31 de diciembre 2025 - 9:00hs

La llegada del empresario inmobiliario Donald Trump al poder en 2017 representó no sólo una novedad para la política estadounidense, sino que marcó al continente, donde se consolidaron otros outsiders o figuras vinculadas a la ultraderecha como Jair Bolsonaro, Nayib Bukele o Javier Milei. La vuelta este año del magnate neoyorquino a la Casa Blanca coincide con un giro a la derecha en América Latina, donde Estados Unidos volvió a poner el foco con la Doctrina Monroe 2.0.

En un año donde varios países de la región celebraron elecciones presidenciales, Trump estuvo muy atento a los resultados e incluso tomó partido directamente, apoyando a un candidato concreto o amenazando con recorte de ayudas si no se votaba a su favorito. El 2025 también fue el año en el que el mandatario estadounidense participó activamente en esfuerzos para debilitar aquellos proyectos que ve como amenazas para la estabilidad regional, como ocurre con la presión sobre el régimen dictatorial venezolano de Nicolás Maduro.

El mapa político latinoamericano actual dista bastante del de hace unos 20 años, cuando se habló de la "marea rosa", una ola de gobiernos de izquierda y progresistas que marcó una época.

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El péndulo se mueve a la derecha

La gran duda para los analistas es en qué medida el cambio que se dio en la región está marcado por un reordenamiento ideológico, apoyado en el legado del líder MAGA en Estados Unidos, y cuánto se basa en la necesidad de apostar por algo nuevo ante la decepción por la falta de avances en un continente marcado por la inseguridad, la inflación o la falta de confianza en las instituciones.

"La última década ha sido dura", afirmó Steven Levitsky, politólogo de Harvard, a la agencia AP. "Y quienes son culpados del estancamiento de las economías, el aumento de la delincuencia —o, al menos, la creciente percepción de la delincuencia— y la considerable corrupción son quienes han estado en el poder, es decir, la izquierda", agregó.

Algo de eso parece haber ocurrido en Ecuador, donde Noboa se impuso en abril en un balotaje a la candidata de la izquierda Luisa González, representante del partido Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa, que gobernó de 2007 a 2017. En medio de una crisis de seguridad que llevó a que se declarara el conflicto interno armado, el joven mandatario, de 37 años, logró la reelección. El ex asambleísta, que tuvo un ascenso meteórico, había completado antes el mandato de Guillermo Lasso, que convocó a elecciones anticipadas ante una posible destitución por corrupción.

Rodrigo Paz con Marco Rubio - 31-10-25 - EFE
Paz se reunió con Rubio en EEUU

Paz se reunió con Rubio en EEUU

Para los bolivianos, afectados por una fuerte crisis económica, con alta inflación y desabastecimiento de combustibles, la salida fue elegir a Paz, un economista de centroderecha de 58 años que rompió con la hegemonía de 20 años del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales y Luis Arce. En una decisión histórica, el nuevo mandatario declaró recientemente la emergencia económica y anunció el fin del subsidio a los combustibles, una política que drenó las reservas del país.

Chile, en tanto, eligió a su primer presidente de ultraderecha desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990. Kast, que en el pasado ha defendido el legado de Pinochet pero asegura que es un demócrata, se impuso a la candidata oficialista, la comunista Jeannette Jara, con un discurso basado en la mano dura en un país donde la principal preocupación es la inseguridad.

Y finalmente Honduras supo el resultado electoral la semana pasada después de más de un mes de incertidumbre. El conservador Nasry "Tito" Asfura fue declarado presidente electo con el 40,26%, mientras que su principal rival, el centrista Salvador Nasralla, obtuvo el 39,39%, sólo unos miles de votos menos, en medio de denuncias de fraude. El candidato respaldado por Trump reemplazará en el poder a la presidenta de izquierda Xiomara Castro, que no logró imponer a la candidata oficialista Rixi Moncada.

Honduras - Nasry Asfura - 22-11-25 - AFP
Asfura recibó el apoyo de Trump en Honduras

Asfura recibó el apoyo de Trump en Honduras

Giro ideológico o voto pragmático

"Más que un giro ideológico, estamos viendo un patrón de rechazar gobiernos que no producen resultados", consideró Michael Shifter, presidente del think-tank Diálogo Interamericano, con sede en Washington, a la agencia AFP. "La gente se muestra más dispuesta a ver si políticas más radicales y más extremistas pueden funcionar", aseguró.

La mayoría de los resultados de este año, más allá del caso excepcional de Ecuador, marcó un cambio de signo político, lo mismo que ocurrió en Estados Unidos el año pasado.

