Luego de la aparición de los globos chinos en el espacio aéreo norteamericano y su posterior derribo ya nada parece imposible. Esta vez, lo inaudito ocurrió en la playa japonesa de Enshuhama, en la ciudad de Hamamatsu, en el sudeste asiático.
Una mujer que realizaba su cotidiano paseo costero este martes, minutos antes de las 9 (hora local), vio sobre la arena una extraña bola metálica de un metro y medio de diámetro y dio aviso a la Policía local. Cuando llegaron los efectivos de la Guardia Costera de la prefectura de Shizouka, acordonaron el área, restringiendo todo tipo de actividad, bajo el peligro de explosión. Al mismo tiempo, fotografiaron a la misteriosa esfera desde todos los ángulos posibles para que especialistas de las Fuerzas Armadas la estudiaran y analizaran.
Los medios japoneses informaron que, en un primer análisis, los efectivos de la Guardia Costera, mediante un escaneo rápido, constataron que la bola estaba hueca, por lo cual descartaron toda posibilidad de explosión. Y esperan que el estudio pueda develar su origen y definir de qué tipo de objeto se trata.
Si bien por las imágenes dadas a publicidad se puede llegar, como primera conclusión, que la misteriosa bola se trata de una boya de las habituales en cualquier océano o de una mina submarina abandonada, las autoridades realizan todo tipo de investigaciones para afirmar o descartar su procedencia.
Se trata de un objeto con forma esferoidal, de más de metro y medio de diámetro, de color marrón, que quedó varado en la arena de la playa. Casi con certeza provino del océano, ya que se observaron los mismos crustáceos que se pegan a las rocas en su superficie.
La esfera tiene dos puntos de enganche en los polos opuestos similares a las de las boyas y las minas, pero su confirmada su oquedad se descartó el peligro de explosión.
Según confirmó la agencia de noticias Sputnik, las “autoridades del Departamento de la Guardia Costera señalaron que, hasta el momento, no se sabe qué es el objeto”.
El revuelo se produjo en el contexto de los episodios de los supuestos globos espías chinos que volaban en el cielo de los Estados Unidos en los últimos días, y que el gobierno norteamericano decidió derribar.
Las redes sociales, receptoras y transmisoras de la realidad al instante, se hicieron eco de inmediato de este hallazgo misterioso en la costa japonesa. Más allá de la avalancha de memes –“un huevo de dinosaurio”, “la llegada de Goku”, “una cebolla gigante aterriza en Japón”, entre los más celebrados–, muchos usuarios señalaron que la esfera metálica no era ni más ni menos que una boya marina, restándole trascendencia o intriga a la cuestión.
De todos modos, en un mundo que parece dispuesto a revelar una catarata de sucesos misteriosos, la bola de hierro roja aparecida en la playa despierta todo tipo de teorías conspirativas.
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