Sobre la avenida 18 de Julio, una de las principales arterias del transporte capitalino, se erige una emblemática construcción: el Palacio Díaz, considerado el edificio más similar a los rascacielos neoyorquinos de los años 20 y 30 que existe en Uruguay. Pero esa no es la única particularidad que esconde esta obra arquitectónica, inaugurada en 1929; el Palacio Díaz fue una de las primeras obras en hormigón armado que se construyeron en Montevideo. Esto marcó un antes y un después en el paisaje urbano de la capital uruguaya y abrió el camino para una nueva forma de concebir las viviendas en la ciudad: la verticalidad habitacional.
Además, el edificio también llama la atención por sus elementos provenientes del estilo art decó y su influencia neoyorquina y francesa.
La historia detrás de su construcción y los detalles de su arquitectura
En 1929 con motivo del centenario de la Constitución de 1830, se inauguró en Montevideo el Palacio Díaz, contemporáneo al conocido Palacio Salvo. El edificio, proyectado por los arquitectos uruguayos Gonzalo Vázquez Barrière y Rafael Ruano, fue concebido como un complejo de viviendas y locales comerciales en su planta baja, a pedido de una familia de exitosos empresarios de la época de apellido Díaz, a la que debe su nombre.
El edificio tiene 18 pisos, 3 ascensores, 75 apartamentos y aproximadamente 65 metros de altura e incorporó adelantos técnicos pioneros para su época, constituyéndose como una de las primeras construcciones en altura de la ciudad. Esto lo convirtió en un hito de la arquitectura moderna y en un impulsor de la verticalidad habitacional.
En términos arquitectónicos, el Palacio Díaz se distingue por su diseño en volúmenes escalonados, que junto con la acentuación de su verticalidad, remite a los rascacielos norteamericanos de principios del siglo XX.
En este sentido, su organización simétrica, sobriedad y la manera en la que se combinan sus formas, bloques y alturas son también una clara muestra de la incorporación de influencias norteamericanas y francesas del estilo art déco.
En 1960, la familia Díaz resolvió pasar el edificio a propiedad horizontal y vender los apartamentos.
En estos más de 90 años de existencia, la propiedad tuvo como residentes a personajes nacionales como el escritor uruguayo Carlos Reyles o el musicólogo Ruben Carámbula. Además, en 1971 fue el escenario del secuestro del entonces director de UTE, el colorado Ulysses Pereira Reverbel, por parte de integrantes del MLN-T.
En 1995 el edificio fue declarado como bien de interés municipal y entre los años 2011 y 2012, luego de varias décadas de deterioro, su fachada fue sometida a obras de restauración.
A casi un siglo de su construcción, con su silueta escalonada y estilo neoyorquino, el Palacio Díaz permanece como un referente del art decó en Montevideo y un ícono de modernidad en pleno 18 de Julio.