La fusión del agro con la tecnología está cambiando muchos de los procesos del campo, tanto que, de la mano de la inteligencia artificial, ahora los productores pueden hasta “chatear” con sus vacas. Eso se afirma en el perfil descriptivo de Tambero.com, una aplicación que ayuda a los ganaderos de todo el mundo a administrar sus animales de manera más eficiente.
En diálogo con El Observador, Eddie Rodríguez, fundador y CEO de Tambero.com, aseguró que la aplicación puede a ayudar a sobrepasar las crisis que sufre la lechería hoy, porque pese a que hay variables que no están al alcance del productor, como el clima y los costos, uno puede ser eficiente en el manejo.
Con el actual modelo de Tambero.com está claro que se produce mejor y que se es más eficiente. Cuánto más, depende del perfil productivo de cada tambero.
En los países de bajos niveles de producción, la ayuda de Tambero.com es muy alta, de un 200% de aumento. En los países como Argentina y Uruguay hay un 10% o 12% de mejora en un año, “pero en Argentina un 10% de mejora es vivir o morir, equivale a que te suban un 10% el precio de la leche, más o menos”, indicó.
En el marco de Microsoft AI Tour, realizado en el hotel Hilton de Puerto Madero, en Buenos Aires, Rodríguez contó que la idea surgió en 2010 cuando –siendo argentino– trabajaba en una empresa de software en Uruguay –en el área de innovación y preventas– y conoció a una cordobesa, cuya familia se dedicaba al agro.
“Empecé a hacer buena letra y venía a Argentina a ver a la familia. Yo cero de campo, pero me sorprendió el nivel de avance que tenía el agro en un montón de cosas.
Sin embargo, vi que cuando llegaba la noche los productores anotaban todo en cartones, en papeles y me pregunte qué era lo que fallaba. ¿Por qué durante el día utilizaban tecnología, pero por qué no usaban un software?”, contó.
En aquellos tiempos no había ningún ‘player global’ porque las condiciones no estaban dadas. Lo que había en ese momento eran aplicaciones locales en pocos países del mundo que eran producto de tesis de alumnos de ingeniería o veterinaria y cubrían su zona de influencia.
En 2009 se empezó a popularizar el 3G y eso abrió una puerta nueva, porque internet simplificaba todo, dijo.
“Vi una oportunidad de crear un player global e imaginé hacerlo con ganadería y lechería. Quería hacer una plataforma para todo el agro, pero en ese momento el alcance de internet rural era muy limitado. Me di cuenta que la leche está cerca de los centros urbanos por una cuestión logística, y si estaba cerca de los centros urbanos los teléfonos tenían señal y por lo tanto internet”, contó.
Durante todo 2011 Rodríguez trabajó en el poblado Morteros, en Córdoba, en la cuenca lechera argentina, aprendiendo sobre el campo y sobre cómo desarrollar una aplicación rural.
El nombre surge a partir de que nadie conoce el significado de tambero, a no ser en Argentina, Uruguay y en algún otro país. A su vez, en todos los idiomas es una palabra que se pronuncia muy fácil.
“Medíamos las métricas de búsqueda y veíamos que siempre escribían mal la palabra software, pero nunca le erraban en tambero, en cualquier idioma. Es un nombre fácil de identificar”, dijo.
El nombre se escogió por su sencilla pronunciación en cualquier idioma.
Sobre fin de año salieron las primeras versiones y el 2 de enero de ese año la aplicación fue abierta al público y se inscribieron como 100 personas de todo el mundo.
“Para mitad de año ya tenía unos 2.000 o 3.000 usuarios. Cree una aplicación para una persona que nunca usó internet en su vida. Sin tablas ni listas de cosas, poca información, muy visual. A fines de 2011 teníamos como 10.000. En Uruguay hay como 1.300. Vimos que había un interés claro y fuimos evolucionando. En 2012, con la adopción de los smartphones, salió la versión móvil”, explicó.
Los productores que quieran sumarse a la plataforma deben hacerse una cuenta. Actualmente hay una versión gratis y una premium.
El 90% de las personas rurales no usan un software para manejar su producción de leche, pero es crucial para mejorar la eficiencia, porque sincroniza a todos los animales.
En Argentina el promedio del rodeo lechero es de 144 vacas, en Uruguay está cerca de las 100. Tambero.com maneja unas 30 variables por animal.
“Entonces, si vos tenes 100 vacas con 30 variables cada una, el productor tiene que tener 3.000 datos en la cabeza. Es imposible y por eso maneja todo a ojo, pero el ojo tiene un 15% o 20% de diferencia productiva”, advirtió.
En Argentina una vaca da en promedio 18 litros de leche por día, en Colombia da cuatro y en Estados Unidos 25. El promedio de Latinoamérica está cerca de los tres litros.
“Los primeros 10 litros de leche que da una vaca es lo que sabe el dueño de ese animal: están 100% relacionados a la gestión del dueño. Después entra en juego la genética, el clima, muchas variables. Yo puedo hacer que una vaca pase de cuatro a seis, quizás a ocho litros en un año enseñándole a hacer cosas al dueño, porque nuestras métricas así lo demuestran. El impacto es muy fuerte, pero no la usan porque requiere de mucha carga de datos, mucha demanda por parte del usuario”, consideró.
Una vaca come todos los días, pero si no está produciendo leche porque entró en celo o porque no está en el ciclo ideal de producción el costo de alimentación va en contra. El animal debe estar siempre en su pico productivo, porque si no está produciendo se está perdiendo plata, añadió.
“Cree una aplicación para una persona que nunca usó internet en su vida”.
“Tenés que saber cuándo hay que cambiarle la ración, identificar cuándo una vaca come más caro de lo que produce. En el ciclo productivo del animal tenés que saber que 60 días antes de parir hay que dejar de ordeñarla y cambiarle la comida porque todo lo que coma en ese momento va a potenciar el parto y hacer que ese ternero sea más sano y, si es hembra, que produzca mas leche cuando crezca. Es chatear con la vaca, hablar con el animal a través de la inteligencia artificial”, reflexionó.
La encuesta de lechería del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de este año compara los tambos redituales con los no redituables. El informe arroja que el 63% de los redituales y que el 20% de los no redituables usan software.
Entonces, expresó, “hay un 40% de los tambos redituables que anota y un 80% que pierden plata porque ni usan software ni anotan, el dueño trabaja de memoria”.
“Es un sector que le cuesta mucho asumir que compite en un mercado global con exigencias”, concluyó.
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