La agencia Moody´s publicó en las últimas horas el informe de revisión periódica de la nota de deuda de Uruguay. Esto luego que en marzo elevara la calificación a Baa1 desde Baa2, con perspectiva estable, es decir dos escalones por encima del umbral de grado inversor.
Esa vez la decisión valoró la implementación de reformas estructurales y el cumplimiento “continuo” de los marcos de política fiscal y monetaria.
Ahora, el último reporte reiteró que la calificación Baa1 de Uruguay está “respaldada por instituciones sólidas que refuerzan la estabilidad política y social, un sólido desempeño de crecimiento y el flujo de inversión extranjera directa”.
También valoró que estas fortalezas crediticias se equilibran con un nivel moderado de deuda pública, rigideces estructurales en el gasto público y una proporción alta, aunque decreciente, de deuda pública en moneda extranjera.
“La perspectiva estable equilibra las perspectivas de un mayor crecimiento sostenido y una mejora en la implementación de la política fiscal con la exposición de Uruguay a shocks relacionados con el clima que pesan sobre el crecimiento y los resultados fiscales”, dice el texto al que accedió El Observador.
Por otro lado, recordó que en agosto el Comité de Política Monetaria del Banco Central (BCU), mantuvo su tasa de política monetaria en 8,5%, y así detuvo su ciclo de flexibilización, en un escenario donde la inflación interanual se situó en el 5,6%.
“Esperamos que el crecimiento del PIB repunte este año en torno al 3,5%, a medida que la actividad económica se recupere tras las condiciones de sequía de 2023. Mantenemos nuestra previsión de un déficit fiscal del 3,1% para 2024, lo que conducirá a un ligero aumento de la relación deuda/PIB alrededor del 59%”.
¿Por qué podría mejorar la nota de deuda de Uruguay?
La agencia apuntó que las calificaciones de Uruguay podrían mejorar si reformas estructurales y fiscales adicionales conducen a una caída importante de la deuda y la carga de intereses.
“Una mejora significativamente más pronunciada en el desempeño del crecimiento de lo que esperamos actualmente, respaldada por niveles más sólidos de inversión privada durante un período prolongado que conduzca a una mayor diversificación económica y resiliencia a los shocks, también respaldaría una mejora”, dice el texto.
¿Por qué podría empeorar la nota de Uruguay?
En tanto, afirmó que la calificación crediticia soberana podría reducirse si las reformas de los marcos de política fiscal (nueva institucionalidad fiscal) y monetaria (régimen de metas de inflación) “se erosionan, lo que provocaría el surgimiento de presiones fiscales y un aumento de la carga de la deuda”.
Las perspectivas de un retorno a tasas de crecimiento persistentemente bajas también ejercerían presión a la baja sobre la calificación de Uruguay, dice Moddy´s.
El economista Aldo Lema, expresó en su cuenta de X que probablemente no habrá pronunciamiento de la agencia respecto a la nota antes de las elecciones de los próximos meses, sobre todo, por el plebiscito de la seguridad social.
Por su parte, el economista José Antonio Licandro escribió que “la sola amenaza del plebiscito sobre el grado inversor en el informe de Moody's ya se ve. Pero también preocupación por el devenir de las políticas macro, tanto la monetaria como la fiscal, seguramente esperando el resultado electoral y lo que vendrá”.
La agencia aclara que esta publicación no anuncia una acción de calificación crediticia y no es una indicación de si es probable que se tome una acción de calificación crediticia en el futuro cercano.
La deuda uruguaya cuenta con nota de grado inversor por parte de las tres principales calificadoras de riesgo. Moody´s la ubica en Baa1, igual que S&P (BBB+) que también coloca al país dos escalones por encima del grado inversor. En tanto, Fitch Ratings (BBB), sitúa a Uruguay un escalón por encima del grado de inversión. En todos los casos con perspectiva estable.