En efecto, con las lluvias vino el barro y la consecuente “falta de piso” complicó las tareas de cosechadoras, tractores y camiones e incrementó el consumo de gasoil entre 30% y 50%, por enlentecer la cosecha y porque ha obligado a labores posteriores de emparejamiento del terreno.
Más del 90% del grano fue recogido con una humedad por encima del límite de recibo para exportación de 14% y tuvo que pasar por secadoras a un costo de US$ 30 a US$ 44 por tonelada según el grado de humedad, a lo que se agrega más fletes y sobrecostos logísticos.
Finalmente, en base a la estimación de 1,34 millones de hectáreas sembradas de acuerdo al sistema de teledetección de Urupov -unas 110 mil más que el año anterior y 200 mil más que en 2022- y un rendimiento que hoy se estima en unos 2.300 o 2.350 kilos por hectárea, la producción quedará cerca de 3 millones de toneladas.
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Blasina y Asociados
Agricultura: quedan chacras donde cosechar
En el este del país todavía queda una superficie importante no cosechada, que terminará de levantarse en julio, algo inusual y que conlleva pérdidas importantes.
Con estos números sería la cosecha más voluminosa de los últimos siete años y la cuarta mayor zafra de la historia. El rendimiento estaría dentro del promedio de 2.320 kilos por hectárea para los últimos 10 años de acuerdo a los datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
En base a la importante área, si alcanzara los 3 millones de toneladas, sería la cuarta mayor cosecha de la historia de Uruguay.
Considerando que los 1,5 millones de toneladas exportadas entre abril y junio hicieron un promedio de US$ 439 /ton. la zafra podría dejar alrededor de US$ 1.300 millones en divisas, más del triple que en 2023 aunque unos US$ 600 millones menos que en 2022 cuando el precio alcanzó un techo de US$ 636/ton.
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Los márgenes económicos
Los márgenes económicos para los productores estarían en promedio entre US$ 100 y US$ 170 por hectárea según distintos actores, teniendo en cuenta un valor al productor en el eje de US$ 400 por tonelada. Cuando hablamos de márgenes.
La rentabilidad económica, sin embargo, no está asegurada para todos. “Yo vendí a US$ 410 y con todos los descuentos me quedó menos de US$ 350 y a eso hay que sumarle el costo de arreglar los campos; cierra negativo por todos lados que se le mire”, afirmó un productor.
El precio de exportación actual se alinea al promedio de US$ 447 por tonelada en los últimos 10 años. Pero está muy por debajo de los US$ 498 por tonelada en los últimos 5 años.
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Debilidad de precios en soja
La cotización fue un factor de tensión a lo largo de la campaña. La soja había sido presupuestada a entre US$ 400 y US$ 450 por tonelada previo a la siembra, con rendimientos de equilibrio de entre 1.500 y 1.700 kilos sin renta, de acuerdo a la Sociedad de Fomento de Colonia Valdense (Sofoval).
Estos valores no se sostuvieron por la creciente oferta mundial de soja empujada por Brasil y una demanda estable. En el mercado local el precio llegó a caer hasta US$ 370 por tonelada en febrero de este año, llevando el rinde de equilibrio por encima de los 2.000 kg/ha.
El repunte del mercado en respuesta a las inundaciones en el sur de Brasil y el achicamiento de las primas llevó el valor hasta US$ 440 por tonelada en mayo, pero volvió a caer y este viernes perforó los US$ 400 /ton.
Es una cosecha satisfactoria en volumen, con precios bajos a lo largo de prácticamente toda la campaña con la excepción de algunas semanas de mayo, señaló el presidente de Copagran, Juan Manuel García.
Desde el punto de vista comercial queda mucha soja por vender, por la incógnita que mantenían los productores sobre cuántos kilos podrían obtener: “previo a ese pico de US$ 440 no se había vendido casi nada, y todavía queda un porcentaje alto por vender”, señaló el presidente de Copagran.
En la cooperativa los rendimientos se estiman entre 2.300 a 2.500 kilos por hectárea cuando previo a la trilla se esperaban unos 2.700 kg/ha.
Los cultivos de segunda que en muchos casos no pudieron ser implantados en fecha arrojaron rendimientos de entre 1.500 y 2.000 kilos por hectárea.
