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Un acto patrio entre gabardinas y la reivindicación a la corbata
La lluvia fuerte, que empapó a los blandengues en los aprontes previos, paró unos 15 minutos antes de la llegada del presidente Luis Lacalle Pou al Obelisco. Después de los saludos de rigor con los militares, el presidente se dirigió hacia dónde estaba el resto de las autoridades de gobierno en pleno –ministros, director de la OPP, vicepresidenta– y les dijo: “Podríamos repetir la foto de las gabardinas”, en alusión a abril de 2018, cuando los líderes de la que era la oposición en ese momento presentaron la denuncia penal por las irregularidades de la gestión de Ancap . También este sábado la gran mayoría de los integrantes del gabinete llevaban las típicas gabardinas beige, lo que le hizo comentar a la ministra de Vivienda, Irene Moreira, que parece ser el uniforme del Ejecutivo.
El acto en conmemoración de la Jura de la Constitución fue protocolar, como le gusta al mandatario que se ha empeñado en reivindicar la fechas patrias como tradiciones importantes en las que despliega a todo el gobierno, pero el ambiente fue distendido. Lacalle elogió la corbata del ministro Pablo Bartol, haciendo referencia a que el jerarca nunca las utiliza, y reveló que fue él quien lo llamó para avisarle que llevara una. “Me dije, este seguro viene sin corbata”, comentó, en relación a que decidió que fuera Bartol quien lo acompañara a presentar la ofrenda floral, y debía estar acorde al protocolo. Posteriormente explicó a la prensa que la elección del ministro respondió al esfuerzo que está haciendo su cartera en estos momentos.
También hubo tiempo para una especie de rezongo al ministro de Transporte, Luis Alberto Heber, quien aparentemente se había dirigido en primera instancia a la Plaza Independencia. Lacalle Pou le señaló con el dedo el Obelisco, en referencia a que era el claro lugar de celebración para un 18 de julio.
En charla con Heber, el ministro de Industria, Omar Paganini y periodistas que los rodeaban, Lacalle recordó que cuando se realizó el acto del Obelisco de 1983 era chico y que nunca llegó a ver al orador principal, Alberto Candeau, ni recordaba la exacta ubicación del estrado. Uno de los camarógrafos le señaló que estaba a escasos metros de donde estaban ubicados en ese momento.
Algunos vecinos sacaron banderas uruguayas en los edificios que se asoman a bulevar Artigas. Y como es costumbre hubo selfies antes y después del acto protocolar. Una mujer lo interceptó diciendo que lo había votado y también a su padre, pero que le gustaba más el actual presidente porque “es más inteligente”. La mujer le dijo que esperaba que el coronavirus siguiera bajo control. “Hay que hacer un poquito más de esfuerzo”, le respondió el presidente.
"La fama es puro cuento"
"No trabajo para tener popularidad, trabajo para el bien de los uruguayos. Ustedes saben que en el mundo moderno hoy estás arriba, mañana en el medio y pasado abajo", dijo al ser consultado por las encuestas que le dan un buen nivel de aprobación por encima del 60% de los encuestados.
Y agregó que lo que quiere es que el día que termine el mandato irse para su casa "habiendo hecho todo lo imposible y que el país esté mejor. El resto va y viene. La fama es puro cuento", concluyó.
También fue consultado sobre la buena repercusión en Argentina, después de que esta semana concedió una serie de entrevistas a medios del vecino país. "Hace muchos meses que teníamos pedidos de medios argentinos y decidimos después de cierta tranquilidad en Uruguay dar esas entrevistas. No tenían un fin ulterior de comparación ni nada por el estilo. Es más, nosotros tenemos que tener la mejor relación con todos los gobiernos y sobre todo con Argentina".
