El partido de la segunda fecha del Grupo A en el que la Selección Argentina derrotó a Chile por un gol y se aseguró el pase a cuartos de final de la Copa América encendió las alarmas en el plantel albiceleste: a su máximo ídolo, el delantero Lionel Messi, de flamantes 37 años, se lo vio con una molestia en su pierna derecha, que se agudizó a los 23 minutos cuando Gabriel Suazo le cometió una falta sobre el lateral derecho y en la caída dejó brotar los gestos de dolor.
Messi fue atendido por el cuerpo médico argentino y siguió en campo, aunque se lo vio elongando y tocándose la zona sentida en más de una oportunidad hasta el final del primer tiempo. Daniel Martínez y su equipo trabajaron en el aductor de Messi durante algunos instantes en los que abandonó el campo de juego y reinó la incertidumbre. Incluso, en esa pausa, intercambió algunas palabras con el DT Lionel Scaloni. Pero el punta del Inter Miami regresó al terreno.
En cada interrupción, a Messi se lo vio elogiando, y tocándose la pierna, como cuando el árbitro Andrés Matonte detuvo las acciones para que fuera asistido el citado Suazo tras un roce con Rodrigo De Paul.
La molestia no impidió, sin embargo, que a los 35’, sacara un zurdazo rasante que terminó pegando en el palo de la valla defendida por Claudio Bravo (al que saludó con afecto antes del partido, en honor a las épocas compartidas en el Barcelona).
Luego, salió con pericia del acoso y la jugada derivó en el centro condimentado de Nahuel Molina, que Erick Pulgar rechazó y casi terminó metiendo en su propio arco. Además, la Pulga se hizo cargo de las pelotas paradas sin mayor inconveniente. Incluso se fastidió con la permisividad del juez y discutió con él cuando el uruguayo decretó el final de la etapa.
A pesar de las dudas que reinaban durante el entretiempo, Messi salió a jugar el complemento. A los 4′ asistió a Nahuel Molina, quien sacó un disparo furioso que logró ser rechazado por Bravo, en la situación más clara del defensor del título. Y a los 56 ejecutó un centro para la entrada de Alexis Mac Allister, quien no llegó a conectar con potencia y dirección en buena posición para convertir. En el epílogo, intentó un gol olímpico que el portero de la Roja evitó. Y ejecutó el centro que derivó en la anotación de Lautaro Martínez.
Con la clasificación a cuartos asegurada, y ante un rival como Perú, que no ha mostrado un gran poderío, las especulaciones respecto de su posible ausencia en el próximo partido este sábado quedaron a la orden del día.