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Soja: buena parte del grano se recoge con niveles de humedad elevados.
Juan Samuelle
Las sojas de primera fueron instaladas en fecha óptima. Pero las de segunda terminaron siendo implantadas hasta cinco semanas después de la fecha ideal y en algunas áreas hubo que hacer resiembras, comprometiendo su rendimiento.
La siembra se alargó por las lluvias de la primavera de 2023, bienvenidas porque cortaban el ciclo de tres años de la peor sequía de la historia y sus consecuencias sobre la producción.
“Esperábamos una cosecha de 3,5 millones de toneladas y hoy estamos hablando de una cosecha más próxima a los 3 millones de toneladas; más allá de que la cosecha sufrió las caídas de los rindes, siguen siendo volúmenes importantes”, señaló Joaquín Basso, responsable de Originación de Cargill.
En los rendimientos finales hay situaciones muy dispares, con cierres de 2.700 kilos a 2.100 kilos por hectárea según las zonas. El Niño demoró en llegar pero pegó fuerte. No tanto como en Brasil, pero suficiente para reducir la cosecha en 15% respecto a las previsiones.
La calidad del grano en el litoral fue correcta si bien “nuevamente la soja presenta niveles de proteína más bajos de lo que estamos acostumbrados”, apuntó Basso.
María Inés Rovella, directora de El Sauzal Agronegocios, afirmó que en la zona Este los productores que cosecharon temprano obtuvieron un promedio de 2.200 kilos de grano seco por hectárea, un rinde que “empata la plata”.
“El 20% del área se abandonó, el 10% tuvo más de 50% de grano dañado y el resto 20% de dañado promedio”, afirmó Rovella en Gente de Campo de Canal 12.
Quienes no lograron cosechar todo “pierden entre US$ 100 y US$ 200 por hectárea”, afirmó, y calculó que en la región dejarán de ingresar unos US$ 35 millones “que se van a sentir”.
Diego Guigou, gerente de Producción Agrícola de Agronegocios Del Plata (ADP) señaló que al arrancar la cosecha a mediados de abril la soja de primera tenía niveles de humedad de 16% o 17% “que pensamos que eran altos” y rendimientos por encima de 3.000 kilos.
Las dificultades posteriores llevaron a que la cosecha terminara en 2.300 a 2.350 kilos por hectárea, con una humedad más alta aún, y dejara un margen de unos US$ 100 por hectárea: “cuando comenzamos había expectativas de tener mejores resultados positivos”.
El margen es positivo para los productores, aunque menor al esperado, en parte por los precios y en parte por los sobrecostos que conspiran contra la rentabilidad para los productores ya que “se cosechó todo muy húmedo, el 90% fue a secado con un promedio de 17% a 18% de humedad”, apuntó García, de Copagran.
Se cosecha soja de buena calidad
El área creció y el volumen global cosechado también, pese al otoño complicado.
Juan Samuelle
¿Cómo viene la zafra 2024/25?
Para la campaña 2024/25 los precios internacionales de la soja empiezan a mostrar una leve tendencia bajista. Los costos se van a mantener estables ya que los precios de algunos insumos corrigieron a la baja, pero los suelos necesitarán una mayor fertilización que el año anterior.
Entre los cultivos de verano la soja corre con ventaja frente al maíz por la incertidumbre que genera la chicharrita, principalmente en los cultivos de segunda. En una primavera/verano en que el clima se perfila con influencia de la Niña, pero más débil y menos prolongada según los pronósticos, el escenario no deja de ser desafiante.
Pero una vez más la soja queda en un cierto debe en el rinde.
Mientras en los cereales de invierno Uruguay logra rendimientos que están en los primeros lugares a nivel mundial, la productividad de soja mantiene una brecha en menos respecto a los principales exportadores.
Así y todo, mientras el precio no caiga de los US$ 400 por tonelada, se mantiene como la favorita de las siembras de verano. Al cierre del informe, la corrección a la baja de las reservas estadounidenses en el informe trimestral de stocks, parece asegurar ese piso y así ir marcando otra siembra en un área muy importante para la próxima primavera.
Cosecha de soja
Soja: al borde de julio, quedan chacras sin cosechar.
Juan Samuelle.