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"Una escuela salvada por la comunidad”: los vecinos de Pueblo Obrero ayudaron a los Bomberos para salvar el centro educativo del incendio
En la tarde de este jueves 19 de enero se desató un incendio en Pueblo Obrero, un barrio en el balneario de Piriápolis, Maldonado.
El incendio requirió del trabajo de Bomberos y de algunos vecinos que se acercaron a dar una mano; incluso una barométrica local se acercó a ayudar, según compartió en Twitter la argentina Paola Fiege. De acuerdo con su publicación, el fuego se desató próximo a la escuela 37.
El director nacional de Bomberos, Ricardo Riaño, confirmó a El Observador que el incendio logró ser controlado. Alrededor de 100 civiles colaboraron en la extinción de las llamas, dijo el maestro inspector Walter Suárez a El Observador.
Según resaltó, varias personas de todo tipo trabajaron en apoyo a las autoridades de Bomberos y Policía: el cuerpo inspectivo de la escuela, la dirección, maestros, personal auxiliar de limpieza, la Comisión de Fomento, alumnos y exalumnos, vecinos de la zona y hasta la mencionada barométrica.
También trabajaron personal de la Fuerza Aérea, la Alcaldía de Piriápolis, Servicios de Áreas Verdes, la Intendencia de Maldonado y la Cruz Roja, de acuerdo con un comunicado de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).
Tanto Suárez como Flavia Bonjour, directora del instituto, contaron que se lograron extinguir las llamas a tan solo 10 metros del instituto educativo, que no sufrió mayores pérdidas. En tal sentido, ambos agradecieron a todos los que ayudaron a apagar el fuego y lograron que no llegara al instituto.
El combate
El inspector detalló que la escuela tiene un predio "bastante grande", de una manzana, y "muy arbolado". La escuela fue construida en marzo de 1911, añadió.
Cuando Bonjour llegó, el fuego había tomado los eucaliptus que plantó el fundador del balneario, Francisco Piria. "Él había forestado la zona de Piriápolis en ese momento y recibió un premio por esa forestación y con ese dinero construyó la escuela 37 para los hijos de los obreros que trabajaban para él en sus diferentes emprendimientos", narró.
Al llegar, la directora sintió el "ruido característico, abrumador" de las llamas y el humo. El fuego se desató en la tarde, alrededor de las 15:00. Enseguida ella se puso en contacto con las autoridades competentes.
“Yo me estaba aprontando para ir a la playa, andaba en otra cosa totalmente, y me llamaron” alertándolo del incendio, exclamó Suárez, quien salió “enseguida” para allá.
Cuando él llegó, estaban recién cortando la calle, pero los vecinos que allí estaban insistían a las autoridades para ayudar.
Asimismo, se generó una “convocatoria espontánea” para que el resto de los vecinos de la zona fuera a dar una mano. No mucho rato después, “todo Pueblito Obrero estaba allí”, incluyendo algunos niños de entre 10 y 12 años, hijos de exalumnos, que también dieron una mano en el combate a las llamas.
Quienes llegaban, traían bidones llenos de agua. Se llenaban baldes con el agua que trajo la barométrica y se hacían cadenas para trasladarlos y extinguir las llamas. También llevaban motosierras, para cortar la vegetación e intentar que el fuego se siga extendiendo.
Si bien fueron las autoridades, principalmente los bomberos, quienes se dedicaron a extinguir la parte “fuerte” del incendio, los vecinos de todas formas hicieron su parte. “Dentro de lo difícil de la situación, reconfortaba y emocionaba” ver cómo las personas se unían para combatir el fuego, manifestó Suárez. “Fue muy gratificante”, añadió.
“Eso fue lo más conmovedor: ver a la comunidad con un espíritu de defensa de la escuela. Eso es un indicador de lo que significa la escuela para la comunidad de Pueblito Obrero. Tiene un arraigo en la comunidad que ayer fue puesto de manifiesto”, expresó el inspector.
Bonjour indicó que fue una jornada de "tres horas de mucha intensidad" para lograr controlar las llamas.
Para la posteridad
Por otro lado, el docente hizo alusión al “libro de ocurrencias diarias”, un documento en donde la dirección registra la “cotidianeidad” del instituto.
Una vez que pasó el incendio, Suárez se dirigió a Bonjour y le aseguró: “Tenemos que hacer un muy buen registro de esto en el libro diario, porque fue un hito”.
“Fue la escuela salvada por los bomberos, pero con el apoyo de la comunidad. Eso fue. Una escuela salvada por la comunidad”, enfatizó. “Si alguien dentro de 50 años viene y estudia cómo era la cotidianeidad en las escuelas [ve que] pasó esto… Por eso es importantísimo”.
Al respecto, Bonjour mencionó que este viernes logró hacer ese registro documental. "Es un poco descriptivo de lo que fue la situación, pero también mucho de lo emotivo, porque me pareció importante", confesó.
Finalmente, la directora también señaló que uno de los desafíos que tiene a partir de ahora es el de "pensar cómo continuar"; en esa línea, uno de los caminos es "continuar educando en prevención" de esta clase de situaciones, puntualizó.
"Mi responsabilidad como líder pedagógico que soy es que yo tengo que tomar las riendas y decir ‘de esto tengo que enseñar’", subrayó.
