El expresidente José Mujica murió este martes a los 89 años vencido por el cáncer que lo acosó en sus últimos meses de vida pero que, hasta muy cerca del final, no pudo retirarlo de la toma de decisiones y del centro de la escena política uruguaya de la que fue uno de sus principales protagonistas.
En abril de 2024, Pepe Mujica, el hombre que fue presidente, que fue tupamaro, que fue militante frenteamplista como pocos, se había sometido a una endoscopía digestiva en el Casmu y se le detectó un tumor en el esófago.
Un tumor “muy comprometido”, según dijo después el expresidente, porque se le sumaba a una enfermedad autoinmune que padecía desde hace 20 años.
El fin de semana siguiente, estuvo en su chacra de Rincón del Cerro asimilando la noticia. Enseguida puso al tanto al entonces candidato por la presidencia del Frente Amplio, y su favorito, Yamandú Orsi, y al senador Alejandro “Pacha” Sánchez, coordinador de la candidatura del exintendente canario.
Lucía Topolansky, su mujer y su “dulce costumbre” transmitió la decisión de convocar a una conferencia de prensa para el mediodía del lunes 29 de abril en la sede del Movimiento de Participación Popular (MPP), sin anticipar detalles.
La citación se hizo por WhatsApp la tarde del domingo anterior y tomó por sorpresa tanto a periodistas como a dirigentes del MPP. Se llegó a creer que tenía que ver con un pronunciamiento sobre las 430 mil firmas entregadas por el PIT-CNT para el plebiscito de seguridad social. Pero los que sabían que Mujica se había hecho estudios de salud tenían sus sospechas.
José Mujica
Foto: Leonardo Carreño
A las 9 de la mañana del lunes, tres horas antes del anuncio público, Topolansky, que hace unos años vivió en carne propia un cáncer de mama, informó a la primera línea del MPP sobre la salud de su marido.
Aunque el orden del día continuó con los temas de agenda, en aquel entonces algunos participantes de esa reunión le contaron a El Observador que cada segundo de silencio pesaba.
"Pepe siempre entendió que el contacto con ustedes es el primero si queremos tener una sociedad informada de verdad. Lo primero que dijo es 'llamen a los periodistas, que quiero contarles yo'", comentó Orsi en la sede del MPP ese lunes, aunque él sabía del estado de salud de Mujica desde el viernes.
En aquella conferencia de prensa, Mujica fue claro y directo. “Se descubrió que tengo un tumor en el esófago, que es algo obviamente muy comprometido y que es doblemente complejo en mi caso, porque padezco una enfermedad inmunológica hace más de 20 años que me afectó, entre otras cosas, los riñones”.
Siguieron comentarios sobre las obvias dificultades para la quimioterapia o la cirugía, y que los médicos estaban evaluando cómo proceder.
“Yo les quiero transmitir que, en mi vida, más de una vez anduvo la parca rondando el catre. Pero me siguió pastoreando todos estos años. Seguramente que, por obvias razones, esta vez me parece que viene con la guadaña en ristre. Veremos lo que pasa”, decretó en esa instancia.
Lamentablemente, no se equivocaba. “Y al fin y al cabo, que me quiten lo bailado”, dijo para finalizar su comunicado.
José Mujica
Lo de Évole
Enseguida, comenzó a caer la noticia en los portales de todo el mundo. Mujica y Topolansky se refugiaron en la calma de su chacra por el resto del día.
Para setiembre Mujica ya había iniciado un tratamiento de radioterapia para luchar contra su cáncer de esófago en la Clínica Cor, fundada por el expresidente Tabaré Vázquez y que conduce actualmente Álvaro Vázquez, su hijo. Fiel a su amor por la militancia, se lo volvió a ver en actos del MPP, aunque no con la misma frecuencia que antes.
El 9 de ese mes, se supo que estaba internado en el Casmu, recuperándose del procedimiento al que había sido sometido. Allí permanecería, dijeron sus médicos, hasta poder seguir con el tratamiento a domicilio. El 5 de setiembre, días antes, Mujica había sido sometido a una gastrostomía, que consiste en la colocación de una sonda para que pudiera alimentarse.
