Dólar
Compra 38,75 Venta 41,25
12 de agosto 2025 - 5:00hs

Esta central fue la primera obra binacional de generación eléctrica en América Latina e inició su operación en 1983 con rol estratégico en el suministro de energía limpia, segura y confiable para Argentina y Uruguay.

El plan actualmente en marcha se compone de una serie de inversiones que tienen por objetivo mantener y extender la vida útil del complejo, asegurar su capacidad operativa y mejorar su eficiencia y confiabilidad por 40 años.

Más noticias

Esto incluye la modernización de turbinas, generadores, sistemas de control, transformadores, infraestructura civil y sistemas auxiliares, con una inversión estimada superior a los US$ 1.000 millones, según datos oficiales.

La primera etapa de modernización comenzó en 2019 y se extenderá hasta noviembre de 2026. Incluye la renovación de reguladores de velocidad, subestaciones de 500 kV, transformadores, sistemas de compuertas y grúas, entre otros.

La segunda que se desarrolla en paralelo comenzó en 2025 y se prevé que finalice en 2031. Algunos de los trabajos programados comprenden la renovación de sistemas hidromecánicos del vertedero y casa de máquinas; recambio de sistemas de izaje, modernización de sistemas auxiliares mecánicos y eléctricos, sistemas de control, reemplazo de transformadores principales, y nuevo equipamiento de potencia en 500 kV.

Sin título

En una tercera etapa se prevé renovar el equipamiento principal de turbinas y generadores a su condición de operación óptima. Estos equipos tienen una vida útil de entre 40 y 60 años. Un cronograma con una primera intervención en 2031 implicaría renovar como mínimo una turbina por año (son 14 unidades). Uno más acelerado de ejecución incluiría hasta dos turbinas por año.

Esa tercera etapa requerirá en el orden de US$ 373 millones de inversiones cuyo financiamiento todavía no está cerrado.

“Si de acá a un año yo vengo y les digo que no logramos cerrar la financiación de la etapa tres empiecen a comprar velas”, dijo Casaravilla durante el XI Congreso Latam organizado por la Asociación Uruguaya de Energías renovables (Auder).

En ese sentido, añadió que invertir en Salto Grande “es la continuidad natural e imprescindible que habilita seguir con la estrategia de Uruguay de expandir la generación con renovables, garantizando soberanía, cuidando el medio ambiente y reduciendo los costos país”.

“La hidráulica es nuestro pozo de petróleo”

329

Además, Casaravilla destacó que la consultoría realizada con expertos internacionales para la gestión de riegos dejó varios aprendizajes. “Lo primero que nos enseñaron fue: ‘muchachos están al borde del abismo”. Explicó que con 46 años de operación la probabilidad de falla en la aislación de los generadores es de 85%.

“Por suerte estas máquinas ucranianas y rusas son muy buenas y vienen comportándose muy bien pero… El ejemplo más sencillo es la correa de distribución de los autos. Nadie en su sano juicio juega a estirarlo 5.000 kilómetros más. Agarra el manual y si dice que a los 50.0000 kilómetros hay que cambiarla vas y la cambias, porque si se rompe algo asociado te explota el motor, se rompen el cigüeñal, las válvulas, se rompe todo. La hidráulica para nosotros es nuestro pozo de petróleo. Es único, no tenemos otro recurso para explotar, entonces hay que tener cuidado. Llegó el momento de cambiar la correa de distribución, no hay que ponerse a discutir si aguanta un poco más”, afirmó el ex presidente de UTE.

Finalmente, subrayó que la renovación de la central es una política de Estado, que comenzó en 2011 y que continuó en años posteriores con diferentes estudios y apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En 2019 se firmó el primer préstamo con ese organismo de crédito para la primera etapa por US$ 80 millones (US$ 40 millones por país), mencionó a modo de ejemplo.

Temas:

Salto Grande Gonzalo Casaravilla petróleo Uruguay

Seguí leyendo

Te Puede Interesar

Más noticias de Argentina

Más noticias de España

Más noticias de Estados Unidos