se empoderan”.
