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Viviendas para jubilados: más de 6.000 esperan para recibirlas y BPS analiza contratar consultora
La prestación del Banco de Previsión Social (BPS) de entrega de viviendas tiene una larga lista de espera de jubilados y pensionistas. Hay cerca de 6.400 pasivos que fueron autorizados por los técnicos del instituto de seguridad social para recibir el beneficio, pero que aguardan por la entrega del hogar.
En total, son 15 mil las personas que se inscribieron en el programa del BPS de soluciones habitacionales, dijo a El Observador el vicepresidente del organismo, Daniel Graffigna. Para el director, estas cifras demuestran que el sistema de viviendas del banco “funciona mal”.
“El problema es que se construyó poco y estamos tratando de encontrar alternativa. Es un tema importante”, aseguró el vicepresidente.
Para mejorar la gestión de la administración de las viviendas del organismo, el BPS prevé incorporar una consultaría externa para controlar las situaciones de Programa de Soluciones Habitacionales del organismo. La intención es “apelar a expertos que nos puedan a ayudar”, explicó Graffigna.
“No se gestionaba bien y hay que corregir”, dijo y agregó que se necesita una “respuesta” a “corto y mediano plazo”.
Otra de las “ideas” que maneja el director es que se "coordinen esfuerzos” con otras instituciones que “han trabajado mejor”, como Mevir. Graffigna se reunió con Marcelo Porto, uno de los directores de este programa, el 3 de marzo.
Al diálogo con otras instituciones se le sumará una reunión con el Ministerio de Vivienda el próximo 18 de marzo, informó a El Observador el director del BPS en representación de los pasivos, Sixto Amaro. Ese día se va a “discutir” un programa de vivienda para los jubilados, adelantó el jerarca.
Irregularidades
Los tiempos de espera para los jubilados son altos por las demoras en la construcción y en la reparación de las viviendas. Algunas casas están vacías, pero tienen “intrusos” en su interior.
Una de las irregularidades que encontró Graffigna fue en un complejo de viviendas de Independencia, Florida. Eran 19 casas que se desocuparon en 2011 y se dispuso un servicio de seguridad para evitar que otras personas se instalaran allí, según informó El País en febrero. La custodia generaba un egreso en el BPS de $ 290 mil mensuales.
“Puedo entender que se esté controlando. ¡Pero son 10 años!”, expresó el vicepresidente.
Este complejo de viviendas fue construido bajo la modalidad de núcleos básicos evolutivo, que eran comunes en la década de los 90. El director del BPS en representación de los pasivos recordó que por estas casas se pagaron “fortunas”.
Este complejo tiene “peligro de derrumbe” y los materiales que utilizaron son “cancerígenos”, definió el director.
En las próximas semanas comenzará la construcción del nuevo complejo de viviendas en esa zona del departamento de Florida, pero primero la empresa a la que se le adjudicó la obra, Fabra SA, deberá demoler el complejo actual. La Intendencia de Florida ya dio los permisos para la destrucción, informó Amaro.
Graffigna sostuvo que hay otras viviendas –tanto edificios como casas– en los que se encontraron “problemas de mantenimiento” y algunos hogares destinados para pasivos, pero en los que vivían activos que no estaban autorizados.
Los activos que viven junto a pasivos pueden acceder al permiso de cohabitación, pero cuando no lo tramitan –y el jubilado o pensionista muere– la persona debe ser desalojada. Y en este proceso también hay “demoras”.
Los pasivos que pueden acceder a este beneficio son aquellos que no son pensionistas a la vejez e invalidez del BPS; que no son propietarios o titulares de viviendas; y deben percibir ingresos nominales menores a 12 unidades reajustables ($ 16 mil aproximadamente).
Desde que se comenzó con el programa se construyeron 7 mil hogares. “Una vivienda para un jubilado nos hace muy felices”, dijo Amaro.
