El comité de regularización de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Pedro Bordaberry, inicia esta semana el tramo más duro de la intervención que en agosto decretó FIFA sobre la sede de la calle Guayabos.
Con el plazo del 2 de diciembre para tener aprobado un nuevo Estatuto en la AUF, acorde a las normas Conmebol y FIFA, Bordaberry necesita torcer la voluntad de un grupo de 10 clubes (el G10) que según confesó el viernes el presidente de Racing, uno de los miembros del grupo, ya es afín a recibir un castigo de FIFA a aprobar un Estatuto con el cual las instituciones profesionales pierdan poder.
Las grandes discrepancias no solo pasan por la integración del Congreso, órgano soberano que sustituirá a la Asamblea de Clubes, más específicamente en el porcentaje que tendrán OFI y la Segunda B Nacional, sino también en la integración del nuevo consejo ejecutivo donde los clubes no aceptan que se pase a siete integrantes con un lugar para OFI y otro para los grupos de interés (futbolistas, entrenadores y árbitros).
El jueves, los clubes también formularon cambios al proyecto de Estatuto que el miércoles parecía acordado con el visto bueno de Peñarol y Nacional, en el organismo de contralor que es el que puede suspender contratos y elevarlos al Congreso para que este defina si se pueden hacer o no, el que analiza si hay conflictos de intereses, el que define si no hay transparencia en los contratos comerciales, auspiciantes, contratos de TV o en venta de activos. El G10 pretende que sea el Congreso el que nombre a los integrantes del mismo y Bordaberry entiende que así el controlado elige al controlador. El voto secreto el presentado por clubes es a mano alzada, es importante que sea voto secreto porque evita compromisos y hace que se emita la voluntad del voto en forma transparente e imparcial.
Bordaberry le encargó al asesor de las autoridades provisorias de la AUF, Horacio González Mullins, un informe sobre las diferencias entre el Estatuto que pretenden votar los clubes y el que FIFA prefiere.
Dicho informe será elevado en las próximas horas a FIFA y Conmebol.
Mientras, la Asamblea para aprobar el Estatuto quedó fijada (el jueves) para el viernes 30 de este mes. Los clubes saben que si se aprueba un modelo de Estatuto que no cuente con el visto bueno de FIFA se vendrán duras sanciones. Como la desafiliación.
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