Este miércoles 16 personas murieron y 23 resultaron heridas en la capital portuguesa luego de que un funicular, un ferrocarril especial utilizado para subir grandes pendientes, descarrilara y se estrellara contra un edificio.
El accidente, según detalla el primer informe técnico publicado en las últimas horas por el Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes Ferroviarios (GPIAAF) y consignado por EFE, fue provocado por la rotura del cable subterráneo que unía los dos vagones del sistema.
El documento preliminar señala que el cable cedió en su punto de fijación dentro de la cabina que descendía y aunque el guardafrenos activó de inmediato los frenos, estos no lograron reducir la velocidad, ya que dependen del equilibrio que garantiza el cable principal. De esta manera la cabina llegó a descender a 60 kilómetros por hora en menos de un minuto, hasta chocar violentamente contra un edificio.
El cable, detalla el informe, estaba dentro del plazo previsto de vida útil y según la investigación había pasado una inspección visual esa misma mañana sin detectarse anomalías, aunque el área donde se produjo la rotura no era accesible sin desmontar la estructura.
El Elevador da Glória, inaugurado en 1885 y declarado monumento nacional en 2002, conecta la Praça dos Restauradores con el Bairro Alto y es uno de los íconos turísticos de la capital portuguesa. Tras el accidente, el gobierno declaró luto nacional y suspendió temporalmente el servicio de este y otros elevadores de la ciudad mientras avanzan las inspecciones de seguridad.