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Una derrota determinante: el ejército ucraniano se retira de la estratégica ciudad de Severodonetsk
Cuando esta mañana, el jefe de la Administración Militar de la región del Donbás, Serhiy Haidai, anunció que “lamentablemente”, el ejército ucraniano va a retirar sus tropas de la ciudad de Severodonetsk, un enclave estratégico en Lugansk, la ofensiva rusa sumó la toma de diez ciudades en apenas cinco días y está cerca de controlar todo el territorio de esa república separatista, ya que sólo en la ciudad de Lisichansk se sigue resistiendo el asedio de las tropas del Ejército ruso.
Severodonetsk se encuentra en la margen izquierda del río Donéts, en la confluencia del río Borovaya, está conectada con Lisichansk por tres puentes y es un enclave estratégico para el desarrollo de la guerra.
El 13 de junio pasado, el presidente de Ucrania Volodomir Zelenski afirmó que “el destino de la guerra se juega en Severodonestk”. Y no se equivocaba: al controlar la ciudad, el ejército ruso cierra un anillo que va desde la frontera nordeste de Ucrania bajando hacia el sur y, hacia el oeste, consolida el control de los puertos del mar de Azov y, hacia el oeste de Ucrania, los del Mar Negro.
La retirada de las tropas ucranianas de Severodonestk ocurre cinco días después de la rendición ante los rusos del batallón de asalto Aidar, que defendía la periferia.
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La rendición de los combatientes de Aidar no sólo fue un acontecimiento que determinó la suerte de la ciudad, sino que puso una vez más en evidencia la actuación de grupos originalmente integrados por paramilitares neonazis incorporados a las fuerzas regulares ucranianas. Amnistía Internacional denunció que sus miembros “han estado involucrados en abusos generalizados, que incluyen secuestros, detenciones ilegales, malos tratos, robos, extorsiones y posibles ejecuciones” en la represión de los pobladores de la región de Donbás.
La retirada
Severodonestk fue escenario de fuertes combates callejeros durante las últimas semanas, pero esta mañana Serguéi Gaidai, el gobernador de la región de Lugansk, confirmó que las tropas se estaban retirando. “Las fuerzas armadas ucranianas tendrán que retirarse de Severodonetsk. Han recibido una orden para hacerlo”, dijo en Telegram.
En su mensaje agregó que “permanecer en posiciones que han sido bombardeadas incesantemente durante meses no tiene sentido” y que la ciudad ha quedado “casi convertida en escombros”.
“Todas las infraestructuras críticas han sido destruidas. El 90% de la ciudad está dañada, el 80% de las casas tendrán que ser demolidas”, explicó.
La toma de Severodonetsk permitiría a los rusos avanzar sobre la localidad vecina de Lysychansk, consolidando su control de la región del Lugansk y permitiendo progresar en su ofensiva por la cuenca minera del Donbás, que desde 2014 ya está parcialmente bajo control de separatistas prorrusos.
De hecho, el propio Gaidai admitió que ahora las tropas rusas están avanzando hacia Lysychansk y que la ciudad está siendo bombardeada sin pausa.
Un día después
Todo esto ocurre un día después que en la Cumbre de la Unión Europea realizada en Bruselas, los líderes de 27 países decidieron darles estatuto de candidatos a ingresar a Ucrania y a Moldavia, otra exrepública soviética con parte de su territorio controlado por separatistas prorrusos.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky agradeció el apoyo calificándolo como “un momento único e histórico” en las relaciones entre su país y la UE.
El presidente francés, Emmanuel Macron, cuyo país ejerce la presidencia de la UE, afirmó que esa decisión envía “una señal muy fuerte” a Moscú. Sin embargo, el propio Macron reconoció días atrás que el ingreso de nuevos países a la UE llevará tiempo.
A la cumbre europea le seguirá otra del G7 de las grandes potencias económicas y una tercera de la OTAN, en las que participará el presidente estadounidense, Joe Biden. En ese contexto, un alto funcionario estadounidense advirtió que en la cumbre del G7 del domingo próximo se podrían adoptar nuevas sanciones contra Rusia.
