La Tribuna del Agro en El Observador: El Plan Agropecuario y su compromiso con la formación de mujeres rurales y del agro, "Capacitar desde la equidad, aprender desde la identidad", la visión de la Ing. Agr. Ana Perugorría Larroque -Coordinadora de Capacitación a Distancia-Referente de género, Instituto Plan Agropecuario-.
"Capacitar desde la equidad, aprender desde la identidad"
El Instituto Plan Agropecuario se ha destacado históricamente por su rol en la extensión, capacitación y generación de capacidades en el sector ganadero. A través de charlas, jornadas, talleres y cursos, su presencia se extiende por todo el país, alcanzando a su público objetivo con propuestas de formación abiertas y accesibles. Sin embargo, en los últimos años, ha dado un paso más al integrar la perspectiva de género en sus actividades formativas, en línea con los compromisos asumidos frente al Plan de Género para las Políticas Agropecuarias (PNGAgro).
Esta nueva mirada nos ha permitido generar instancias de capacitación específicas para mujeres rurales, teniendo en cuenta sus demandas y características, a partir de lo cual, hemos comprobado su enorme avidez por aprender y aportar desde el conocimiento, segura y activamente a las tareas y procesos de toma de decisiones dentro de predios con los que se relacionan.
En el marco de un convenio de colaboración con la Dirección de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), diseñamos un plan de capacitaciones que aborda temas clave para las mujeres rurales.
Sabíamos, a partir de diagnósticos previos, que el acceso a la información, la capacitación y la asistencia técnica presenta sesgos de género. Por eso, desarrollar instancias que consideraran estas desigualdades fue un desafío necesario.
Las propuestas formativas se diseñaron partiendo de la demanda concreta de las mujeres, recogida en documentos previos, tales como la Agenda de Mujeres Rurales o las consultas ciudadanas realizadas en el marco del PNGAgro, y a partir del contacto cotidiano de la institución con sus organizaciones en diferentes ámbitos.
Los temas abarcaron tanto aspectos productivos, como el manejo del campo natural, las pasturas implantadas, la suplementación, el manejo del agua, la agroecología o el bienestar animal, hasta cuestiones más sociales, como la integración generacional en las familias productoras. Además, enfoques como la conservación de los recursos naturales y la relación entre producción y medio ambiente, áreas de interés especialmente relevantes para las mujeres, también se integraron a la oferta formativa.
Más de 2.000 mujeres capacitadas
Como resultado de los últimos tres años de este trabajo, más de 2.000 mujeres participaron en estas capacitaciones, superando ampliamente nuestras expectativas iniciales, lo que ha dejado en claro que las mujeres rurales tienen necesidades y recorridos particulares en cuanto al aprendizaje.
Al incorporar estas particularidades, hemos logrado que las capacitaciones sean más efectivas y muestren una alta adhesión, participación y valoración. Este enfoque no solo responde entonces a una demanda concreta y creciente, sino que también contribuye a que las mujeres se posicionen en pie de igualdad dentro de sus actividades como productoras y trabajadoras del agro.
Dentro de las claves del éxito identificamos, además, las formas y medios de difusión utilizados, las metodologías aplicadas y su diseño, que no solo consideró los intereses temáticos, sino también la forma en que las mujeres aprenden y participan.
El aprendizaje situado, que pone en valor las experiencias concretas de las participantes, ha demostrado ser fundamental. Sabemos que las mujeres tienden a operar de manera holística, prefieren el trabajo en grupo y las interacciones comunicativas intensas.
Además, se adaptaron los formatos y horarios de los cursos para facilitar la participación de mujeres que, muchas veces, enfrentan pobreza de tiempo y limitaciones de movilidad, utilizando herramientas sencillas y accesibles, como Zoom y WhatsApp, y priorizando el uso de dispositivos móviles por su mayor disponibilidad.
Los resultados son elocuentes. Además de las más de 2.000 participantes, las evaluaciones han mostrado un altísimo nivel de satisfacción.
El 80% de las participantes consideró que los cursos fueron altamente útiles para su realidad laboral actual, mientras que el 20% afirmó que les serían útiles en el futuro.
La valoración del desempeño de los profesionales a cargo de los cursos fue unánime, destacando tanto la claridad en el desarrollo de los temas como el trato cordial recibido, poniendo en evidencia la dimensión afectiva en el proceso de aprendizaje.
Más del 95% de las participantes recomendarían este tipo de capacitaciones.
Aprendizajes emergentes
Esta experiencia ha permitido al Plan Agropecuario aplicar su vasta trayectoria en capacitación mediada por tecnologías, combinada con el conocimiento técnico y la experiencia en el trabajo territorial, todo desde una perspectiva de género.
Los aprendizajes emergentes de este proceso sugieren una línea de trabajo que es necesario continuar y profundizar y que no solo favorece a las mujeres, sino que posibilita la incorporación de sus necesidades, saberes y particularidades, a espacios donde ellas se posicionen en pie de igualdad, para junto a otros, contribuir activamente a su bienestar, al de sus familias y al desarrollo del sector ganadero nacional.