Para la politóloga Florencia Rubiolo, la impaciencia del electorado "es un fenómeno que afecta a ambos lados del espectro" político. La directora de Insight 21, think tank de la Universidad Siglo 21, señaló a CNN que la izquierda tuvo en muchos casos dificultades para cumplir con sus promesas de ampliación y garantía de derechos. La especialista citó como ejemplo el caso chileno, donde ante las "crisis regionales de inseguridad que se trasladaron al interior del país", Boric tuvo que cambiar el foco hacia las políticas de seguridad antes que a las reformas sociales.

Chile - Carabineros - EFE

Aunque reconoce la impronta del péndulo que ha llevado a las sociedades latinoamericanas a inclinarse por la oposición, el especialista en relaciones internacionales Federico Merke consideró que Chile podría estar "expresando una demanda más amplia de autoridad", tal como ocurrió en otros países de la región, como Chile, Ecuador, Paraguay o Argentina.

"Los contextos son distintos, pero el lenguaje se repite. Ley y orden. Control migratorio. Mano firme. No se trata necesariamente de un retorno doctrinario al neoliberalismo ni de un entusiasmo ideológico por la derecha clásica. Se trata, más bien, de una preferencia por límites claros en un mundo que muchos perciben como desbordado", apuntó el investigador argentino en Cenital.

Las perspectivas para 2026

Así y todo, la región aún cuenta con gobiernos fuertes de izquierda, como pasa con México, Uruguay, Brasil o Colombia. En estos dos últimos, sin embargo, se jugará la continuidad en las elecciones del próximo año.

El colombiano Gustavo Petro, que ha tenido fuertes enfrentamientos con el gobierno de Trump, no irá a la reelección, pero su coalición Pacto Histórico tiene buenas posibilidades de imponerse en los comicios del próximo año y darle así continuidad a la izquierda. A seis meses de la primera vuelta del 31 de mayo, su candidato Iván Cepeda lidera las encuestas, por delante del ultraderechista Abelardo de la Espriella.

Gustavo Petro. EFE.webp

El abogado penalista, de 47 años, se presenta como "un tigre que ruge en la selva de la historia sin temor", prometiendo mano firme contra el narcoterrorismo, reducción drástica del Estado y un programa social para "matar el hambre" de millones de colombianos. Sus propuestas se inspiran en líderes como Bukele, Milei o Trump. "Contra el narcoterrorismo que Petro ha mimado, mano de hierro como Bukele. Contra el derroche del Estado, recorte con medidas económicas como las de Milei. Contra el caos y la tiranía de la izquierda radical, determinación como la que ha tenido el presidente Trump", afirmó recientemente.

La aparición de candidatos MAGA en Latinoamérica ha sido una constante en los últimos años. "Esto habla no solamente de la influencia que está teniendo Trump, sino también del clima ideológico, donde el presidente de EEUU logró convertirse en el líder simbólico de un cambio ideológico profundo", apuntó el analista internacional Juan Negri a El Observador USA.

En Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, de 80 años, ya anticipó que irá por un cuarto mandato. Esta vez no será Jair Bolsonaro, aliado de Trump, el que le disputará un lugar en el Palacio del Planalto. El ex presidente, condenado a 27 años de prisión por intento de golpe de Estado e inhabilitado para ocupar un cargo público hasta 2030, eligió a su hijo Flávio Bolsonaro como candidato del Partido Liberal.

Lula da Silva en San Pablo - 20-11-25 - AFP
Lula anticipó que irá por un cuarto mandato

Lula anticipó que irá por un cuarto mandato

Aunque aún falta para los comicios, cuya primera vuelta se celebrará el 4 de octubre, Lula emerge como favorito, al ubicarse primero en intención de voto, según las últimas encuestas, que lo dan también como ganador en un balotaje ante sus posibles rivales.

En 2026 también se celebrarán elecciones en Perú, donde el presidente del Congreso, José Jerí, asumió en octubre la presidencia interina del país tras efectivizarse la destitución de Dina Boluarte. En un país marcado por una crisis de violencia e inestabilidad política, que lo llevó a tener ocho presidentes desde 2016, Keiko Fujimori volverá a presentarse como candidata en abril, entre otros postulantes conservadores, que podría inclinar a Perú un poco más a la derecha.

Costa Rica irá a su vez a las urnas en febrero para elegir al sucesor de Rodrigo Chaves, de centro derecha, considerado un aliado por Trump. Las encuestas dan como favorita a la oficialista Laura Fernández, que fue la jefa de gabinete del mandatario y ministra de Planificación y Política Económica.

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