La pobreza en Uruguay cerró el 2021 con una tasa del 10,6% y mejoró 1 punto respecto al primer año de la pandemia (2020). Así, alrededor de 35 mil personas dejaron su condición de pobres el año pasado. El valor que toma la proporción de personas pobres para el 2021 implica que 106 de cada 1.000 personas no superan el ingreso mínimo para cubrir las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias consideradas por la metodología del ingreso del INE.
En 2019, antes de la pandemia, la tasa de pobreza en Uruguay se había estimado en 8,8% de la población. En 2020, la pandemia había dejado un saldo de 100 mil pobres más en el país, cifra que se revirtió parcialmente el año pasado.
La incidencia de la pobreza se estimó en 7,5%, lo que implica que, en el año 2021, 75 hogares cada 1.000 se encontraron por debajo de la línea de pobreza. La incidencia de la pobreza presenta una distribución heterogénea en el territorio nacional. Los mayores valores se registraron en los departamentos de Rivera, Cerro Largo, Salto y Paysandú. Por otra parte, los niveles más bajos corresponden a los departamentos de Flores, Florida, Río Negro y San José, con una proporción de hogares pobres en torno al 4%.
La medición de pobreza a través del método del ingreso solo considera el dinero que percibe una familia y si ese monto es suficiente o no para adquirir los bienes y servicios mínimos necesarios para satisfacer las necesidades básicas de sus integrantes.
Un hogar de Montevideo compuesto por tres personas con ingresos totales líquidos inferiores a $ 43.108 se considera pobre. Si el total de ingresos líquidos fuese igual o superior a dicho monto, se consideraría como un hogar no pobre. En el interior urbano, por su parte, ese umbral para un mismo hogar de 3 personas se ubica en $ 28.730, mientras que en el interior rural baja a $ 19.916.
Por su parte, la cantidad de personas que vivía en indigencia al cierre del año pasado fue 0,3%, una mejora de una décima respecto al 0,4% que registró al año anterior. La estimación de personas en la indigencia para el total del país es de 3 cada 1.000, son las que no alcanzan el ingreso mínimo previsto para cubrir las necesidades alimentarias básicas, informó el INE.
La población comprendida entre los tramos de menores de 6 años (18,6%), de 6 a 12 (19,4% y de 13 a 17 (28,8%) años es donde se registra la mayor incidencia de la pobreza, independientemente de la región del país que se considere. En el otro extremo, en la franja de 65 años o más, la pobreza llega al 2,1% de la población, según el INE.
Por otro lado, al considerar la ascendencia étnico-racial de las personas, la población afrodescendiente es la que continúa registrando mayores niveles de pobreza (19,9%). En el año 2021, para el total del país, la incidencia de la pobreza para las personas que declaran tener ascendencia afrodescendiente es superior a la estimación que para quienes declaran tener ascendencia blanca en casi 11 puntos porcentuales.
El año pasado, el INE empezó a dar los números semestrales de pobreza en lugar de hacerlo solo con el año completo. Desde entonces hubo economistas que sugirieron tomar con cautela los datos por semestre al compararlos con los de años enteros.
En diciembre, el socio de CPA-Ferrere Gabriel Oddone indicó que “la pobreza tiene en sus determinantes factores estacionales, porque los aguinaldos se cobran cuando se cobran, los salarios vacacionales se cobran cuando se cobran, eso afecta los ingresos y eso tiene efectos sobre el nivel de pobreza”. Por ejemplo, la reducción de 50 mil personas bajo la línea de pobreza en el primer semestre acabó siendo cercana a 35 mil al considerar el promedio de todo el año.
En febrero, con la información del primer semestre sobre la mesa, la ministra de Economía Azucena Arbeleche resaltó la focalización de apoyos dados desde el Poder Ejecutivo a los niños, lo cual “ha hecho que la pobreza se redujera más en la infancia, en los niños que van de 0 a 6 años”, dijo.
La ministra destacó en esa ocasión que la pobreza en los más pequeños se había reducido no solo frente a 2020, sino también a 2019, antes de la pandemia. Con aquellos números, la pobreza en todas las demás franjas de edad estaba sobre el nivel prepandemia.
Sin embargo, los datos del segundo semestre indican que la pobreza en niños de 0 a 6 años creció de 16,1% a 21% entre una mitad del año y otra. Como es la primera vez que el INE publica números en períodos de seis meses, queda por constatarse si se trata de una variación que se repita todos los años.
La pobreza en el primer rango etario descendió de 21,3% a 18,6% en el promedio anual, por lo que ya no puede observarse que esté por debajo del guarismo de 2019 (17%) como había sostenido la ministra.
Por otro lado, sí se corrobora que se revirtió la tendencia de que los niños más pequeños constituyan la franja más vulnerable y ahora —a diferencia de los registros de años pasados— tienen cifras de pobreza más bajas que los demás menores de edad.
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