El 13 de setiembre recibió el alta médica luego de estar nueve días internado en el sanatorio. Desde entonces, se alimentó por esa sonda gástrica que le colocaron. La mesa del living de su casa se convirtió en una cama de internación domiciliaria. El Papa Francisco lo llamó para conocer su estado de salud. También lo hicieron varias figuras políticas, además de los apoyos protocolares en redes sociales.
Entre octubre y noviembre, Uruguay vivió elecciones presidenciales. Una primera vuelta, a la que le siguió un balotaje, del que salió ganador Yamandú Orsi, el último candidato a presidencia del Frente Amplio, y específicamente del MPP, que Mujica pudo apoyar.
Nueva Legislatura 2025 2030/José Mujica, Lucía Topolansky
Foto: Leonardo Carreño
Pocos días antes de aquella primera vuelta en octubre, fue la última vez que se lo vio a Mujica en un acto masivo. Se presentó por sorpresa en el acto de cierre de la campaña del MPP, su sector político. Estuvo junto a Topolansky y a Orsi.
“Soy un anciano que está muy cerca de emprender la retirada de donde no se vuelve. Pero soy feliz porque están ustedes, porque cuando mis brazos se vayan habrá miles de brazos en la lucha”, dijo Mujica ante la multitud militante.
El 9 de enero de 2025, Mujica reconoció en conversación con Búsqueda la presencia de metástasis en el hígado. “El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas”, señaló el político.
Y planteó que su cuerpo no resistiría más tratamientos como los que se realizó en mayo y junio de 2024, que implicaron sesiones de radioterapia. Tampoco resistiría una cirugía. Y agregó: “Que me pichicateen y cuando me toque morir, me muero. Así de simple como te lo digo. Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué”.
Ese mismo jueves, la médica de Mujica, Raquel Panone, confirmó el avance de la enfermedad. Se había detectado en estudios de imagenología hechos antes de colocarle un stent esofágico en diciembre de 2024. “La situación se va a mantener, ¿por cuánto tiempo? No se lo puedo decir. Primero porque tiene 90 años, segundo porque tiene otras enfermedades y, tercero, porque la evolución de los procesos no siempre es lineal”, dijo en conferencia de prensa.
“Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”, expresó Mujica ese día. La fuerza le dio incluso para participar el pasado 27 de marzo de un acto por los 40 años de democracia que se celebró en la casa del Partido Colorado y donde llegó en una silla de ruedas. Este .... el guerrero comenzó a descansar.
El 1º de marzo, el día de la asunción presidencial de Yamandú Orsi, Luiz Inácio Lula Da Silva y Mujica se reunieron brevemente en el Palacio Legislativo. A la salida de la ceremonia donde Orsi juró como mandatario ante la Asamblea General, Lula le dio a Mujica un abrazo, un beso en la frente, y le hizo promesa que quedó registrada en video:
"Voy a tratar a Yamandú con el mismo cariño que nosotros dos teníamos, porque creo que es una persona muy importante para la integración sudamericana", le dijo el brasileño.
Lula y Mujica
Ricardo STUCKERT / Brazilian Presidency / AFP
El fin de semana de la asunción presidencial de Yamandú Orsi, varios de los presidentes invitados de América Latina pasaron por su chacra a saludarlo. Casi todos lo compartieron en sus redes sociales.
Enamorado de la naturaleza, acompañado gran parte de su vida por Lucía Topolansky, militante ferviente del MPP, legislador y presidente, tupamaro guerrillero, preso durante la dictadura, crítico del consumo y del capitalismo, recordado por algunos dichos polémicos. Presidente de Uruguay entre 2010 y 2015. Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de 2005 al 2008. Senador en diferentes períodos hasta 2020, cuando renunció a su cargo legislativo para dedicarse de lleno a la militancia polítca por el MPP.
Hoy, a sus 89 años, el ex presidente Mujica falleció a causa de la enfermedad que le tomó el esófago y el hígado.
Ha dicho esto a un medio internacional: “la vida es una y se va. Hay que darle sentido a la vida. Hay que luchar por la felicidad humana. No solo por la riqueza”.
Y también esto: “La vida es hermosa. Con toda sus peripecias, amo la vida. Y la estoy perdiendo porque estoy en el tiempo de irme. ¿Cuál es el sentido de la vida que le podamos dar nosotros? El hombre frente a los otros animales tiene la capacidad de encontrar una causa para su vida”.