Spinetta y Horvilleur. Glamour y baile en la noche del jueves en la Costanera Sur Argentina

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Tras 10 años, la casa jaguar de Illya Kuryaki volvió a abrir

El dúo regresó en una irresistible fiesta de funk bien vintage
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18 de octubre de 2011 a las 13:15

Los amantes de descubrir música nueva lo saben bien y lo sostienen: es muy difícil que algo de hace diez o veinte años, que tenga una propuesta definida, vaya a ser por siempre moderno. Sin embargo, ¿no hay algún disco de Prince que escape a esa máxima? ¿Homework de Daft Punk, se volverá algún día un disco ajado por los años, pasado de moda? ¿Y qué tal el álbum blanco de los Beatles?

Todas estas comparaciones pueden sonar exageradas cuando se pone del otro lado a Illya Kuriaki & The Valderramas, por supuesto. Pero el concepto sirve cuando, como sucedió el jueves pasado en Buenos Aires, el dúo conformado por Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur —regresado a la actividad ese mismo día en un concierto para 10.000 clientes de Movistar— hace un tema como Jugo. Es una canción compuesta en 1998 y en ese concierto sonó con la misma carga de modernidad, funk electrónico y personalidad pop (todo un hit para la generación que se acercó a la MTV gracias al cable en aquellos años). Y suena tan vintage como moderna.


Es como si el tiempo no hubiera pasado, pero no por la edad de sus integrantes (ninguno de los dos llega a los 40), sino porque después de ellos no apareció una fuerza musical que combinara así tales estilos, en plane época de conceptos y compilados como el MTV Lingo, primeros desarrolladores del concepto del "urbano". Quedó un espacio vacío.

En medio de todo, y al frente de una poderosísima banda en la que Matías Rada fue acompañante ideal (ver recuadro), tanto Spinetta como Horvilleur volvieron a convertirse en esa especie de ninjas delicados y lujuriosos de muchos de sus videos. Pero claro, hay matices: “Vamos a hacer esta canción dedicada a nuestros hijos, que son los que hicieron que nos juntáramos... la guerrilla Nestlé”, bromeó Spinetta (quien dejó un poco la pose hiphopera de su momento solista para tener más momentos a lo guitar hero) antes de tocar Coolo; por supuesto, una de las canciones que más baile desató sobre el barro mojado del anfiteatro sobre la Costanera Sur.

Habrá nuevo disco y gira. Pero este concierto no tuvo nada que ver con eso: los IKV arrancaron potentes con Chaco y Welcome to the jaguar house y hasta se dieron el gusto de embarrar a unos cuantos asistentes tras proponer un pogo en las más veteranas Mi chevy y mis franciscanas y Remisero, con unas proyecciones al estilo de la Grindhouse de Quentin Tarantino y Robert Rodríguez. Pero nadie saltó demasiado durante la noche húmeda: entre otros momentos de baile salientes aparecieron Latin geisha y Jennifer del Estero, todas ellas también acompañadas por visuales en sintonía con esa estética también glamorosa (un ostentoso VIP recargado de temática setentera fue colocado al costado del escenario) que el grupo ha creado durante su carrera.

Al ser un concierto de temas ya conocidos, todo fue ganancia: la psicodelia en Expedición al Klama Hama, fue danzada tanto como el rapeo veloz y sin más que una batería de fondo en Es tuya Juan, aquella canción que descubrió a dos adolescentes nerds de la música con apellido que años después adoptarían los seudónimos Groova Chaco y Cooler O´Connor. Esos que se retan en Abarajame la bañera, la canción con la que, obviamente, terminó una intensa celebración corporal. Ya habrá tiempo de ver hacia dónde crecerá ese mundo de música que ya quisieran para sí tantos otros grupos de estilo similar. l

Radeces funk

Pareció como con algunos jugadores de fútbol: a veces, hasta que no se los ve jugar afuera no se los destaca. Matías Rada aporta su chispa virtuosa y funk en una gran cantidad de números locales (reemplaza a Nicolás Ibarburu en la banda de Martín Buscaglia, por ejemplo). Pero el jueves, tras Horvilleur y Spinetta, su melena de rulos y sobre todo, sus pirotécnicos solos fueron el complemento más apropiado de la estética Kuryaki. Su padre Rubén lo miró desde el VIP.

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