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Una lluvia de disparos y el terror de una familia de tener a un prófugo en su casa

Así fue el operativo que acabó con un delincuente muerto y tres heridos en el barrio La Comercial
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18 de febrero de 2019 a las 19:21

Sobre las 15:30 horas de este lunes, Mariela (nombre ficticio), su esposo y sus dos hijas terminaban de almorzar en una casona antigua del barrio La Comercial. A pocos metros de allí, en la esquina de Coquimbo y Juan Paullier unos hombres compartían unas copas y conversaban en un bar, donde el calor de la tarde entraba por las ventanas del local, y algunos vecinos aprovechaban la sombra de un árbol sentados en una reposera escuchando el gorjeo de las palomas.

Pero toda la tranquilidad de la tarde se cortó en seco cuando un vehículo Kia Picanto de color gris perla y matrícula argentina avanzó a toda velocidad –y a contra mano– por la calle Coquimbo. Tras de ellos varios vehículos policiales e incluso un helicóptero los perseguía. 

En ese momento los vecinos sintieron varios disparos. “Creí que eran fuegos artificiales”, reconoció una mujer que escuchó desde su casa el alboroto. El despliegue policía copó las calles poco transitadas del barrio, mientras los delincuentes avanzaban por Coquimbo, para doblar en Cufré, donde finalmente abandonaron el vehículo inutilizado por las balas de los policías. 

Al menos tres balas impactaron en el vidrio trasero. Otras, golpearon la carrocería. Pero fueron las que pincharon las ruedas las que dejaron a los delincuentes sin ruta de escape. 
Al verse rodeados, retrocedieron hacia la calle Coquimbo y a toda velocidad lograron trepar por el techo de una casa. Mientras el helicóptero los observaba desde el aire, los efectivos continuaron la persecución a través de las azoteas que conectan las distintas viviendas.

En ese momento, los delincuentes intentaron repeler a la policía a tiros, y los efectivos respondieron con más fuegos. Mariela, que ya había levantado las cosas de la mesa tras el almuerzo, se alarmó por el tiroteo que ocurría sobre el techo de su casa, y rápidamente corrió a cerrar las ventanas. 

También se dirigió a una puerta que da al fondo de su vivienda, pero mientras intentaba cerrarla, un hombre la empujó desde afuera de la vivienda haciendo que casi se cayera para atrás. 

El intruso que se metió en la casa sudaba intensamente. Estaba alterado, “muy nervioso”, según contó Mariela a El Observador, y llevaba consigo una pistola. “Tranquilos que no les voy a hacer nada”, repitió sin cesar mientras caminaba de un lado a otro de la casa. 

“Por favor, andáte”, le contestó la mujer temblando de miedo, mientras intentaba proteger a sus hijas. Afuera, el tiroteo intenso continuaba y Mariela temía que una bala entrara por aquellas ventanas que no había llegado a cerrar.  Un delincuente que se encontraba en el techo de la casa ubicada justo al lado murió por el fuego de la policía, mientras que otro también resultó herido y pudo ser detenido.

“No me puedo ir, si salgo me agarran”, repetía el hombre mientras movía su arma de un lado a otro. En su nerviosismo, el intruso no sintió cuando el perro caniche de las hijas de Mariela le mordió la pierna. Estaba demasiado ocupado pensando una ruta de escape. Caminaba hacia la cocina. De la cocina al cuarto. Se sentaba. Se paraba. Estaba inquieto.

Mariela insistía en pedirle que se fuera. Según contó temía que aquella balacera fuera producto de un enfrentamiento entre delincuentes y que uno de los que lo perseguía entrara a la vivienda y los matara a todos. 

En ese momento, la policía entró a la casa y en cuestión de segundos sacó a la familia entera para protegerlos. Rodeado, y atrapado en la casa en la que había pretendido esconderse, se entregó sin ofrecer mayor resistencia. 

El arma quedó en el ropero de una de las hijas de Mariela, donde el delincuente había intentado esconderse.  

Mientras tanto, en otro vehículo que circulaba a la altura de Batlle y Ordoñez y San Martín, fue detenido el cuarto integrante de la banda, según informó Subrayado y confirmó El Observador. Este hombre, de 47 años, llevaba consigo un chaleco antibalas. 

Finalmente, el operativo concluyó con tres delincuentes detenidos, uno de ellos herido, al tiempo que uno murió en el intercambio de disparos con la policía. Según contó la fiscal del caso, Adriana Edelman, la acción policial se activo  cuando los delincuentes estaban por “cometer un delito”, aunque no quiso detallar  de qué delito se trataba.

Los delincuentes que iban armados y llevaban chalecos antibalas, tenían todos antecedentes penales y son de nacionalidad uruguaya a pesar de que circulaban en un vehículo matriculado en Argentina. Hasta el momento, se pudo comprobar que la matrícula no corresponde con el auto en el que circulaban los delincuentes, por lo que se cree que pudo haber sido cambiada por una real -presuntamente robada a un vehículo de nacionalidad argentina- o bien falsificada. 

Los detenidos declararán ante la fiscalía para luego ser llevados ante la Justicia, seguramente este martes. 
 

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