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Villarreal, el exgoleador y campeón con Central Español que volvió al club como presidente

El protagonista del único Campeonato Uruguayo de Primera ganado por el club, ahora como presidente está a punto de convertirlo en Sociedad Anónima para rescatarlo del ahogo económico
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31 de mayo de 2020 a las 05:02

La foto de José Ignacio Villarreal inmortalizado en el aire justo en el momento de pegarle a la pelota por encima del arquero Jorge Da Silva de Huracán Buceo, es la postal perfecta de una época de gloria de Central Español. Aquel gol para el triunfo 2-1 en el Parque Central, le permitió al palermitano coronarse campeón Uruguayo en 1984. Casi cuatro décadas más tarde (el 30 se setiembre se cumplirán 36 años) el goleador se puso el traje de presidente con la intención de rescatar al club de las garras del ostracismo.

“Hacer goles no es fácil, pero es mucho más difícil ser presidente. Y más en un club donde entran $ 10 y tenés que pagar 100”, reflexionó el exfutbolista, consultado por Referí. Desde el año 2013, Central Español compite en la Segunda División Profesional y ni la llegada de Sebastián Abreu en 2017 logró devolverlo al círculo principal del fútbol uruguayo.

Villarreal estaba radicado en Treinta y Tres, trabajando en un camión de fletes cuando en 2018 le propusieron ser candidato a la presidencia de Central. El exgoleador sugirió a Héctor Tuja (otra de las figuras de 1984), pero el exgolero no pudo por cuestiones laborales. De manera que aceptó el reto, con Tuja de vicepresidente, y se radicó en Montevideo. “Accedí porque Central estaba muy mal económicamente. Estaba hipotecado”.

La deuda actual es enorme y su idea es sacar al club adelante transformándolo en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD). El proyecto fue votado por casi 100 socios (hubo un voto negativo y tres abstenciones) en una asamblea que se realizó en marzo, antes de que se paralizaran las actividades por la pandemia de coronavirus. El acuerdo, con inversores uruguayos con los que ya venían trabajando, está a punto de firmarse.

“No queremos prometer cosas que no se puedan cumplir, pero estamos abocados a sanear todas las deudas de Central”, indicó el presidente, que no quiso hablar de cifras, pero señaló que le deben al BPS, a la AUF, a jugadores y a exfuncionarios.

“Cuando entré al club todos los días me dejaban un citatorio o un embargo por debajo de la puerta, por eso cuando Central empiece a generar dinero, tiene que ir a pagar cuentas y principalmente a los jugadores”, explicó.

Entre los planes que tiene para futuro en el club, incluye ponerle piso artificial al campo de juego del Parque Palermo y para eso se encuentran en trámites con la Intendencia de Montevideo, que es la propietaria del predio donde se ubica la cancha.

“Las mejores que pensamos hacerle van a ser espectaculares y van a generar fuentes de trabajo en un momento difícil para el país. Cuando se confirme la SAD se podrá hacer todo eso, porque hoy Central no está en condiciones porque puede venir un acreedor y arrancarte el piso”, reconoció Villarreal.

Un idilio que llegó a préstamo

Su relación con Central Español se forjó en 1984, cuando Peñarol lo cedió en préstamo, sin darle mayores oportunidades. “Ese año había un dirigente de inferiores de Peñarol con el que hablaba seguido y no podía creer que me fuera a Central. Uno como jugador sabe cuando está bien, con fuerza, y la verdad que había hecho una gran pretemporada en Peñarol, me sentía espectacular y debido a que se contrató a un extranjero (el brasileño Rubao) opté por irme. Antes de quedarme por el solo hecho de estar en un grande y cobrar una buena plata, elegí jugar porque además los años se mi iban. Después me tocó sacarle el invicto a Peñarol, salí goleador y fui campeón con Central. Gran parte de mi nombre en el fútbol se lo debo a Central”, rememoró.

Después de Fabián Canobbio en Progreso (2017), Villarreal es el segundo exfutbolista que llegó a la presidencia de un club en Uruguay, por eso conoce el mundo del fútbol desde las dos orillas. 

“El jugador de fútbol es un privilegiado, cuando estás jugando todo el mundo te llama, todo el mundo te quiere, también hay gente que te insulta si no metés goles, pero al otro día te abrazan. No se pueden volver los años atrás, pero es divino. Hay lugares en los que podría haber tenido mejor suerte o que el club me hubiera esperado, confiar en el jugador y no matarlo porque a veces estaba más preocupado por hacer un gol para poder seguir siendo titular y al fin de semana siguiente iba al banco”.

Esa experiencia es la que trata ahora, que es dirigente, de poner en práctica. “Yo he discrepado durante este tiempo con algún jugador porque hoy me toca representar a Central Español y busco lo mejor para el club. Pero entiendo que es difícil ser profesional con los sueldos mínimos que se pagan acá y además, como dirigentes nos cuesta pagar ese dinero. Por eso si nos llega esa plata de los inversores vamos a pagarle a los jugadores y la intención es quedar al día con ellos”. Actualmente el plantel se encuentra en el seguro de paro, pero el club les va a pagar la diferencia de dinero que no cobran en el BPS.

En paralelo a salir del ahogo económico, el presidente quiere que el club tenga una identidad futbolística que arranque en el plantel principal y continúe hacia abajo. “Es lo ideal, trabajar mucho fundamento, no darle prioridad a salir campeón, sino a que el jugador aprenda técnica en inferiores, cómo pararse en una cancha, y que no sea como muchos jugadores y me incluyo porque a mí me pasó, que tengan que estar en Primera tratando de perfeccionar algo que un profesional debería saberlo”.

Así como su nombre de futbolista quedó para siempre en la historia de Central, Villarreal tiene ahora la intención como presidente, junto a varios de aquellos compañeros de plantel que hoy integran la directiva, de devolverle la dignidad perdida. “Y si ascendemos, gran parte de los jugadores que hoy tenemos, van a jugar en la A” promete sin dudarlo, como cuando pegó aquel salto en el aire para mandar la pelota a la red y convertirse en leyenda palermitana.

Trayectoria
Nacimiento
: 23 de agosto de 1957, en Treinta y Tres
Clubes: Treinta y Tres, San Lorenzo y Peñarol de su ciudad natal, en 1982 llegó a Montevideo para jugar en Huracán Buceo, 1983 Peñarol, 1984 Central Español, 1985 Nacional, 1986 Central Español, 1987 Once Caldas, 1988 Huracán Buceo, 1989 Marathon de Honduras y Comunicaciones de Guatemala, Fas de El Salvador, 1990 Rentistas. Jugó algunos amistosos en la selección.
Títulos: Campeón Uruguayo con Central Español en 1984. Además fue el goleador del Uruguayo de ese año con 18 goles.
En 2018 fue electo presidente de Central Español.

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