Una bailanta multitudinaria

Mónica era una más entre los jóvenes. A sus 54 años decidió dejar de lado la siesta de domingo y partir para la Rural del Prado, al Montevideo Tropical. Tocaban 26 bandas, pero ella solo quería ver a su grupo preferido –Marcos Da Costa y su banda–, uno de los últimos en tocar. Aún era de día y ella bailaba cualquier canción que sonara. Se movía descontroladamente, meneaba y no le importaba nada más que divertirse. Con ella y entre la multitud había personas de 60 años que bailaban canciones nuevas, y jóvenes de 20 las viejas. No había edad para tirar unos pasos; no había edad para la música.

Cuando arrancó a sonar Bola 8, cerca de las 9 de la noche, Mónica estaba cada vez más cerca del escenario. Ese fue el momento en que llegó el primer pogo de la noche, con el tema Ya es ajena. Personas de todas las edades saltaban para todos lados y, una vez más, la diferencia de edades quedó opacada por la buena energía que existía en el ruedo de la Rural del Prado.

Luego fue el turno de otro clásico tropical, Sonora Borinquen. El público pedía a gritos Cometa Blanca, canción que finalmente cerró el show de la banda.

El evento rompió con todo tipo de barreras. Había familias, parejas sexagenarias, parejas de adolescentes, niños, ancianos, hombres de traje, chicas vestidas como en la década de 1980, panzas al aire y pantalones rotos. Todas las modas convivían.

Las camisetas de Peñarol comenzaron a aparecer luego de que finalizara el partido contra Racing en el Campeón del Siglo. Incluso una remera de Los Ramones brotó en medio de las 10 mil personas que estaban allí. La variedad de estilos abundaba en conjunto con las reposeras, los mates y los termos.

Uno de los asistentes fue el intendente de Montevideo, Daniel Martínez. Cuando el Fata Delgado cantaba acompañado de Marihel Barboza, Aldo Martínez, Chato Arismendi, Rolando Paz, Bocha Lozano, Chico Ferry y Cuca Gayula, el jerarca estaba en primera fila. Y en el momento en que Colegiala empezó, el intendente comenzó a bailar el trencito. Más que un concierto, la noche del domingo pasó a convertirse en un baile multitudinario.

En total tocaron 25 bandas salidas de la movida tropical, de la cumbia y la plena. El prosecretario de la Intendencia de Montevideo, Christian Di Candia, expresó que este festival "superó largamente con las expectativas previstas". Si bien no se llenó como en el caso del Montevideo Rock –al cual asistieron 18 mil personas en cada una de las dos jornadas, con localidades agotadas semanas antes de la fecha– se vendieron 10 mil entradas, 5.000 anticipadas y otro tanto en la puerta.

Ya era de noche y por el escenario ya habían pasado artistas como Charly Sosa (ex Chocolate), El Reja, Martín Quiroga, Los Negroni y El Gucci. Pero Marcos Da Costa no llegaba y la preocupación de Mónica comenzó a aparecer. Su agenda por el interior del país provocó que no pudiera llegar a la hora pautada y solamente pudo cantar dos temas: El animal y Ay mami. Pero eso no le importó a Mónica. Ella los bailó y cantó apasionadamente, como lo hizo durante todo el día entre trompetas y timbales.