Muchos deportistas que participaron en los Juegos Olímpicos París 2024 vendieron imágenes de sus cuerpos en la plataforma de contenido para adultos Only Fans para poder participar debido a la falta de patrocinadores. La mayoría de los atletas deben buscar sus propios medios para luchar por el sueño de la medalla olímpica.
El clavadista Jack Laugher se encontraba entre los competidores olímpicos que utilizaban la plataforma para llegar a los Juegos, o simplemente sobrevivir. Después de ganar una medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, Laugher, quien consiguió otro bronce en París para el Reino Unido, dijo que estaba esperando una financiación que nunca se materializó.
En su cuenta, que cuesta 10 dólares al mes por suscripción, publica “contenido SFW (seguro para el trabajo) en Speedos, calzoncillos, boxers”. Una publicación reciente de los Juegos Olímpicos recibió más de 1.400 me gusta.
Laugher y otros deportistas olímpicos, como el remero Robbie Manson (Nueva Zelanda), la saltadora con pértiga Alysha Newman (Canadá), los saltadores Timo Barthel (Alemania), Diego Belleza Isaias (México) y Matthew Mitcham (Australia), el primer medallista de oro olímpico abiertamente gay, encontraron cierta estabilidad financiera en OnlyFans que no hallaron en otros lados.
El australiano Mitcham comenzó a publicar fotos en OnlyFans, incluidos desnudos semifrontales, ganando el triple de la cantidad que recibía como atleta de élite.
Global Athlete, una organización creada por atletas para abordar el desequilibrio de poder en los deportes, condenó el terrible estado de la financiación olímpica.
“Todo el modelo de financiación del deporte olímpico está roto. El COI genera ahora más de 1.700 millones de dólares al año y se niega a pagar a los atletas que asisten a los Juegos Olímpicos”, dijo Rob Koehler, director general de Global Athlete.
“La mayoría de los deportistas apenas pueden pagar su alquiler, pero el COI, los comités olímpicos nacionales y las federaciones nacionales que supervisan el deporte tienen empleados que devengan más de seis dígitos. Todos ganan dinero a costa de los atletas. En cierto modo, es similar a la esclavitud moderna”, dijo Koehler.