Uruguay ratificó posición sobre arancel externo y se espera una cumbre del Mercosur caliente

La rebaja del AEC fue uno de los puntos de la agenda de la reunión extraordinaria del Grupo Mercado Común del 10 de diciembre y, a su turno, la delegación uruguaya manifestó que no cambiaría su postura respecto a lo que había establecido en ese mismo ámbito el 24 de noviembre, cuando hubo una solicitud expresa del resto de los socios para reconsiderar el asunto. El gobierno uruguayo sigue entendiendo que ese cambio debe realizarse en el marco de una serie de modificaciones que también incluye a la llamada “flexibilización” del bloque para que los estados puedan mantener negociaciones bilaterales con quien quieran sin el consenso o la habilitación expresa de la organización.

De esta forma, Brasil llegará al fin de su presidencia pro témpore sin haber logrado este objetivo, aunque ya implementó esa medida de forma unilateral a principios de noviembre. En virtud de este escenario, en el Palacio Santos se preparan para dos días de “discursos fuertes” y división en el bloque, que comenzará este jueves con la instancia ministerial (el Consejo del Mercado Común) y seguirá el viernes con la cumbre de presidentes.

El gobierno de Jair Bolsonaro determinó recientemente que la cumbre sería virtual, una decisión que se viste con el pretexto de la pandemia pero que también se ha interpretado como la solución para que el presidente de Brasil y su par argentino, Alberto Fernández, no tengan que saludarse en persona luego de la reciente invitación de Lula a Buenos Aires.

Guedes y la posición de Uruguay: entre el desasosiego y la incomprensión

Paulo Guedes ya no es el superministro de Bolsonaro y, de hecho, tuvo que hacer equilibrio para no caer de la cuerda que une al Ministerio de Economía de la Presidencia en Brasilia. Pero, a pesar de su declive, el liberal es, por mucho, el mejor aliado que encontró el gobierno uruguayo en su afán de abrir y flexibilizar al Mercosur.

Guedes se ha mostrado filosóficamente cercano a la postura del gobierno de Lacalle Pou y ha dado contundentes muestras de apoyo en público y en privado, además de que tiene un buen vínculo personal y respeto profesional por su par, la ministra Azucena Arbeleche. Entre esa adhesión a la causa uruguaya estaba su disposición a atar el AEC con la flexibilización, una propuesta resistida por Itamaraty. 

Todo eso es lo que hace incomprensible, a los ojos del ministro brasilero, que la administración uruguaya haya adoptado una posición contraria a la rebaja del Arancel Externo Común del bloque.

Desde el punto de vista de Guedes hay cierta “imprudencia” en el accionar del Ejecutivo uruguayo, según está en conocimiento de algunos integrantes del gabinete de Lacalle Pou. Pero el desasosiego del ministro brasilero descansa fundamentalmente sobre la base de la incomprensión de las acciones del gobierno. “No puede creer que Uruguay no entienda la importancia de este instrumento para Brasil en el combate a la inflación”, dijo a El Observador una fuente oficial al tanto de la sorpresa brasilera.