El próximo gran capítulo del retail global no se escribe en los viejos centros económicos: se está definiendo en los mercados en expansión, que aportarán alrededor del 65% del crecimiento económico mundial hacia 2035.
En América Latina, ese futuro ya llegó: poblaciones jóvenes con edades medias en el entorno de 32–33 años, conectadas por el celular y con hábitos digitales nativos, están moldeando nuevas reglas de juego para comprar y pagar en línea.
Durante años miramos el precio como la variable reina. Hoy, el diferencial competitivo está en la experiencia de pago: qué tan fácil, familiar y confiable es completar la compra con el método que cada persona usa todos los días. Nuestros datos lo confirman: más del 94% de los compradores en LATAM considera “importantes” o “muy importantes” las opciones de pago accesibles, y casi el 70% es poco proclive a comprar si el sitio no soporta sus preferencias locales.
En la región, los métodos de pago locales ya impulsan cerca de la mitad de las transacciones digitales y se proyecta que superen a las tarjetas en los principales mercados de eCommerce para 2026.
Los ejemplos hablan por sí solos. Brasil muestra el impacto transformador de un método local: Pix ya domina los pagos digitales y se espera que supere a las tarjetas de crédito en eCommerce para 2025.
En México, OXXO Pay integra efectivo y online con confirmaciones en tiempo real desde más de 22 mil tiendas, habilitando compras digitales para quienes prefieren o necesitan pagar en efectivo.
En Argentina, el auge de las billeteras empuja un cambio cultural y operativo: se espera que alcancen cerca del 57% de los pagos de eCommerce para 2026, consolidando hábitos de pago móviles y cotidianos.
La otra cara es la fricción que frena la conversión. A escala regional, los consumidores señalan tres trabas principales para completar compras: la falta de métodos alternativos (45%), la imposibilidad de pagar en moneda local (21%) y la ausencia de opciones BNPL (33%).
No es un detalle operativo: es la diferencia entre una venta cerrada y una intención perdida.
Entonces, ¿qué hacen las marcas que ganan en LATAM? Localizan la experiencia de pago desde el primer día. Eso implica aceptar APMs (como billeteras, transferencias en tiempo real, efectivo a digital), mostrar precios y cobrar en moneda local, y diseñar un checkout mobile-first que reduce fricciones. La lección es clara: en LATAM, la lealtad se gana en el último clic, cuando las preferencias locales están realmente disponibles.
Aquí es donde el storytelling dLocal se vuelve acción. Con el modelo One dLocal, simplificamos la complejidad para compañías globales: una sola integración para acceder a más de 900 métodos de pago locales en más de 40 geografías, apoyados por 30+ licencias a nivel mundial (incluida FCA en el Reino Unido).
Esa combinación de cobertura local, cumplimiento regulatorio y operación sobre rieles nativos habilita lo que el usuario espera —pagar como paga siempre— y lo que el comercio necesita —convertir más y crecer con confianza—.
En definitiva, LATAM no solo crece: marca el rumbo. El comercio se vuelve realmente global cuando es capaz de ser local en cada país: en su moneda, con sus métodos, en su ritmo. Ignorarlo ya no es una opción. Quienes entiendan esa realidad —y la integren a su estrategia— no solo venderán más; construirán relaciones duraderas con la nueva clase media digital que está definiendo el futuro del retail desde el Sur.