La Federación Rural (FR) denunció la existencia de "un nuevo atropello a una cadena productiva que ya carga con múltiples costos y obligaciones", aludiendo a que se ratificó que los ingresos por el Fondo de Inspección Sanitaria (FIS) pasarán a rentas generales.
El FIS, se explicó desde la entidad ruralista, grava a todas las carnes faenadas en Uruguay, a la carne importada y al ganado en pie.
"Un tributo creado para fortalecer la sanidad y la transparencia del sistema cárnico pierde su destino específico y pasa a engrosar la caja del Estado", expresó la gremial que preside Rafael Normey.
US$ 30 millones por año
En un comunicado titulado "Escribir y borrar con el codo, otro atropello a la competitividad y van...", la FR expresó que "mientras el sector productivo discute -a cielo abierto- la injusticia del 1% municipal, el Estado consolida en silencio otro 1% que se lleva más de 30 millones de dólares por año fuera de la cadena cárnica".
Se trata, se indica en el documento, de "recursos que deberían volver al sistema sanitario, a la competitividad y al desarrollo del interior productivo".
"País costoso"
La gremial sostiene que "este tipo de decisiones profundiza un problema que venimos señalando hace años: Uruguay no solo es un país caro; es un país costoso. Y cuando el Estado agrega cargas sin justificación técnica ni retorno sectorial, la competitividad se erosiona, la producción pierde aire y el interior se achica".
"No le sirve al productor"
La FR señala, luego, cuatro reflexiones por las cuales "un país costoso no le sirve a nadie":
- No le sirve al productor, que ve cómo cada punto adicional se come su margen
- No le sirve a la industria, que compite en mercdos globales donde cada dólar cuenta
- No le sirve al trabajador rural, cuyo empleo depende de una cadena dinámica
- No le sirve al propio Estado, que termina desincentivando inversión y actividad
"La cadena cárnica uruguaya -una de las más eficientes y auditadas del mundo- merece reglas claras, respeto institucional y un sistema tributario que acompañe, no que castigue", se indicó.
El comunicado concluye exponiendo que "defender la competitividad no es un capricho gremial: es defender el trabajo, la producción y el futuro del país".