Divididos y con tensión rodeando el ambiente, los 500 convencionales del Partido Nacional se reunirán desde las diez de la mañana de este sábado en Cambadu para votar al nuevo presidente del directorio.
La cita será la última del proceso electoral que arrancó hace casi un año y se produce en un momento que está lejos de ser el ideal para los blancos ya que perdieron el gobierno nacional y sus líderes sectoriales están enfrentados y con diferencias marcadas.
El escenario de división terminó de confirmarse este viernes cuando los sectores presentaron cinco listas que competirán en cuatro sublemas. La cantidad reflejó el fracaso de las negociaciones que ocurrieron durante el jueves y que tuvieron como objetivo conformar una “lista de unidad”.
Según reconstruyó El Observador con fuentes de Aire Fresco, Alianza País y el Herrerismo, durante la jornada Álvaro Delgado, Javier García, Luis Alberto Heber y Carlos Enciso –con el aval e interés de Luis Lacalle Pou– dialogaron y exploraron a través de sus operadores políticos la posibilidad de bajarse todos y postular un nombre de consenso para evitar la división en la Convención.
Pero las conversaciones se frustraron y los sectores siguieron adelante con la conformación de sus listas de forma independiente.
Tras presentar las listas este viernes, Heber consideró “lógicas” las tensiones porque cada uno quería arrimar “agua para su molino y ganar”. Más allá de esto, señaló que era fundamental construir "unidad" porque "un partido que no está unido no está preparado para aliarse con otros partidos y para gobernar el país”.
En una línea similar se expresó Delgado, que habló de comprometerse con la unidad mientras García señaló que comenzaba “un tiempo nuevo” y Enciso pidió "organizarse" hacia el futuro.
Por la cantidad de convencionales obtenidos en junio, Delgado y García parten como favoritos con el excandidato presidencial un escalón por encima. El primero tiene el apoyo de Aire Fresco y De Centro, mientras que el segundo –que oficia de retador– va impulsado por Alianza País.
Todos los candidatos hicieron esfuerzos durante la semana para coordinar la logística y que este sábado no les falten convencionales, algo que puede resultar clave para definir el resultado.
Pese a esto, hay dirigentes que ya anunciaron que “votarán con los pies”, esto es no ir –ni pedir licencia– porque discrepan con las candidaturas. El diputado Juan Martín Rodríguez, que oficiará como presidente de la Convención, señaló que esperan que asistan unos 450 convencionales. La votación se dará en ocho mesas luego que hablen los candidatos.
Mensaje y heridas
Una de las incógnitas refiere a por dónde irá el discurso del expresidente Luis Lacalle Pou, que dará su primer mensaje político público tras dejar el cargo.
Varios nacionalistas consultados consideraron que llamará a la unidad y pedirá por tener una mirada de largo plazo. De hecho, Lacalle Pou se reunió con los candidatos semanas atrás y les pidió bajar las tensiones.
“No creo que el Partido Nacional salga sano de esta Convención. Van a quedar heridos y resquemores”, valoró este viernes el politólogo Adolfo Garcé en Desayunos Informales.
Garcé consideró que la “batalla” de Delgado era “no retroceder en materia de influencia en el Partido Nacional” mientras que la de García era “avanzar un paso y quedar en la primera línea”.
Su colega Camila Zeballos aseguró que había diferencias entre Delgado y García en el “perfil y tono” de ser oposición.
“La discusión tendría que trascender esto porque si van a estar 6 meses o un año posponiendo la autocrítica en función de una elección el partido se debilita, no van a terminar de asentarse como oposición y empezar a construir una opción competitiva para 2030. Sea Lacalle Pou el candidato o no, necesita un partido fuerte atrás y con diversidad interna”, dijo.
La politóloga sentenció que la elección está condicionando el posicionamiento blanco como oposición. “No están pudiendo salir de esta lógica tan confrontativa”, argumentó.