"Hoy no es un día común, se respira un nerviosismo en el ambiente", dice la canción que pudo ser perfectamente la banda sonora del Estadio Oscar Magurno ayer por la noche en el estreno de la Liga.
Welcome-
Bohemios fue un partido de grandes bienvenidas y pequeñas despedidas, porque al retorno de la
Liga Uruguaya se le sumó el condimento del regreso de
Esteban Batista a Welcome luego de 12 temporadas en una noche que marcó el retiro de dos árbitros de dilatada trayectoria como Héctor Uslenghi y Alberto Arenas.
Largas colas de ingreso confirmaron el atractivo previo, en un estadio que se llenó de punta a punta con gente parada en las escaleras y una mascota que salió dispuesta a agitar un ambiente de fiesta para Welcome.
Batista logró abstraerse del ambiente y no le quitó la vista a la pelota en los ejercicios previos mientras Bohemios se refugió aparte en su mitad de cancha, buscando ser el convidado de piedra que da la sorpresa.
Los pronósticos previos marcaban una sentencia para el equipo marrón ya que el regreso de Batista, la condición de local de Welcome y la inversión del equipo de Javier Espíndola lo hacían más que favorito para llevarse el primer punto y comenzar la Liga Uruguaya con el pie derecho.
Desde el inicio del juego el equipo de Espíndola intentó dominar las acciones con su mejor quinteto disponible, con Batista muy participativo ante un Bohemios que supo desde el inicio las cartas a jugar para golpear en los momentos claves.
Diego Frugoni logró convencer a sus jugadores de aferrarse a un manual y defenderlo a capa y espada. ¿Qué decía ese libreto?
Que Bohemios debía salir a defender en zona para radiar a Batista de su zona de influencia, que debía hacerse fuerte en el rebote y combinar kilos y elasticidad bajo el poste para no perder los rebotes.
La intención de Bohemios en defensa fue siempre dejar solo a los tiradores de Welcome sabiendo que, salvo Gonzalo Meira, no tiene un perimetral contundente a distancia.
En ataque salir rápido, correr la cancha y cargar el tablero fueron las claves de un equipo albimarrón que no podía ceder un solo minuto de concentración. En su regreso, Batista estuvo lejos de jugar cómodo pese a que tenía todo el escenario a favor.
Comenzó luchando bajo el poste con Khalil Kelley y Daniel Stewart, los foráneos de Bohemios que salieron a doblarlo permanentemente. El pívot de la selección nacional sacó toda la gama de recursos posibles para generarse espacios, pero encontró una nula respuesta por parte de sus compañeros.
Recién cuando Claudio Charquero entró en acción, las dos torres de Welcome pudieron alternar posiciones en un alto-bajo que le dio réditos al local, justo cuando el aporte de sus extranjeros Dakarai Tucker y Sawn Glover se limitaba a alguna conversión corriendo la cancha y poco más.
Frugoni encontró en Edison Espinosa el jugador clave para ejecutar el plan. El juvenil puso todos los kilos necesarios para bancar la parada con Batista, no le escapó al contacto físico y logró, por primera vez en el partido, sacar de eje al pívot de la selección uruguaya, quien perdió el humor ante la marca de un jugador que supo como aprovechar su contextura física para frenarlo.
Con Batista ofuscado, Espíndola se quedó sin rotación y la magra producción en tiros libres (anotó 13 de 26) fue el corolario de un último cuarto muy pobre, donde Bohemios logró jugar cómodo, correr la cancha y anotar en los momentos más calientes del juego.
En definitiva, Welcome puso su casa, la fiesta y los invitados de gala, pero fue Bohemios el que se terminó colando para adueñarse de la noche y llevarse el primer punto de la Liga con una victoria 82-75.