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24 de noviembre 2025 - 12:46hs

La inteligencia artificial no vino al mundo para resolver sus problemas. Pero en manos de quienes trabajan por el bien común, puede hacerlo. En Ashoka partimos de una hipótesis sencilla y poderosa: una inteligencia artificial con perspectiva social puede transformar la manera en que enfrentamos los desafíos más urgentes de nuestra región, y esto es mucho decir.

En 2023 lanzamos unas preguntas poderosas: ¿qué pasaría si los emprendedores sociales llevaran sus perspectivas a las industrias? Si pudieran trabajar ambos sectores conjuntamente aprendiendo y mejorando mutuamente. En este despertar nació la primera comunidad latinoamericana de emprendedores sociales que utilizan IA con impacto social. Hoy son más de 70 iniciativas en nueve países, que van desde algoritmos que detectan bullying en escuelas y previenen violencia hasta sistemas de machine learning que ayudan a diagnosticar enfermedades de riesgo en zonas rurales. Detrás de cada modelo predictivo, hay algo más que datos: hay empatía, creatividad y una decisión política e ideológica de usar la tecnología para ampliar derechos.

Hoy esto empieza a ser una realidad. Como es el caso de Candela Yatche, fellow de Ashoka y fundadora de Bellamente, una organización que impulsa la diversidad corporal y busca prevenir la violencia digital. La emprendedora social forma parte del “Body Image Expert Group” de Meta, un equipo global de 20 especialistas en salud mental y trastornos alimentarios que colaboran para repensar cómo las plataformas pueden prevenir efectos negativos en la salud mental y promover una relación más saludable con el cuerpo. Esta iniciativa busca debatir y generar criterios sobre lo que la app permite o prohíbe publicar y cómo. En Instagram, por ejemplo, cuando una persona busca términos como anorexia o bulimia, como resultado de este trabajo, ahora aparece un directorio de atención y acompañamiento en estas problemáticas.

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Por otro lado, en la Comunidad de Inteligencia Artificial, una de las iniciativas más destacadas es GAIA, que analiza videos de ecografías con barridos libres para estimar la edad gestacional. No busca reemplazar médicos, sino acompañarlos. Otra, vinculada al Registro Nacional de Barrios Populares, que utiliza imágenes satelitales para detectar y caracterizar barrios que no figuran en ningún mapa, reivindicando su identidad, permitiendo el acceso a derechos básicos como son los servicios esenciales, a miles de familias. También una aplicación de IA para la atención de infecciones de transmisión sexual, que permite a profesionales de la salud tomar decisiones clínicas más rápidas en comunidades desatendidas.

Sabemos que, para diseñar soluciones tecnológicas con verdadero impacto social, es clave reunir voces diversas: quienes vienen del mundo de la tecnología, quienes trabajan en territorio y comprenden la problemática desde la experiencia y quienes aportan la mirada académica. Ese cruce de perspectivas es el que permite que la tecnología se convierta en una herramienta de cuidado y transformación social. Son pequeñas revoluciones que no nacen en Silicon Valley, sino en el sur global, en las periferias donde la innovación se vuelve una necesidad vital.

Ahora queremos dar un paso más. Por eso desde Ashoka impulsamos espacios de encuentro llamados Junctions: casas de emprendedores sociales donde promover el pensamiento colectivo, donde líderes sociales, tecnólogos, académicos y empresas se sientan a construir juntos nuevos caminos para temas urgentes como el empleo, la democracia o el cambio climático. Estas experiencias arrojan líneas de acción que nadie puede hacer solo y sólo podemos hacer juntos.

En cada nueva conversación confirmamos lo mismo: el problema no es la falta de soluciones, sino su desconexión. Nuestro trabajo consiste en tender puentes, acelerar aprendizajes y acercar el futuro al presente. Porque cuando la inteligencia artificial aprende a cuidar, a escuchar y a incluir, deja de ser un asunto técnico para volverse una fuerza profundamente humana. Y ahí, recién ahí, empieza la verdadera revolución.

Temas:

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