Cuba no es solo una isla del Caribe con playas paradisíacas y gente encantadora. Es el símbolo. Es la resistencia. Es la revolución –que lleva 62 años– que representa los ideales y valores de la izquierda tradicionalista. Que son los que suelen predominar en la izquierda vernácula que, desde el principio y desde que se fundó en Frente Amplio en 1971, se siente cercana –y defiende– al régimen cubano, hoy en el foco mundial debido a las protestas callejeras que reclaman libertad.
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