Un libro póstumo con inéditos de Benedicto XVI amenaza con provocar nuevas turbulencias

"Este volumen, que reúne los escritos compuestos por mí en el monasterio Mater Ecclesiae, debe ser publicado después de mi muerte", escribió Benedicto XVI en una carta a dirigida a los organizadores del libro, el teólogo italiano Elio Guerriero y Georg Gänswein, secretario privado del pontífice emérito, dos los hombres más cercanos a Ratzinger.

En uno de los textos, Benedicto denuncia la existencia de "clubes de homosexuales" en varios seminarios, refiriéndose a grupos que "actuaban más o menos abiertamente y que claramente transformaban el clima" en las escuelas de sacerdotes. "En un seminario en el sur de Alemania, los candidatos al sacerdocio y los candidatos al servicio laico vivían juntos”, puntualiza en unos de los escritos.

Los textos abundan en detalles. “Durante las comidas conjuntas, los seminaristas permanecían juntos con representantes pastorales casados, acompañados en parte por esposas e hijos, y en algunos casos incluso por novias. El ambiente en el seminario no ayudó en la formación sacerdotal", afirma en otro de los escritos.

Incluso, aunque sin nombrarlo, Benedicto acusa a un obispo de haber permitido la proyección de "películas pornográficas a los seminaristas, presumiblemente con la intención de permitirles resistir comportamientos contrarios a la fe".

El lanzamiento, por parte de la editorial Mondadori, se produce al mismo tiempo que llegada a las librerías un libro en el que el papa Francisco comenta sobre la homosexualidad y afirma que "Dios no repudiará a ninguno de sus hijos", destacando las diferentes visiones entre conservadores y progresistas en la Iglesia.

También luego que en ocasión de los funerales de Benedicto XVI quedaran nuevamente expuestas las fracturas hacia el interior del Vaticano, ocasión en la que Gänswein, fiel colaborador por décadas de Ratzinger, no ahorrara críticas al papa Francisco.

Hijo putativo del papa alemán que renunció golpeado por los escándalos y las intrigas, Gänswein se comprometió a defender el legado de Ratzinger a todo precio, y comenzó haciéndolo con una seria de entrevistas y anuncios durante la semana de duelo y cuando los despojos del papa emérito todavía estaban expuestos en la capilla ardiente en la basílica de San Pedro.

Según los expertos, el libro póstumo se encuadra en una ofensiva del ala más conservadora contra Francisco. “El diablo actuó contra Benedicto XVI” afirmó Gänswein al hablar de lo que definió como “los problemas” que jaquearon a Ratzinger durante una entrevista al diario italiano La Reppublica en la que relató que al difunto papa “le partió el corazón” la decisión de Jorge Bergoglio de prohibir la celebración de las misas en latín, pese a que Bendicto las rehabilitó en 2007.

En la carta en la que pedía la publicación de los textos inéditos solo después de su muerte, Benedicto afirma que no quería que se divulgaran en vida debido a la oposición que sufría en su propio país. "La furia de los grupos contrarios a mí en Alemania es tan fuerte que la aparición de cualquier palabra mía provoca inmediatamente un clamor asesino", argumentó entonces.

Por lo pronto, en el texto, que deberá esperar un tiempo antes de ser publicado en alemán, Ratzinger defiende a la Iglesia Católica contra las acusaciones de intolerancia desde una óptica conservadora en la que sostiene la existencia de una “manipulación radical de los seres humanos” y una “distorsión de los sexos por la ideología de género” en nombre de la tolerancia.

El libro comprende 16 textos escritos antes de diciembre de 2018, cuatro de ellos inéditos, y según la opinión generalizada puede ser considerado como un “cuasi-testamento” espiritual de Benedicto en el que rechaza el argumento que sostiene que el monoteísmo está vinculado a la intolerancia. “El auténtico contrapeso a toda forma de intolerancia es, de hecho, Cristo crucificado”, puntualiza en el libro.

Los expertos recuerdan que temas como la intolerancia moderna contra el cristianismo, la intercomunión entre católicos y protestantes impulsada por los obispos alemanes, las reformas litúrgicas de Francisco y el diálogo del Vaticano con el Islam suscitaron vehementes debates entre los teólogos alemanes y, a su vez, enfrentaron a la Iglesia en Alemania con el Vaticano y con el propio Benedicto durante su pontificado.

En un texto dedicada a la intercomunión, Benedicto reflexiona sobre el Sacramento de la Eucaristía y sostiene que el verdadero ecumenismo “debe tener en cuenta las diferencias entre protestantes y católicos, en lugar de ocultarlas”. Las respuestas de los obispos alemanes en contra de estas explicaciones y de su propia persona fueron una de las razones por las que, según el editor, Ratzinger optó por una publicación póstuma, y en italiano en primer lugar.

La publicación, además, llega pocas horas después que el arzobispo de Viena, Christoph Schoenborn, quien también fuera amigo personal del fallecido papa, criticara como una “indiscreción indecorosa” la publicación de otro libro, “Nient'altro che la veritá. La mia vita al fianco di Benedetto XVI” (Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI), escrito por Gänswein y en el que revela comunicaciones confidenciales del difunto papa.

Según el ex secretario privado de Benedicto, poco después de ser elegido para suceder a Juan Pablo II, Ratzinger recibió a un grupo de peregrinos alemanes a los que les confesó que durante el cónclave sintió que una “guillotina” estaba cayendo sobre él, pero que en esas circunstancias encontró el aliento de un cardenal “cohermano” que lo instó a seguir lo que Dios le tenía reservado.  Gänswein reveló que fue Schoenborn quien escribió la carta.

Schoenborn y Ratzinger se conocían desde 1972, cuando el joven sacerdote dominico tomó un curso que Ratzinger dio en Ratisbona, Alemania, y “permaneció en el estrecho círculo de sus antiguos alumnos”, escribió Gänswein. “Ese fue el caso”, confirmó el arzobispo de Viena, quien agregó: “Deliberadamente me he mantenido en silencio al respecto hasta ahora”.

Schoenborn, de 78 años, es para muchos un “papable”, o tiene las características de un futuro Papa. Descendiente de la nobleza e hijo de padres divorciados, comparte una fuerte afinidad con Benedicto y sus aliados conservadores, pero se ha mantenido en buenos términos con Francisco, al punto que defendió el actual acercamiento a las parejas divorciadas que se han vuelto a casar como un “desarrollo” natural en la doctrina de la iglesia.

(Con información de AFP y de la editorial Mondadori)