Un periodista antimafia enfrenta una demanda por difamación presentada por Giorgia Meloni

Esta es la segunda vez en poco menos de cuatro años que altos funcionarios del gobierno italiano le inician procesos penales a Saviano, de 43 años, a pesar del deber de protegerlo después de que la Camorra napolitana lo amenazara de muerte tras la publicación de su libro Gomorra en 2006.

Saviano fue acusado de difamación criminal por el entonces ministro del Interior, Matteo Salvini, en 2019, y ahora comparece ante un tribunal en Roma el martes para responder a los cargos de Meloni.

Saviano apareció en un programa de televisión italiano, Piazzapulita, después de que un bebé guineano de seis meses se ahogara en el Mediterráneo en noviembre de 2020. Fue uno de los 111 migrantes rescatados por un barco navegado por una ONG llamada Open Arms, pero murió antes de que pudiera ser llevado a Malta para recibir atención médica.

El caso cobró notoriedad en Italia, luego de que el diario católico romano Avvenire mostrara un video de la madre del bebé llorando la muerte de su bebé y publicara un editorial crítico sobre la incapacidad del estado para ayudar a los inmigrantes en el mar.

En el programa, Saviano apuntó a Meloni, líder del partido neofascista Hermanos de Italia, y a Salvini, líder del partido derechista Liga del Norte.

Saviano, visiblemente molesto por las imágenes del intento de rescate mostradas, le dijo a un entrevistador que “todo lo que puedo decir es que son unos cabrones, Meloni, Salvin ¿Cómo es posible, con tanta desesperación? Tienen una política, legal que se opone a la de recepción de migrantes, pero seguramente no en el caso de una emergencia en medio del mar”.

Saviano elogió a Open Arms por "un acto heroico" al tratar de salvar a los migrantes que se ahogaban, y agregó sobre la política declarada de Meloni en ese momento: "¿Cómo es esto concebible?"

El año anterior, Meloni había argumentado en el mismo canal de televisión que el derecho del mar ordenaba el rescate de personas ahogadas solo en circunstancias “ocasionales”, involucrando barcos que realizaban una “travesía inofensiva, a diferencia de la travesía perjudicial para la paz y la seguridad de las naciones”. Dijo que los barcos dedicados al "transporte ilegal de seres humanos" a aguas italianas "no son un paso inofensivo", y que el rescate, por lo tanto, no era un requisito legal.

Meloni presentó su recurso por difamación penal en noviembre del año pasado, en virtud del artículo 595 del código penal italiano. Aunque la difamación constituiría un caso de derecho civil en muchos países, en Italia conlleva, según este artículo, una posible sentencia de cárcel de hasta tres años.

Este sábado, Saviano le dijo al Observer que “hubo un naufragio dramático y trágico, que Open Arms recuerda como el más oscuro en todos sus esfuerzos de búsqueda y rescate. Un bebé se ahogó, y ha habido muchos, probablemente muchos más, literalmente, se escapó de los brazos de su madre y de los rescatistas, y esperábamos que esta tragedia abriera los ojos de las personas y sacudiera sus conciencias”.

“Pero de Meloni y Salvini salió una feroz e inhumana propaganda antimigrante. Meloni habla de estos barcos de ONG como piratas; ella dijo que deberían ser hundidos, su tripulación arrestada”. Saviano aludió también a lo que es de público conocimiento sobre el rol de la guardia costera libia: su complicidad activa con quienes organizan los campamentos y las salidas de los refugiados.

Y agregó que “a la luz de esto, y del cargo de difamación, ¿realmente crees que mis palabras fueron tan ofensivas? ¿En el clima de campaña electoral y política cotidiana contra una categoría de personas, definiéndolas como delincuentes, violadores y narcotraficantes? ¿Y ahora una 'carga residual'? Eso es lo que yo llamo ofensivo, duro y agudo: arruinar la vida de las personas con propaganda”.

Meloni, de quien algunos sectores esperaban que dejara caer su denuncia al asumir como primera ministra, mantuvo su posición y dijo hace dos días que en “el barco iban migrantes, no náufragos (…) que abordaron los barcos en aguas internacionales, preparados para acomodarlos y satisfacer sus necesidades de transporte”.

Según la primera ministra, la migración “es un tema que ha desatado una controversia ridícula” y afirmó que “la república bananera en la que los ciudadanos están tan molestos, pero que es tan popular en la izquierda, se acabó”.

Saviano dijo que teme no solo las manifestaciones de “la misma política feroz que siempre han tenido”, sino también “un proyecto político a largo plazo en el que la extrema derecha ahora en el poder pueda convertirse en líder del grupo de Visegrado”.

El grupo de Visegrado nuclea a la República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia y se manifiesta abiertamente antiinmigración y anti Unión Europea.