Jorge Andrés Rodríguez, presidente de la Federación Rural (FR), realizó un conjunto de consideraciones sobre el rubro ovino en la sesión del Consejo Directivo de la entidad ruralista, durante la Expo San José; según reflexionó a El Observador, existe mucha preocupación por la falta de consideración y compromiso político con relación a este emblemático sector de la producción.
Reunión en la Expo San José
La 80ª Expo San José, organizada por la Asociación Rural de San José (ARSJ) –una de las entidades federadas que conforman la FR– comenzó este jueves 10 de octubre y se extenderá hasta al domingo 13.
Es de una de las exposiciones del sector agro de mayor relevancia en el país.
Inicialmente señaló que sus aportes tienen como base un ánimo constructivo y que se exponen en medio de la campaña política de cara a las elecciones nacionales y cuando se realizan exposiciones ganaderas organizadas por gremiales federadas a la FR en todo el país.
Se trata, dijo, de “un tema de producción, de probada raíz cultural y productiva en nuestro país; sin duda muchos aquí sabemos del rubro ovino, no pienso hablar de la problemática que tiene, estamos llenos de diagnósticos”.
Marcó de inmediato la necesidad de una mesa de negociación para sacar el rubro adelante, “donde nos sentemos como iguales industria gobierno y producción entendiendo el rubro: ni industriales con prebendas, ni productores delincuentes, ni gobernantes con la idea de taparse los ojos a una realidad”.
El presidente de la FR también prefirió no hablar de algo que también es muy conocido: la importancia de un rubro que exporta casi el 90% de su producción.
“Voy a contarles lo que siente un productor ovejero que pelea día a día para sacar el rubro adelante”, enfatizó.
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Jorge Andrés Rodríguez, presidente de la FR.
Foto: Leonardo Carreño.
Clave: no ser tratados como delincuentes
Y añadió: “Debemos separar el mercado externo del interno en muchas cosas (…) el mercado real de cientos de productores que sostienen con la oveja a sus familias está siendo expulsado del sector por políticas que no terminan de entender lo que hacen. Un cordero faenado en el predio, como lo es un queso, un clavel, una verdura o una fruta, debe ser posible insertarlo en un sistema de comercialización que no nos trate de delincuentes por faena clandestina. El que probó carne ovina con buen trato, de faena en el lugar de cría y probó las que ofrece la cadena cárnica, sabe lo que se pierde en el proceso, pero no tiene ni idea lo que aumenta su valor para llegar a su mesa. Soy consciente de lo que propongo, pero si no hay base ancha en la producción, la cadena pasa a ser un chicote que en su extremo va perdiendo pequeños productores”.
Desigualdad con la admisión temporaria
Pasando al otro gran producto de la oveja, la lana, expresó: “La industria con la admisión temporaria ha logrado zafar al escollo de la poca lana disponible, pero ha olvidado que la producción que le dio origen tiene que tener en esa herramienta una industria fuerte, para ser productores fuertes y no meros actores que cuando puedo los dejo afuera del sistema”.
“La admisión temporaria es muy necesaria, pero debería tener beneficios que tienen hoy un componente desigual de devolución de impuestos que perjudica las lanas nacionales. La finura es problema de cada uno, pero la calidad de la fibra oriental, su cría, su cosecha y poscosecha está lejos de las lanas importadas. Y no se diferencia en los precios”, comentó.
Además, puntualizó, “las lanas nacionales aportan a la marca Uruguay a través del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), las otras no”.
Rodríguez instó a tener “la cabeza abierta”, porque hay futuro, pero es clave, mencionó, tener esa actitud “antes que se pierdan las capacidades de trabajo lanar o la cultura de consumo ovino en nuestra gente”.
Sobre desafíos a encarar, mencionó: “Pensamos en una trazabilidad voluntaria y pensamos en que el carnicero en vez de tener una chacra para faenar nos levante las reses faenadas del predio… ¿que dejamos a la industria sin changa? Y algo puede ser, pero han hecho muy poco cuando tenemos los corderos prontos con excusas de que son pocos, que el bovino por kilo es más barato de faenar, que los gremios tienen escalas, en que un cortador sale tanto, que les falta, que las carcasas son grandes, etcétera, etcétera, etcétera”.
Las fronteras y el bagayo
Señaló, enseguida y sobre eso, que “si hay problemas de escala solucionemos eso, tenemos todo el litoral argentino con el mismo problema y sin frigoríficos ovinos. ¿De qué fronteras hablamos? ¿Sirven para los animales solamente cuando hemos asistido al bagayo generalizado de todo tipo de productos?”.
Por último, el presidente de la FR expresó en el ámbito ya señalado: “Estamos a tiempo, tenemos los productores más resilientes de todos, los técnicos más capaces y la mesa servida, ¡sentémonos a trabajar juntos!”.