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"Un zumbido muy fuerte" y minutos de furia: así es empezar el año con una turbonada
Como si levantara un cerquillo, la turbonada de Año Nuevo pasó la santa rita de un lado al otro de la reja. Las ramas con las flores fucsias invaden el jardín interno de *Leonardo y Leticia, allí donde descansa un banco blanco sobre las pierdas. El tronco de un fresno se tiende sobre el techo de la casa, arrastrando consigo el tendido eléctrico. La pareja vive allí hace 28 años —los mismos que llevan de casados— y cuidan el jardín juntos.
Mientras podan y barren, ya llegó a Sayago el personal del municipio G. En la calle Vedia, los árboles hicieron tres cortes, después de la tormenta del domingo. Los trabajadores municipales vienen con motosierras —una de ellas larga como una lanza— y con cuerdas gruesas con las que cinchan los trozos a punto de separarse de los troncos.
"Estamos trabajando a toda máquina", dijo este lunes la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse. Añadió que el personal de la comuna estaba trabajando también en "los aspectos sociales" con "aquellas familias de situación más frágil para ayudarlas a reconstruir de la mejor manera posible su hábitat", consignó Telemundo.
Pero antes de que llegara el personal municipal, los vecinos empezaron su labor. Sacaron sus propias motosierras, o simples sierras, y comenzaron la tarea de despejar las calles con el beneficio colateral de conseguir leña para la estufa o el asado.
La tormenta fue alrededor de las 14:00-15:00 de la tarde de Año Nuevo. Los vecinos que hablaron con El Observador coincidieron en que apenas duró minutos. La familia de Guillermo estaba en el fondo de la casa; ni siquiera se había dado cuenta de lo sucedido. Una persona que iba a visitarlos les avisó al rato: "Che, no se puede entrar a la calle de tu casa".
En cambio, otros vecinos contemplaron el momento en que los árboles cayeron. Ernesto estaba durmiendo la siesta cuando lo despertó "un zumbido muy fuerte del viento, tipo película de terror". Miró por la ventana y vio que el viento destrozaba su jacarandá.
Leonardo y Leticia se dieron cuenta de lo que estaba por pasar gracias a su gato. Pantera —así se llama el animal— suele bajar despacio el techo, pero en esta ocasión lo hizo fugazmente. "Atrás fue el viento", contó la mujer.
Varias casas se quedaron sin cable. Los autos tienen que rodar sobre las veredas para salir. Sin embargo, en otros lugares la tormenta fue más cruel. En el barrio Peñarol —el otro barrio afectado además del Prado Norte— el viento voló el techo de una casa.
"Estaba en la parte de abajo, estudiando, y cuando quise acordar se había volado todo el techo hacia la casa del vecino", contó Natalia Rodríguez, que vive allí con su familia. "Atiné a pedir ayuda a mis padres para que me sacaran porque por el fuerte viento no podía abrir ni las ventanas ni las puertas", contó este lunes.
"De las chapas del techo no pudimos salvar nada. Los muebles, algunos, están mojados, lo mismo el colchón y la ropa, pero algo pudimos rescatar", dijo a Telemundo.
Respecto al daño en tendidos eléctricos, el gerente de Operaciones de UTE, Luis García, dijo que equipos del ente estatal comenzaron a trabajar el mismo domingo, y continuaron este lunes.
"El momento de pico máximo en Montevideo fue de unos 3 mil servicios afectados", informó en rueda de prensa.
¿Qué fue lo que pasó?
El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) indicó que se trató de una "microdescendente húmeda o reventón húmedo" que "consiste en una fuerte corriente descendente convectiva, originada a menudo en el seno de una nube de tormenta, que ocasiona vientos destructores".
"Tiene una dimensión horizontal inferior a diez kilómetros, y su tiempo de vida puede ir de cinco a treinta minutos", dice el informe del instituto. La estación de Inumet en el Prado "reportó a las 15:00 hora local rachas de viento de 80 km/h".
Si bien desde el instituto no consideran correcto el término "turbonada", el meteorólogo José Serra sí lo utiliza para calificar al evento del domingo.
"La alta temperatura que tuvimos ayer y el alto porcentaje de humedad relativa provocó el desarrollo de nubosidad de tormenta", explicó a El Observador.
"En la base de la nube se pueden producir fuertes corrientes de vientos descendentes, lo que podría llevar a la formación de una turbonada", indicó. En esta ocasión hubo "vientos descendentes muy fuertes que superaron los 90 a 100 km/h", según el meteorólogo.
*Los nombres de los testimonios son ficticios.
